Con una lista amplia de tareas para mantener el desarrollo de sueros antiofídicos y, al mismo tiempo, generar una formulación de anticuerpos equinos para tratar a los pacientes con COVID-19, el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) ha logrado avanzar de manera importante hacia un sistema integrado de gestión.
Los sistemas integrados de gestión son herramientas que guían los pasos a seguir en las actividades diarias. Su implementación permite optimizar los recursos, así como mejorar la organización y el rendimiento. Esto disminuye de manera importante los costos y aumenta la satisfacción de los colaboradores.
Con el trabajo de tesis de licenciatura de tres estudiantes de Ingeniería Industrial de la UCR, el ICP logró el diseño de un sistema integrado de gestión que incluye los tres ejes que lo conforman: calidad, ambiente y salud ocupacional.
Actualmente, el Instituto cuenta con una certificación de calidad en la norma INTE/ISO 9001:2015. Por esto, el aporte de los jóvenes abre una puerta para conseguir otras dos certificaciones más: la norma de ambiente INTE/ISO 14001:2015 y la de salud ocupacional 45001:2018.
“Lo que nos pareció sumamente interesante dentro del ICP-UCR fue su cultura. Todas las personas estaban muy dispuestas a ayudar y buscan la manera de hacer mejor las cosas. Eso demuestra un compromiso fiel a la mejora continua”, afirmó la estudiante Natalia Morales, quien desarrolló la propuesta del Sistema Integrado de Gestión junto con sus compañeros Luis Alonso Rodríguez y María José Monge.
Para lograrlo, los estudiantes realizaron varias auditorías y encuestas a los funcionarios del ICP-UCR. Además, tomaron en cuenta distintos requisitos legales para modificar y crear los documentos necesarios que permitieran acatar los distintos requerimientos.
“El personal del ICP-UCR tiene fortalezas importantes como su iniciativa, su disposición a ayudar y su compromiso con la Institución. Estos tres elementos los favorecen bastante para implementar el Sistema Integrado de Gestión”, amplió Natalia Morales.
Para alcanzar ese Sistema Integrado de Gestión, ya el ICP-UCR tiene consolidado el primer rubro: su Sistema de Gestión de Calidad.
El 2 y el 3 de julio de julio, el Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica (Inteco) realizó la auditoría de seguimiento. El resultado fue positivo y su declaración contundente: “se evidencia un sistema de gestión maduro con más de 8 años de estar certificado, el cual ha venido evidenciando mejora continua en la capacidad de cumplir con los resultados previstos”, detalla el informe de la auditoría.
En esta ocasión, algunos de los procesos auditados fueron la producción de plasma, la producción de venenos, el control de calidad y la producción de inmunobiológicos, entre otros. Con este logro, el ICP-UCR alcanza su segunda recertificación. El primer certificado se obtuvo en el 2013 y la primera recertificación se logró en el 2016.
“Inteco es un organismo de certificación acreditado y se basa en los más estrictos estándares. Nosotros, para poder evaluar de los procesos y garantizar una gestión transparente, mantenemos personal altamente competente. Del ICP-UCR podemos decir que tiene una amplia experiencia en su sistema de gestión de calidad. Durante todos estos años, el Instituto ha mantenido auditorías de seguimiento y vigilancia, y siempre ha cumplido con los requisitos”, dijo Manuel González, auditor líder de Inteco.
Que el ICP-UCR cuente con un sistema de gestión de calidad certificado garantiza que los trabajos hacen de la mejor forma posible y que hay completa trazabilidad de los datos.
Si ese sistema de calidad se le acompaña de otro enfocado en gestión ambiental, los logros aumentan aún más.
De acuerdo con Vivian González, coordinadora de la Comisión de Gestión Ambiental del ICP-UCR, un sistema de gestión en esta área permite un control eficiente de los recursos y conseguir un ahorro en el consumo de agua, energía y demás materias primas. Asimismo, mejora la eficacia de los procesos productivos y reduce la cantidad de residuos generados.
“El Dr. Alberto Alape, director del ICP-UCR, creó la comisión de gestión ambiental y la de salud ocupacional con el objetivo de empezar a trabajar en esas áreas para, justamente, llegar a ese sistema integrado de gestión. Hemos estado sembrando árboles en peligro de extinción, arreglando tanques de agua para que no hubiese fugas, cambiando bombas, válvulas y tomando acciones para mejorar nuestro desempeño ambiental”, relató González.
En estos momentos, y gracias a la Comisión de Ambiente, ya el Instituto posee un control de los aspectos que contemplan indicadores ambientales y de la huella de carbono. Ahora, para lograr la certificación ante Inteco, solo falta su implementación, la cual está suspendida por la pandemia.
“Entre lo que hemos realizado está un inventario de los árboles en ambas fincas con el apoyo de expertos. Por otro lado, desde el 2015 venimos calculado la huella de carbono. Los resultados que hemos obtenido nos dan señales que ya podríamos considerarnos carbono neutral. Solo falta la certificación para formalizar la evidencia”, dijo González.
Pero eso no ha sido todo. La Comisión de Salud Ocupacional del ICP-UCR ha garantizado la seguridad del personal para seguir operando bajo las condiciones de pandemia. Esta comisión ha estado trabajando fuertemente con los protocolos que se están siguiendo para poder seguir operando.
“Hemos trabajado protocolos de seguridad para todos los funcionarios. De igual forma, hemos abordado la parte de ergonomía y de seguridad, así como de riesgo laboral. Con el COVID-19, hemos efectuado horarios de atención, el control de ingreso y la aplicación de todos los protocolos. Ha sido un trabajo arduo porque nosotros no nos podemos detener”, destacó el Ingeniero Carlos Masis, coordinador de la Comisión de Salud Ocupacional.
Un sistema de gestión de la seguridad y la salud laboral eficiente permite identificar y valorar los riesgos que existen en cada puesto de trabajo. Su gestión otorga la posibilidad de evitar accidentes y mejorar la salud de los colaboradores, con lo que se puede estimular su confianza, motivación y compromiso con el Instituto, así como aumentar su productividad.
El Sistema de Gestión Integrada ya está diseñado pero, para lograr su implementación formalmente, habrá que esperar que se supere completamente la pandemia.