La Universidad de Costa Rica estudia desde abril anterior sus líneas de gasto para poder engrosar el Fondo Humanitario y Solidario del Gobierno, al cual la institución aportará un total de ₡3 700 millones y ₡3 000 millones adicionales que destinará al fortalecimiento del sistema de becas socio económicas, con el fin de evitar la exclusión de estudiantes afectados por los efectos de la pandemia por el COVID-19. En total el aporte de la UCR suma ₡6 700 millones.
La administración universitaria ha extraído recursos de distintas líneas presupuestarias, algunas de las cuales se prevé no serán utilizadas en su totalidad, debido al mismo contexto, entre ellas actividades de capacitación y viáticos o transporte al exterior del país. La institución también ha pospuesto algunas inversiones como, por ejemplo, la adquisición de vehículos. Este ejercicio permitió sumar ₡2 200 millones al fondo. En esa misma línea, la pausa a algunas inversiones permitirá destinar a ese fondo ₡1 500 millones, de las partidas del superávit de proyectos de inversión.
En total se logró totalizar un monto de ₡3 700 millones que se depositará en la Caja Única del Estado.
Este esfuerzo se acompaña del señalado fortalecimiento de los recursos que destinará la UCR a su sistema de becas de atención socioeconómica, recursos que evitarían el abandono de las aulas universitarias y la exclusión social de parte de la comunidad estudiantil, que antes de la crisis sanitaria no requería de ayuda económica, pero que ahora lo está necesitando.
La administración universitaria aseguró que los recortes al presupuesto no afectarán la operación de la institución, pero que sí suponen un sacrificio o ajuste muy importante en materia de contención de gasto, un esfuerzo que se suma a los realizados por el conjunto de las instituciones nacionales.
Adicionalmente, la Universidad realiza otras inversiones necesarias para completar los procesos de elaboración de los tratamientos contra el COVID-19 que desarrolla el Instituto Clodomiro Picado.
“Solo la proteína para inmunizar a los caballos con los cuales se producirá el plasma equino, costó alrededor de ₡200 millones, monto que es aportado mayoritariamente por la UCR, aunado al conocimiento científico que la Universidad pone a disposición del país. Desde los avances en la fabricación de un prototipo de respirador, el desarrollo de modelos matemáticos para visualizar escenarios de comportamiento o el apoyo de vehículos institucionales para la distribución de medicamentos, son ejemplos de cómo la institución ha puesto a disposición de las autoridades del Poder Ejecutivo su capacidad instalada que tiene un valor tangible e intangible muy relevante y es resultado de la inversión en educación superior que hace Costa Rica”, comentó el rector de la Universidad de Costa Rica, Dr. Carlos Araya Leandro.
Los recursos que suma la UCR al Fondo Humanitario y Solidario son parte de los ₡16 030 millones que aportarán las Universidades Públicas y el Consejo Nacional de Rectores al mismo fondo.
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La UCR en el contexto del COVID-19 ha producido equipo de protección, hisopos para pruebas, respiradores de emergencia, servicios de observación de datos, apoyo en el desarrollo de los modelos matemáticos y medicamentos contra la enfermedad. En su conjunto son soluciones que se plantean y que se están materializando desde la UCR gracias a la formación de capital humano del más alto nivel, y la inversión en infraestructura esencial a las actividades de ciencia y tecnología.
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