En medio de la situación de emergencia sanitaria por el COVID-19, con compromiso y rapidez, las sedes y recintos de la UCR actuaron para dar respuesta a las necesidades tecnológicas de sus estudiantes que más lo necesitaban. Así lo hicieron desde el 20 de marzo, cuando la Rectoría anunció la suspensión de las clases presenciales en la Universidad de Costa Rica y se dio el paso hacia la virtualización de las lecciones.
Las direcciones y coordinaciones de Docencia, Vida Estudiantil e Investigación de las sedes y recintos levantaron listas de las necesidades del estudiantado y echaron mano de diversos recursos para hacer frente a las solicitudes más apremiantes. Revisaron y reunieron computadoras portátiles que tenían en las bibliotecas, las computadoras de escritorio de sus laboratorios de cómputo y de idiomas, además de algunas tabletas para entregarlas a sus estudiantes a modo de préstamo.
Una de las beneficiadas es Karla, estudiante de Economía Agrícola de la Sede del Sur y becada 5, quien vive en San Pedro de Pérez Zeledón. Para ella, las clases virtuales han sido un proceso totalmente nuevo y es difícil adaptarse al ritmo. Menciona que lo bueno es que ahora puede realizar sus tareas con más comodidad que al inicio de la pandemia cuando solo tenía su teléfono celular.
Para llevar una solución a Karla, y a otros 36 estudiantes, los funcionarios de la Sede del Sur desarmaron los laboratorios de cómputo e idiomas de la Sede, revisaron, empacaron las computadoras y recorrieron la Región Brunca desde Golfito hasta Pérez Zeledón, Buenos Aires y Corredores para entregar personalmente los equipos a quienes los necesitaban.
“Se hizo una revisión con toda la población estudiantil para identificar si tenían dificultades para llevar las clases en línea. A todos los estudiantes que reportaron que no tenían computadora se les ha entregado una”, dijo la directora de la Sede del Sur, Georgina Morera. Asimismo, señaló que actualmente están trabajando para brindarles una solución de conectividad a aquellos estudiantes que no han tenido una buena conexión a internet.
En muy pocos días, los funcionarios de la Sede de Occidente lograron visitar, prácticamente, a todo el país para llevar equipo a los estudiantes que lo requerían. En total, entregaron 115 equipos de cómputo que fueron distribuiros en una amplia ruta. Se cubrió 72 distritos en 33 cantones de Costa Rica con el apoyo del personal de Vida Estudiantil y Servicios Generales.
El Dr. Francisco Rodríguez Cascante, director de la Sede de Occidente, asistió personalmente a las entregas en zona alejadas, donde pudo constatar las dificultades que viven muchos alumnos. “La visita tuvo el objetivo de entregar equipo tecnológico, pero además conversar con ellos y sus familias, y la vez motivarlos para que se mantengan estudiando en la Universidad de Costa Rica”, acotó Rodríguez.
Para identificar los casos de los estudiantes que necesitaban el apoyo tecnológico, se desarrolló desde muy temprano un rastreo de toda la comunidad universitaria de la sede, a cargo de Marianela Fernández. Se hizo un recuento de los materiales disponibles en la Sede y en el Recinto de Grecia, cuya biblioteca facilitó 50 computadoras personales para préstamo.
En la Sede del Atlántico, a través de la coordinación de Docencia, se solicitó a los profesores y profesoras reportes de los estudiantes del Recinto de Paraíso, el Recinto de Guápiles y de Turrialba que no contaban con recursos tecnológicos.
Para atender estas necesidades, la Sede de Turrialba ha facilitado, en condición de préstamo, 27 tabletas y 15 computadoras a sus estudiantes. Con el apoyo de la Sección de Transportes, llevaron el equipo tecnológico a cada casa de habitación de los jóvenes que residen en Cartago, San José, Puntarenas, Alajuela, Guanacaste y Limón.
Junto con la implementación de clases virtuales, el Recinto de Paraíso facilitó computadoras y tabletas a los jóvenes que carecen de estos recursos para poder estudiar desde sus casas. Ahora, explora alternativas para ayudar a quienes carecen de acceso a internet. El cuerpo docente confeccionó listas para identificar a los estudiantes que requerían el préstamo de los recursos tecnológicos del Recinto, los cuales, incluso, transportan hasta la casa de los universitarios para evitar que tengan que desplazarse para recogerlos. Este esfuerzo benefició a 37 estudiantes.
En el caso del Recinto de Guápiles, su directora, la Mag. Rosa Julia Cerdas González, indicó que “debido a la pandemia, reforzamos el préstamo habitual de computadoras. A la fecha, ya hemos entregado en el domicilio del alumnado más de 30 máquinas y estamos en proceso de nuevas solicitudes, ya que utilizamos las computadoras de uno de los laboratorios de informática para el préstamo. También hemos dado el servicio de préstamo de libros a domicilio para estudiantes con beca 5”.
En la Sede de Guanacaste se identificó a los estudiantes con necesidades tecnológicas, gracias a los docentes, las coordinaciones de carreras y de Vida Estudiantil. Se registraron 500 estudiantes que han presentado dificultades para el acceso a Mediación Virtual.
Para responder a algunas de estas necesidades, la carrera de Salud Ambiental hizo una donación directa de equipo de cómputo a estudiantes, el cual se entregó a 14 alumnos que lo requerían. Además, la dirección informó que se va a utilizar una partida económica para la compra de dispositivos de memoria y tabletas, con el fin de paliar las necesidades más apremiantes que reporta la coordinación de Vida Estudiantil.
Al respecto, el director Dr. Wagner Moreno reconoció que parte del estudiantado ha tenido dificultades durante la virtualización de las lecciones. Por esto, han trabajado en la flexibilidad de la tecnología y en la evaluación. “Para nosotros, como Sede de Guanacaste, que tenemos una población tan significativa de categoría con beca 4 o 5 es, particularmente, importante que esta no deserte”.
En la Sede del Pacífico el préstamo de equipo se ha hecho de forma presencial a través de la biblioteca, con el apoyo de la Coordinación de Investigación. Con esta iniciativa, se ha beneficiado a 28 estudiantes de Puntarenas y de otras localidades alejadas de la Sede, como Manzanillo, Guanacaste y Golfito.
Para determinar las necesidades de los estudiantes, cada coordinador de carrera realizó un registro de quienes no tenían computadora y, mediante el apoyo de las coordinaciones de Acción Social y Docencia, reunieron el equipo necesario para todos aquellos que lo requerían.
La directora de la Sede, María José Quesada, detalló que los equipos fueron revisados para garantizar su buen funcionamiento y se instalaron los programas específicos que requería el estudiantado para algunos cursos de las carreras de ingeniería electromecánica, industrial y eléctrica. “Además a todos los profesores se les ha pedido que tengan sus cursos en mediación virtual a fin de que la descarga de los archivos y las clases sean gratuitas”, acotó la directora.
En la Sede del Caribe, se hizo una lista de 28 estudiantes con necesidades de equipo. Según detalló el director, Juan Diego Quesada Pacheco, decidieron enviar dicho registro a la VIVE y al Sistema de Bibliotecas, Documentación e Información (Sibdi) para que sean estas instancias las que hagan llegar el equipo al alumnado de la Sede que lo requiere. Por su parte, el Recinto de Guápiles desarmó su laboratorio de cómputo y entregó las computadoras a los 30 estudiantes que más lo requerían.
Desde la Administración superior, además, se concretó la compra de 1 000 tabletas que incluyen un chip de acceso a internet, las cuales van a ser distribuidas en los próximos días entre la población con beca 5, como prioridad, a través del Sibdi.
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