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Las facultades fortalecen la capacitación docente para virtualizar cursos frente al COVID-19

El proceso se desarrolla de manera colaborativa a fin de aprovechar el intercambio de experiencias entre las unidades académicas
27 mar 2020Vida UCR

Desde sus casas, el personal docente de la UCR fortalece sus conocimientos y habilidades en el uso de diversas herramientas, las cuales implementarán en sus cursos por medio de la virtualidad. Imagen con fines ilustrativos. Laura Rodríguez Rodríguez

Las facultades de la Universidad de Costa Rica (UCR) suman cada día más docentes capacitados en el uso de herramientas tecnológicas para virtualizar sus cursos y ejecutarlos con éxito, pese a las condiciones de aislamiento social que exige la atención del COVID-19.

El liderazgo de este proceso sigue a cargo de la Unidad de Apoyo a la Docencia Mediada con Tecnologías de la Información y la Comunicación (Metics) y diversas unidades académicas empezaron a aportar esfuerzos para la consolidación, ahora urgente, de este objetivo. 

Tras la emisión de una directriz en el año 2016, la UCR trabaja para fortalecer el uso de la plataforma oficial de medicación virtual. Sin embargo, la actual emergencia encontró a las facultades en distintas etapas de implementación y evidenció oportunidades de apoyo institucional.

La Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC) ya tiene cuatro años de trabajo constante hacia la virtualización, pero, además de fortalecer su proceso interno para atender la docencia virtual frente a la pandemia, apostó por compartir su experiencia con otras unidades académicas. 

El director de la ECCC, José Luis Arce, afirmó que, tras capacitar a todo su personal docente en el uso de las videoconferencias como herramientas de virtualización y en el diseño didáctico de aulas virtuales, la unidad académica abrió estos dos cursos a toda la Facultad de Ciencias Sociales.

El buen resultado obtenido motivó a la ECCC a abordar otras herramientas para el diseño de presentaciones, creación de audios, videos y metodologías pedagógicas, que -tras coordinar acciones con Metics- se pusieron a disposición del resto de la Universidad e incluso de comunidades externas a la UCR.

“Ya capacitamos a 560 personas con los primeros dos cursos y ahora se involucró no solo a toda la Institución con otras sedes y recintos, sino también a comunidades de otras universidades del país e, incluso, de universidades fuera de Costa Rica”, enfatizó Arce.

El académico afirmó que, conforme se incrementó la demanda de capacitación, el equipo a cargo del proceso también tuvo que crecer. Por eso, incorporó el apoyo de estudiantes, con lo cual se “reconoce qué tienen los demás para ofrecer”, tal como estipulan las premisas del espacio virtual.

La Escuela de Administración Pública es otra de las unidades académicas que contaba con un notable avance en sus procesos de virtualización cuando se declaró la actual emergencia, pues ya contaba con una implementación significativa de mediación virtual en el 60 % de sus cursos. 

Según el director de la Escuela, Leonardo Castellón, entre los procesos de reorganización institucional frente al COVID-19 se idearon espacios de intercambio entre los docentes la Facultad de Ciencias Económicas, a fin de compartir conocimientos que permitieran a las escuelas con menos avance, agilizar sus procesos de virtualización.

“Se puso en común la experiencia y las herramientas con las otras escuelas de la Facultad y se sumaron al proceso otras sedes y recintos, fueron cerca de 150 docentes. Lo que ha sucedido en estas semanas nos ha cambiado la vida particular pero también la institucional”, afirmó el docente.

La experiencia acumulada durante 15 años por el actual director de la carrera de Lenguas Modernas, Allen Quesada, mediante una iniciativa de telecolaboración con la Universidad de Kansas también se volvió clave para fortalecer los procesos de virtualización en la Facultad de Letras.

Quesada compartió con el resto de su unidad académica el conocimiento adquirido en su labor como docente en torno a metodologías, pedagogías y didáctica propias de la virtualización, los cuales ahora se trasladaron también al resto de carreras que se suman al proceso o lo fortalecen en este momento. 

“Si usted no conoce los modelos de virtualización, puede tender solo a transformar el material a digital y enviárselo a los estudiantes, pero debe haber una metodología y objetos de aprendizaje, entonces se les enseñó un modelo de curso virtual que pueden adaptar a sus particularidades”, señaló el director. 

Los directores de carrera coinciden en la importancia de garantizar que el cuerpo docente de toda la Institución cuente con las herramientas adecuadas para atender con éxito los procesos académicos desde la virtualidad, campo que ya era impulsado por la Administración. 

La Institución deberá seguir avanzando 

El manejo del COVID-19 que logre el país determinará si la UCR retomará sus funciones de manera presencial después de la Semana Santa o si continuará su labor administrativa y académica desde la virtualidad, ahora más fortalecida que nunca como resultado de este proceso. 

Arce, director de la ECCC, asegura que como resultado de este contexto, “nos queda una Universidad muy sensibilizada en la importancia de la virtualización en este siglo y es algo que no solo le pasa a la UCR, sino que le está pasando a las universidades alrededor del mundo”.

“Lo que ganamos ahora en virtualidad debemos mantenerlo como piso y a partir de ahí seguir construyendo. La Universidad debe seguir invirtiendo en equipos y en formación para que incorporemos más seriamente la virtualidad en nuestros procesos de enseñanza”, señaló por su parte Castellón, director de Administración Pública. 

Mientras concluyen los procesos de capacitación iniciales previstos para las próximas dos semanas, los docentes utilizan diversas herramientas para mantener contacto con sus estudiantes e, incluso, algunas facultades ya guían los procesos de aprendizaje, ahora basados en metodologías sincrónicas y asincrónicas. 

Las metodologías sincrónicas emulan la presencialidad mediante dinámicas que hacen indispensable la interacción inmediata con el docente como son las videoconferencias, mientras que las herramientas asincrónicas generan entornos de aprendizaje que puede atender el estudiantado en diversos momentos. 

“Ahora más que nunca hay que ser creativos, flexibles y entender que esto nos lleva a un cambio de paradigma donde la presencia virtual y la colaboración nos permiten aprovechar las posibilidades de aprendizaje”, concluyó Quesada, director de Lenguas Modernas. 

Andrea Méndez Montero
Andrea Méndez Montero
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Área de cobertura: ciencias sociales
andrea.menvupndezmontero  @ucrpfnq.ac.cr

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