Un grupo de 28 investigadoras e investigadores evalúan el papel que ha tenido la asesoría científica en la toma de decisiones relacionadas con la salud pública, durante la pandemia generada por el COVID-19. El estudio incluye 16 países, entre los cuales se analiza el manejo realizado por Costa Rica.
La iniciativa, denominada ESCaPE, es un esfuerzo internacional multidisciplinario financiado por la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos. En este participa la docente e investigadora de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica (UCR), María Estelí Jarquín Solís.
Jarquín tiene a cargo la evaluación del manejo efectuado por Costa Rica durante la emergencia. Los resultados de su trabajo serán puestos en común con los que generen el resto de investigadores que aplican la misma evaluación en naciones como Australia, Canadá e India.
El análisis de todos los países se realiza a partir de una metodología específica de seis fases desarrolladas por el investigador estadounidense de la Universidad de Colorado Boulder, Dr. Roger Pielke, la cual permite la comparación de resultados en el marco de este fenómeno global.
La académica costarricense desarrolla un detallado análisis de las diversas medidas tomadas por el Estado costarricense en la atención de la actual emergencia, entre las cuales incluye, los comunicados, las conferencias de prensa y los decretos ejecutivos.
El trabajo de Jarquín, en el marco del proyecto ESCaPE, inició en noviembre anterior, pero ya logró determinar que al menos 59 de las 513 medidas generadas por el país entre enero y agosto para atender la pandemia contaron con algún tipo de asesoramiento científico.
La asesoría científica puede ser generada por diversas instancias, tales como comités asesores internos o externos existentes antes de la pandemia, proyectos de investigación, comités de asesoría creados en respuesta al COVID-19, piezas de legislación o campañas de comunicación en salud.
Jarquín afirma que al comparar la respuesta dada por Costa Rica frente a la actual pandemia respecto a otras emergencias recientes, tales como el huracán Otto o Nate, “se evidencia un esfuerzo enorme de parte del órgano público para atender la situación que experimentamos”.
“Vemos desde medidas enormes, como las de la Caja Costarricense del Seguro Social o del Ministerio de Salud, hasta otras mucho más pequeñas, como las que tomaron municipalidades o instituciones autónomas. Muchas de estas medidas se crearon desde cero y en un corto tiempo”, destacó la politóloga.
Los cuerpos de asesoramiento científico pueden ser exclusivamente gubernamentales o mixtos, en los cuales se genera una interfaz “ciencia-política” con la participación de instancias como la academia. Desde ahora, Jarquín destaca la implementación de ambos modelos para atender la compleja coyuntura actual en el país.
“El asesoramiento científico de un país nunca puede depender de un solo espacio. Ojalá haya diferentes modelos que coexistan para que la evidencia sea cada vez más plural, diversa y rica”, enfatizó la investigadora.
El proyecto ESCaPE concluirá en agosto del 2021 y sus resultados darán lugar a una serie de recomendaciones que podrán guiar la toma de decisiones de las autoridades nacionales e internacionales en lo que reste de la pandemia, o bien, frente a futuras emergencias.
Jarquín aseguró que, hasta ahora, el país “ha dado muy buenas señales” de que escucha la asesoría científica y considera los datos para la toma de decisiones. Aunque señala la necesidad de concretar espacios formales y permanentes de diálogo entre las personas generadoras de conocimiento y las autoridades.
El acercamiento entre ambos campos no solo permitirá fundamentar la toma de decisiones y la creación de políticas públicas, sino que reconocería los significativos aportes que hace la inversión en ciencia, tecnología e innovación en el país.
“Esto es parte del fortalecimiento democrático que necesita Costa Rica. Ese diálogo constante entre autoridades y la ciencia no solo legitima el trabajo, sino que además genera confianza y eso siempre es importante para la estabilidad democrática de todo país”, concluyó la experta.
Cualquier información que pueda nutrir esta investigación puede hacerla llegar al correo electrónico de la investigadora a cargo del análisis en Costa Rica: maria.jarquin@ucr.ac.cr.
La Universidad de Costa Rica (UCR) lidera el estudio del caso costarricense en el marco del proyecto ESCaPE, por medio del trabajo de la docente e investigadora de la Escuela de Ciencias Políticas, María Estelí Jarquín Solís.
Jarquín forma parte de la Red Internacional de Asesoramiento Científico Gubernamental (INGSA, por sus siglas en inglés), instancia desde donde se gestó el proyecto y donde figura como única representante de la región centroamericana.
Según la experta, existe poca información sobre el asesoramiento científico a Gobiernos en América Latina. En este caso, se incluyó a Costa Rica en la iniciativa por sus características particulares de interés para el análisis.
A diferencia de otros países, Costa Rica cuenta con un sistema presidencial centralizado y desde ahí se ha gestado la respuesta ante la emergencia generada por el COVID-19, a lo que se suman aspectos relevantes sobre su historia y cultura democrática.
“En otros países como Canadá la atención de la pandemia ha sido regionalizada. Era muy interesante tener un caso de estudio como el nuestro, donde existe un sistema presidencial, centralista y una democracia tan madura, la más madura de América Latina”, enfatizó Jarquín.
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