Una investigación sobre la necesidad de protocolos para trabajadoras sociales en contextos donde permea el narcotráfico y otra que plantea una guía básica para que las municipalidades desarrollen Sociedades Públicas de Economía Mixta (SPEM) para generar algún tipo de bien, servicio o negocio con fondos públicos y privados, fueron las ganadoras del Premio Fernando Soto Harrison 2020.
La entrega oficial de este galardón se realizó este miércoles 9 de diciembre, vía virtual. El premio consta de 3 mil dólares para las mejores tesis de grado en el Área de Ciencias Sociales y tiene como origen la voluntad del político, abogado y diplomático nacional, Fernando Soto Harrison, quien antes de fallecer, en 2006, quiso otorgar un fondo a la Universidad de Costa Rica (UCR) para crear estos reconocimientos.
El primer lugar de este año lo obtuvieron dos estudiantes de Trabajo Social: María Fernanda Elizondo y Mariela Salazar, quienes defendieron su tesis denominada “Trabajo Social y Narcotráfico: Conviviendo con el crimen organizado en los barrios del sur de San José”. Ellas vivieron muchas dificultades para trabajar en un contexto de este tipo desde que hicieron la práctica académica y de ahí surgió la idea de esta investigación.
“La tesis demuestra el peligro del quehacer de la profesión donde opera el narcotráfico. Esta es una situación que, además, maximiza todas las dificultades de las personas que viven en medio de la pobreza y la violencia. Por ejemplo, una mujer víctima de violencia sufre más porque la pareja posiblemente forma parte de esta red. Entonces, pese a que existe la necesidad de atención en trabajo social, las colegas han tenido que flexibilizar sus quehaceres pero también diseñar estrategias para operar ahí”, comentó Elizondo.
Esta galardonada señaló que es importante generar un protocolo que explique cómo funciona el narcotráfico y el tipo de violencia que conlleva. Indicó además que es común que estos grupos criminales también otorgan bienes a las comunidades donde se encuentran presentes, ante la exclusión que viven sus pobladores y la poca o nula asistencia estatal que llega a sus barrios.
“Este comportamiento ha llevado a considerar el narcotráfico como un aliado, en muchas ocasiones. Se legitiman ante su comunidad. Las trabajadoras sociales se han dado cuenta de esta situación y ante las amenazas, han aprendido a hacer silencio y a no denunciar”, describió Elizondo.
El segundo lugar de este galardón fue para Erick Roberto Rojas, egresado de la Escuela de Administración Pública, quien obtuvo este reconocimiento gracias a su trabajo final de graduación “Sociedades Públicas de Economía Mixta: Condiciones de viabilidad integral necesarias para los espacios locales”.
Su objetivo era analizar las razones por las que no se han impulsado las SPEM desde las municipalidades, ya que este instrumento les permitiría generar proyectos como negocios, servicios o algún otro tipo de bien productivo. Estas iniciativas son financiadas por medio de una alianza pública y privada, entre gobiernos regionales y sociedades anónimas, cooperativas, asociaciones de desarrollo, entre otras.
“Quise saber por qué la mayoría de municipalidades no habían creado SPEM. De hecho, solo la Municipalidad de Curridabat ejecutó una. Incluso, me di cuenta de que unas cuantas municipalidades tenían alguna idea de lo que era esto, pero no había una guía básica que sirviera de modelo para crear SPEM”, relató Rojas.
Este administrador público explicó que en su investigación quedó definida lo que es una SPEM y propuso lugares donde podrían crearse figuras de este tipo. Además, determinó en cuáles áreas de la economía social habían más oportunidades para su surgimiento, basado en un análisis de recursos y asesoría técnica con las que contaban las municipalidades.
“Se creó entonces una propuesta que se basa en construir una guía básica o una herramienta introductoria para que una municipalidad pueda retomar las SPEM. La meta es que esta idea se retome, se facilite el proceso y se haga más universal. Espero que las municipalidades asuman esto como una oportunidad de desarrollo para su cantón”, sentenció Rojas.
En esta actividad participó el Rector de la UCR, Carlos Araya, quien les exhortó a estos estudiantes continuar con sus investigaciones o generar nuevas, con el fin de otorgar más aportes al país.
“Publiquen sus resultados, según las correcciones y consejos que les han proveído sus profesores y denlos a conocer a la población, pues tal vez ustedes ignoran hoy el gran beneficio que su esfuerzo puede generar aún para la sociedad”, expresó el jerarca.
La UCR también entregó otros cuatro reconocimientos en las categorías de menciones honoríficas a tesis realizadas por estudiantes de la Facultad de Derecho, la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, la Escuela de Historia y la Escuela de Psicología.
Además, acompañaron la entrega de este galardón José Thompson, Decano a.i. de Derecho; Carlos Palma, Decano de Ciencias Económicas; e Isabel Avendaño, Decana de Ciencias Sociales. También presenció la actividad Irene Ortiz Soto, nieta de Fernando Soto Harrison.