La comunidad universitaria de la Sede del Caribe cuenta a partir de este 2020 con un miniauditorio para la realización de actividades presenciales de todo tipo, una vez se decrete por parte de las autoridades de salud del país el levantamiento de las restricciones debido a la pandemia.
Este inmueble cuenta con todas las medidas de accesibilidad, tanto en su infraestructura principal como en el área de los baños, en conformidad con la Ley 7600, Ley sobre Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad.
La infraestructura ofrece previstas para la conexión de equipos de audio y vídeo, así como un cuarto de comunicación también con previstas para las conexiones a Internet.
La capacidad máxima es de 117 personas y cuenta con butacas de alta calidad, con acojinamiento de poliuretano, estructura de acero, brazos abatibles y mecanismo de movimiento e inclinación.
Está equipado con sistemas de intrusión y alarma con anunciador remoto contra incendios; un sistema de agua potable que funciona a través de bombeo con un tanque de 5 000 litros; y un sistema de aire acondicionado tipo VRF y mini-split.
El área de construcción del auditorio es de 291.70 m², pero el trabajo incluye también otras obras externas como zonas verdes y una laguna de retardo que suman 521.35 m². El monto total presupuestado para esta inversión fue de ₡ 357 445 760.
La empresa que se encargó de este trabajo fue el Grupo Constructivo ARCOOP S.A., a la que se le adjudicó el contrato por medio de una licitación de obra pública.
La inauguración de este inmueble se realizó el miércoles 21 de octubre en una pequeña actividad presencial a la que asistieron autoridades universitarias, y representantes estudiantiles y administrativos. Este acto se organizó bajo el protocolo instaurado por el Ministerio de Salud y la Oficina de Bienestar y Salud de la UCR (OBS).
Una de las participantes fue la estudiante Rachel Chavarría Núñez, quien cursa la carrera de Bachillerato y Licenciatura de Contaduría Pública en la Sede del Caribe de la UCR, y es la actual presidenta de la Asociación Universitaria de Estudiantes Limonenses (AUDEL).
Chavarría afirmó en su exposición que la regionalización universitaria representa las raíces más profundas de unión entre nuestra Alma Mater y la sociedad costarricense, y señaló que la Sede del Caribe se muestra como un espacio más diverso, plural y con mayores oportunidades para las poblaciones desatendidas.
Como ejemplo, mencionó a los jóvenes egresados de colegios ubicados en reservas indígenas. En total, esta Sede cuenta con 1 045 estudiantes.
“La UCR no está ubicada en el centro del país, sino que se encuentra presente en diversas regiones de Costa Rica. Desde el Recinto de Siquirres, la Sede del Sur, la Sede del Atlántico y todos los que hoy conforman la importancia de la regionalización y la democratización del acceso a la educación superior. A mí se me ha dado una gran oportunidad de poder llevar una carrera universitaria, y gracias a esto he llegado más allá de mis propias expectativas. Somos testigos del arduo trabajo que los presentes aquí han hecho y lo han dado todo para tener esta Sede como lo que es hoy. Faltan muchas cosas está claro, pero para eso estamos acá, para exigir lo mejor para nuestros estudiantes”, apuntó Chavarría.
Por su parte, el Dr. Carlos Araya Leandro, rector de la UCR, indicó en su alocución que la construcción de este miniauditorio ilusionó a todos los miembros de la comunidad universitaria, en especial a los de Limón, “este proyecto salió a licitación en el año 2018, financiado con fondos de la Rectoría, y ahora finalmente este campus tiene un lugar apropiado para realizar no solo sus actos cumbre, como los consejos de sede, lecciones inaugurales o graduaciones, sino también actividades artísticas y culturales, reuniones de diferentes grupos e incluso actividades organizadas por la comunidad limonense, a la cual este inmueble podría ser facilitado”, afirmó.
El Rector hizo hincapié en que esta obra representa una muestra más de que la UCR cree e invierte en una provincia que le aporta mucho al país desde diversos sectores, pero que lamentablemente no se le retribuye de la misma forma, lo que ha generado una injusticia social permanente.
“Para poder seguir creciendo como institución y tener la capacidad de brindar espacios similares, es que debemos defender el Fondo Especial para la Educación Superior, FEES, algo que tristemente se ha hecho costumbre en los últimos años, debido a los constantes intentos de reducir nuestro presupuesto. También debemos luchar por resguardar la potestad autonómica que nos otorga la Constitución Política para regir nuestro destino, sin que esto quiera decir que no carguemos con la responsabilidad de invertir los recursos que el pueblo nos brinda de la manera más eficiente y provechosa posible”, sentenció el Dr. Araya.
Finalmente, el director de la Sede del Caribe, el Dr. Juan Diego Quesada Pacheco, dijo que el crecimiento cuantitativo y cualitativo del sistema de educación superior costarricense y la gran retribución que han hecho las universidades públicas hacia la sociedad, han sido las bases del crecimiento y desarrollo del país.
“Un auditorio o miniauditorio, que para este caso es indiferente, simboliza ese constante camino hacia el progreso. Si bien ciertamente estamos pasando por un momento tenebroso en la historia de la educación pública costarricense, debido a los recortes a su financiamiento, ahora es cuando más estamos llamados a poner en práctica el lema de esta universidad, lucem aspicio, y así divisar la salida de este túnel que estamos cruzando, para que prevalezca la sensatez y se le dé a la educación superior el lugar que corresponde”, concluyó el Dr. Quesada.
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