Las universidades participantes en esta clase espejo fueron la Universidad de Indiana, la UCR, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad de Navarra, la Universidad Moi y la Universidad Sun Yat-sen.
“Una experiencia completamente enriquecedora”. Así es como la estudiante María Fernanda Quesada Valencia describe su participación en la primera clase virtual internacional organizada por la prestigiosa Universidad de Indiana, de los Estados Unidos, y a la que fue invitada la Escuela de Enfermería de la Universidad de Costa Rica (UCR) por primera vez en su historia.
El encuentro se efectuó el martes 13 de octubre, a las 7:00 a. m., y en total reunió cerca de 141 personas entre alumnos avanzados de Enfermería y profesores de cuatro continentes; entre ellos Europa, América, África y Asia.
El objetivo de la clase consistió en que los estudiantes de cada uno de los seis países participantes (España, Costa Rica, Estados Unidos, Kenia, China y México) expusieran en inglés cómo la pandemia del COVID-19 ha afectado sus vidas y procesos de aprendizaje. También, las implicaciones económicas y sociales que sus respectivos territorios están viviendo.
“¿Por qué este tipo de actividades internacionales son tan relevantes? Porque fortalecen el proceso formativo del estudiantado y sus competencias psicosociales, que al final tienen un impacto directo en la garantía de la excelencia académica que caracteriza a la UCR y a la Escuela de Enfermería. En materia académica, la iniciativa tuvo un alcance significativo, dado que se lograron reflexiones importantes y próximas que fueron llevadas a una mesa internacional de diálogo. Con esto, las personas estudiantes conocieron sobre el manejo sociopolítico a nivel global, así como lo que ha significado para las personas de otras latitudes el afrontar esta situación epidemiológica de dimensiones superlativas”, señaló el Dr. Jaime Caravaca, docente a cargo de la actividad.
La clase internacional se efectuó bajo una modalidad de clase espejo, que consiste en problematizar en diferentes localidades, países o universidades un tema de interés que responda a los planes de estudio Enfermería. En este caso, desde el eje de salud pública y enfermería comunitaria se decidió abordar el tema del COVID-19.
Desde la visión de una estudiante de Enfermería, lo manifestado por el Dr. Caravaca no está lejos de la realidad. María Fernanda, de cuarto año de la carrera, considera que la clase internacional le permitió conocer diferentes realidades de los países y que su visión de Enfermería trascendiera a ópticas internacionales.
“Esta experiencia fue sumamente provechosa para nosotros como estudiantes. Logramos tener una perspectiva global de un fenómeno que nos ha afectado a todos, pero que ha sido diferente según los contextos sociales y políticos de cada país. El conocer las experiencias de otros territorios nos enriquece en el sentido de tener insumos sobre cómo podemos manejar situaciones similares en un futuro. En otras palabras, tener puntos de referencia de países que pueden estar haciendo las cosas de mejor manera que nosotros y que a Costa Rica le podrían servir ”, comentó la estudiante.
Pero, ¿cuál fue la experiencia internacional que más marcó a los estudiantes? En el caso de María Fernanda, la situación de China fue la más llamativa.
“La rigurosidad de los controles, el seguimiento epidemiológico y la movilidad entre las ciudades que tiene China, es un abordaje de la pandemia muy diferente al que tenemos y, por lo tanto, es un buen punto de referencia”, amplió la futura enfermera.
Sus apreciaciones no fueron para menos. Feng Yu, de la Universidad de Yat-sen, indicó que la economía del país logró sobreponerse gracias a la organización, los protocolos y el efectivo envío de paquetes para la asistencia sanitaria. Además, y a diferencia de otros países participantes, ellos como estudiantes lograron seguir sus prácticas clínicas bajo un estricto protocolo de protección.
La situación compartida por China fue muy diferente a la de Kenia. Miriam Mutembei, de la Universidad de Moi, indicó que en su país aumentaron los problemas sociales como la inseguridad y la inestabilidad social a raíz del COVID-19. De igual forma, se disparó “la violencia, la agresión sexual a las mujeres y la cantidad de embarazos adolescentes subió de manera importante”, compartió.
Otros jóvenes, como Brenda Paola Reyes, de México, expusieron problemas relacionados sobre el poco equipamiento, el alto riesgo de contagio, la vulnerabilidad en salud mental, así como la pérdida de trabajos y reducción de los ingresos familiares.
En lo mismo coincidieron los españoles de la Universidad de Navarra, quienes relataron la existencia de situaciones de estrés entre la población, mayores casos de depresión y dificultades de acceso a la salud. Estados Unidos tampoco fue la excepción.
Caitlynn Long, de la Universidad de Indiana, enfatizó que a raíz de la pandemia muchos lugares fueron cerrados. Además, la población sintió pánico y los despidos crecieron rápidamente.
En cuanto a los procesos de aprendizaje, casi la totalidad de los participantes concordaron en los retos de la virtualidad, la falta de recursos para la conexión a internet y la pérdida de las prácticas clínicas en los hospitales, a excepción de China.
La dinámica de la clase internacional consistía en reflexionar a partir de tres preguntas claves. La primera fue: ¿cómo la pandemia ha afectado los países? La segunda: ¿cuál ha sido el impacto económico? y, la tercera, ¿cómo la pandemia ha afectado los procesos de aprendizaje? En la imagen está Efraín Josué Carvajal Salas, estudiante de Enfermería de la UCR y segundo represetante ante la mesa de diálogo internacional.
La participación de la UCR en esta clase se consolidó gracias a la mediación de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (Oaice) de la UCR.
La UCR cuenta con una oficina en la Universidad Autónoma de México (UNAM), al igual que la Universidad de Indiana (UI), en lo que la UNAM denomina como Unidad Internacional de Sedes Universitarias.
Por esta presencia, la UCR ha fortalecido sus relaciones con la UNAM y con las otras sedes universitarias, como es el caso de la UI. Dicha vinculación otorgó la posibilidad de que la UCR fuera parte del aula espejo (aprendizaje colaborativo en línea) que, justamente, la UI estaba coordinando con otras universidades del mundo.
Si bien las clases espejo entre la Universidad de Indiana, la Universidad de Navarra (España) y la UNAM llevan tres años de efectuarse en el campo de la Enfermería, para la EE-UCR fue su primera vez y debutó en la experiencia con la mayor representatividad continental registrada en la Universidad de Costa Rica.
“Podríamos decir que esta es de las cosas buenas que tiene la pandemia. Desde hace tiempo la UCR realiza este tipo de clases espejo con otras universidades del mundo, pero con el COVID-19 se vienen haciendo cada vez más porque se está perdiendo el miedo a la virtualidad. Con estas modalidades podemos abrir más puertas con un costo reducido y con resultados positivos muy similares a otras estrategias de internacionalización presencial”, ahondó Laura Otero, coordinadora de la Oficina de la UCR en la UNAM.
De acuerdo con Otero, este es el momento para que más docentes se animen a efectuar clases espejo. Actualmente, otras unidades académicas están coordinando esta forma de participación. Una de ellas es la Escuela de Zootecnia de la UCR con la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México. De igual forma, ya se está trabajando con la Universidad de Indiana para que la UCR tenga un convenio de cooperación académica.
“Invitamos a más unidades académicas a sumarse. Si no fuera por el insumo tecnológico, quizá no sería posible contemplar tantos estudiantes dentro de esta experiencia, lo que hace que ahora tengamos una oportunidad más grande: poder reunir a las personas con un objetivo común para participar en modelos híbridos de aprendizaje”, exhortó Otero.