El volcán Rincón de la Vieja, ubicado en la provincia de Guanacaste, presentó un incremento en la actividad de los últimos días. La más reciente fue una erupción de tipo freática que expulsó ceniza y bloques. La columna de vapor emanada por el macizo alcanzó los 2 000 metros de altura sobre el cráter y tuvo una duración de entre 10 y 15 segundos.
Esta erupción causó el descenso de flujos piroclásticos (nubes densas y calientes de cenizas) por el flanco norte del volcán, los cuales, al canalizarse por los cauces de los afluentes, generaron corrientes de barro (lahares) por los ríos Pénjamo, quebrada Zanjonuda y Azufrosa, también conocida como Azufrada. Además, se observó una gran columna de gases visible en varios sectores cercanos al volcán.
Según Guillermo Alvarado Induni, profesor de la Maestría en Geología de la Universidad de Costa Rica (UCR) y vulcanólogo de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), esta erupción es completamente normal para un volcán activo.
Tan solo en el 2019, se generaron 23 erupciones en el Rincón de la Vieja, la última fue el 5 de diciembre. Sin embargo, ninguna tuvo la magnitud de la más reciente, aunque desde el punto vista vulcanológico, a esta última se le considera como una erupción pequeña.
El experto indicó que la actividad del volcán en los últimos meses había sido bastante baja; no obstante, en días recientes se empezaron a detectar sismos volcánicos de tipo tornillo que, junto con otros parámetros, generaron la alerta de que eventualmente podría ocurrir una erupción.
Esta actividad volcánica responde al calentamiento de los acuíferos en el interior del volcán, debido al movimiento de los cuerpos y fluidos magmáticos. Esto hace que se genere una acumulación de gases bajo el cráter, que termina desencadenando en una erupción.
Alvarado también mencionó que la CNE ya había iniciado la colocación de rótulos informativos en el flanco norte del macizo, con el fin de prevenir a los visitantes sobre la posible presencia de lahares en los ríos principales y de advertir el peligro de ingresar ilegalmente al cráter.
Debido a la actividad presentada, la CNE decretó alerta verde para los distritos de Aguas Claras y Dos Ríos de Upala. Además, recomendó monitorear las condiciones de los ríos que descienden por la cara norte del volcán y mantenerse al tanto en fuentes oficiales de información primaria, ya sea la Red Sismológica Nacional (UCR-ICE), el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) o la CNE.
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