Costa Rica necesita mejorar su potencial competitivo en todos los sectores para impulsar su economía y eso puede depender en gran medida de las condiciones que ofrezca el entorno en donde se desarrollan las actividades, es decir, ante condiciones idóneas la producción podría maximizarse.
Existen esfuerzos provenientes de entidades estatales y gobiernos locales dirigidos a producir los cambios necesarios para facilitar el progreso socioeconómico del país, y además establecer mejores condiciones de vida para las personas; sin embargo, muchas de estas propuestas trabajan individualmente y no tienen un punto de encuentro para interactuar entre sí y en conjunto lograr mejorar los resultados, a pesar de que se buscan metas similares.
De ahí que la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova) de la Universidad de Costa Rica (UCR), organizó el jueves 13 de febrero el foro denominado ESPÍN: Costa Rica hacia la innovación urbana.
La Licda. Génesis Durán Zúñiga, Gestora de Promoción de la Innovación de Proinnova UCR, dijo que buscaron abarcar cuatro variables principales: espacios públicos, movilidad urbana, ciudades inteligentes, y cultura, y a partir de ahí exponer iniciativas para que surjan sinergias que apoyen la innovación urbana.
“Quisimos crear una plataforma que conecte los distintos actores nacionales e internacionales que trabajan alrededor del tema del urbanismo y que están impulsando diversas iniciativas por separado, para que se conecten y se conozcan. El término ESPÍN es un concepto relacionado con los átomos, en los que varios ejes giran en torno a un eje central, y en este caso es el de la innovación urbana para que giren todas esas variables juntas”, comentó Durán.
La Arq. Lucía Artavia Guzmán, asesora sobre planificación y movilidad urbana de la Casa Presidencial, inició con el ciclo de charlas y centró su exposición en cómo se va a aprovechar el área de influencia del proyecto del tren eléctrico.
Entre las características más importantes están que tiene un circuito total de 72 km, atraviesa 15 cantones y tendrá un área de influencia de 216 km, la cual se ha identificado como una oportunidad para generar mejoras que impacten directamente a todas las zonas adyacentes.
“Se trata de vincular el sistema de transporte, en este caso la infraestructura férrea, con el territorio, que serían los 15 cantones que traviesa este proyecto. Con esto se cumpliría el objetivo de revertir el problema del crecimiento urbano y guiarlo hacia una estrategia de desarrollo urbano que concentre las actividades y la habitabilidad en puntos que realmente tengan la capacidad de concentrar densidades”, detalló Artavia Guzmán.
Esta Arquitecta agregó que la idea es articular el tren eléctrico con otras redes de movilidad (autobuses, ciclovías, taxis, etc.) para que desemboque en un sistema urbano integral, “la meta es lograr un plan subregional en un espacio de cinco años”, aseveró.
La Arq. Alejandra Orozco Mena recalcó la posición de privilegio que tiene Costa Rica en el mundo como el país con mayor diversidad, por lo que debemos de diseñar las ciudades de manera que no afecte el medio ambiente y aprovechar de forma sostenible y racional esa riqueza natural. Foto Karla Richmond.
Por su parte la Arq. Alejandra Orozco Mena, especialista en arquitectura del paisaje de la firma ENDÉMICA Arquitectura del Paisaje S.A., analizó en su presentación a los espacios públicos urbanos y la gestión que se viene dando sobre ellos, incluida la propuesta del tren urbano.
“En el área de la arquitectura se han desarrollado muy buenas estrategias para uso de energías alternativas, uso de aguas residuales, materiales reciclados, etc., pero, ¿qué pasa con el paisaje natural? En el caso del proyecto del tren, representa una gran oportunidad para Costa Rica pero no quiero que las personas simplemente salgan de sus casas, se suban al tren, lleguen al trabajo y viceversa; si va a haber una intervención urbana, por qué no hacerlo con la experiencia que tiene el país en las áreas protegidas, es decir, gestionar paisaje en ese espacio. La idea es que se diseñe toda una estructura de paisaje urbano basado en un eje de turismo, en donde las personas disfruten de estar en el espacio público”, acotó Orozco.
Esta arquitecta agregó que desde ya las municipalidades tienen que estar diseñando el espacio público tomando en cuenta las necesidades de los transportes eléctricos y también que cualquier edificación debe responder a una buena gestión de residuos, como el reciclaje y el compostaje (abono), “debemos gestionar el territorio rural, urbano y costero de una forma que facilite la protección de la biodiversidad, además de mantener e incrementar la cobertura forestal, y unir la experiencia del país en la conservación con la gestión del paisaje en el resto del territorio nacional”, subrayó Orozco.
Otro de los expertos invitados a este foro fue el viceministro de Paz, Jairo Vargas Agüero, quien se refirió a la experiencia que ha obtenido ese Ministerio al crear los Centros Cívicos por la Paz, que son espacios dedicados a la prevención de la violencia y promoción de la inclusión social, además que impulsan las capacidades de convivencia y buscan oportunidades de desarrollo mediante la educación, la tecnología, el deporte, actividades artísticas y de recreación.
Vargas manifestó que existen siete centros de este tipo, uno en cada provincia, y son administrados por las municipalidades, aunque fueron diseñados con los aportes dados por instituciones como el Ministerio de Cultura y Juventud; Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones; Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación; Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia, entre otros.
“Estos Centros tienen una premisa que es entender que los procesos de intervención con los jóvenes se hacen desde tres principales aristas: la primera involucra los procesos de crianza, en donde cada uno de ellos se desarrolla; el segundo es todo lo que acompaña a la educación formal y no formal; y la tercera es su interacción con el espacio físico. En éste último se les enseña y se les brinda herramientas y habilidades blandas para que puedan construir proyectos”, enumeró Vargas.
Los Centros Cívicos por la Paz benefician a las personas jóvenes, pero también se impacta a otros grupos de la población, aseguró Vargas; actualmente más de 5000 jóvenes han sido certificados como participantes de esta iniciativa.
Finalmente el vicerrector de Investigación de la UCR, Dr. Fernando García Santamaría, hizo un llamado para que las ciudades sean mejores sitios para vivir, “la investigación es un camino para encontrar soluciones que de otro modo no se podrían encontrar y es una muestra más del compromiso de la UCR para con la sociedad. Estamos firmemente comprometidos con la generación de espacios de encuentro y de discusión, pues los problemas que afectan nuestra convivencia, nuestra relación con las ciudades y nuestra apropiación de los espacios públicos son cada vez más complejos, y requieren una mayor colaboración para abordarlos desde diversas perspectivas”, indicó García.
Al foro ESPÍN: Costa Rica hacia la innovación urbana se inscribieron 240 personas y participaron como expositores 20 especialistas provenientes de diversas organizaciones e instituciones públicas y privadas.
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