Universidad de Costa Rica
“Nos vamos a mover hacia un nuevo esquema de transporte”, afirmó el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez. Foto: Archivo ODI.
“Invertir en petróleo y seguir invirtiendo en una economía carbonizada es como invertir en una fábrica de teléfonos públicos”, advirtió el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez Echandi. El funcionario defendió el plan de descarbonización de la economía que impulsa el actual Gobierno, al tiempo que repasó los principales retos ambientales del país.
“Nos vamos a mover hacia un nuevo esquema de transporte”, afirmó el ministro, para quien el actual sistema de transporte en el país resulta insostenible, ya que genera un costo anual de $3200 millones debido a accidentes de tránsito, el tiempo de permanecer en las presas en la carretera, la atención de enfermedades respiratorias asociadas a emisiones y por la contribución al cambio climático.
A lo anterior se debe agregar el monto de $1800 millones que gasta la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) en la compra de combustibles fósiles terminados en el exterior.
El político ofreció la charla “La importancia de la investigación científica en el desarrollo de las políticas públicas sobre el recurso agua en Costa Rica”, en la Universidad de Costa Rica (UCR), el pasado 12 de setiembre. Rodríguez fue invitado por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) como parte de sus celebraciones del 40.º aniversario.
De acuerdo con Rodríguez, el país debe moverse hacia un nuevo paradigma de movilidad. Para lograrlo, se trabaja en un proyecto de creación de un tren eléctrico, que contribuya a resolver los problemas de transporte público y de emisiones al ambiente.
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“El sentido de la propiedad del vehículo va a cambiar muy rápido en los próximos diez años, a la vez que las nuevas plataformas de movilidad ingresan. Entonces, el plan de descarbonización tiene sentido desde el punto de vista económico”, indicó.
El ministro insistió ante académicos, estudiantes y público visitante en la necesidad de contar con insumos que aporten a la toma de decisiones, como datos económicos y de todas las diferentes ciencias para el manejo de los recursos naturales, y no limitarse únicamente a la información de las ciencias biológicas.
Por lo tanto, el reto ambiental consiste en pasar de un modelo de desarrollo deficitario, desde el punto de vista ambiental, a uno con un superávit ambiental.
“Tenemos que entender que la transición hacia un nuevo modelo de consumo y producción tiene que sustentarse en un abordaje integral de conocimiento y desarrollo de ciencia económica para que podamos avanzar en esa dirección”, aseguró.
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Si hoy el costo del modelo de consumo y producción del país representa cerca de un 4 % del producto interno bruto (PIB) y el crecimiento de la economía es de un 2 %, técnicamente estamos en recesión ambiental. Lo que estamos haciendo entonces es dilatando un colapso que en algún momento sucederá”, argumentó.
Esa transición, agregó, requiere la eliminación de los subsidios al sector de los combustibles y al sector pesquero.
“A nivel global los seres humanos invertimos 166 veces más en actividades que generan deforestación, como la agricultura, la minería y la energía, que lo que invertimos en conservación de los bosques”, aseveró el político.
En relación con las políticas gubernamentales en los océanos, el jerarca del Ambiente mencionó que lo más importante que la actual administración ha hecho es oficializar el nuevo mapa de Costa Rica, que comprende no solo tierra, sino también el mar.
“Costa Rica está constituida en un 92 % por los océanos y el 50 % de estos lo tenemos a dos kilómetros de profundidad, donde es oscuro y frío y no sabemos que hay allí. Esto convierte al país en el más grande de Centroamérica”, destacó el ministro.
Próximamente este mapa será adoptado por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
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El diseño institucional en el mar es casi inexistente, advirtió Rodríguez. Tenemos 100 años de rezago. Si bien la responsabilidad y la rectoría del Minae a largo plazo es mantener los mares limpios y saludables, la gobernanza marina es una de las prioridades en este momento.
“Tal como lo hemos hecho en la parte terrestre, donde desde hace 200 años se han creado estructuras de gobernanza sobre la distribución administrativa y política del país, en el mar no se ha avanzado en este tema. En el mar pescamos, pero también hay transporte, investigación, desarrollo, turismo e inseguridad. Con una visión integrada, establecimos un decreto de gobernanza", puntualizó. Sin embargo, este ha sido objetado por el sector pesquero, "que se cree el dueño del mar", aseguró.
"Costa Rica dio un paso al seguir un modelo verde y no estractivista. Tenemos la oportunidad de desarrollarnos bajo un modelo diferente", concluyó el político.
