Especialistas de Argentina, Brasil, Chile, México y Costa Rica se reunieron en la Universidad de Costa Rica para compartir experiencias y conocimientos durante el Encuentro de investigación y creación en las academias de América Latina, que organizó la Escuela de Artes Dramáticas el pasado mes de julio.
Uno de los problemas principales que se planteó fue la dificultad que tienen los artistas para acceder a estos fondos, principalmente porque cuando un investigador de arte debe llenar los formularios para optar por el financiamiento, las preguntas están hechas para proyectos de ciencias sociales o ciencias duras, señaló la Magíster Roxana Ávila Harper de la Universidad de Costa Rica.
Es así como se identifica el problema central, la estructura de los formularios imposibilita que los artistas investigadores tengan acceso a fondos especializados para la investigación cultural a profundidad. La inaccesibilidad a estos fondos desemboca en que estos se pierdan por no ser utilizados. Ante esto, durante las charlas y talleres se buscó definir qué es eso que llaman “investigación-creación” en el arte. La delimitación de este término es fundamental porque la investigación artística no es la misma de las ciencias sociales ni de las ciencias exactas.
Las personas expecialistas que fueron seleccionadas para compartir sus experiencias y visiones de la investigación artística desde las academias de América Latina fueron el Dr. Jorge Dubatti de la Universidad de Buenos Aires, la Dra. Ana Harcha de la Universidad de Chile, el Mag. Atanasio Cadena de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Mag. Roxana Ávila Harper de la UCR, quienes debatieron acerca del tema de acceso a fondos de educación para las investigaciones desde la academia.
Por su parte, la doctora Ana Harcha explicó cuál fue la decisión que se tomó en la Universidad de Chile, donde uno de los principios rectores para poder hacer ese cambio en la forma en la que se percibía la investigación, fue reconocer el lenguaje particular que tiene la creación artística dentro del campo académico.
“Si se saca el arte de la academia, la academia pierde, no gana con convertirse en otra cosa”, afirmó Harcha. Se estableció muy claramente que la creación artística se debía entender como un modo específico de desplegar pensamiento y generar reconocimiento en lo cultural.
Además comentó que uno de los puntos claves fue ofrecer a los artistas espacios en los que se mostrara desde la práctica cómo se puede investigar en esta área.
El profesor Atanasio Cadena destacó que desde el teatro, por ejemplo, los artistas se conocen a sí mismos, reflejan esos sentimientos que son muy valiosos y a partir de eso se producen reflexiones y pensamiento.
Otro aspecto que suele ser problemático es que los artistas durante su delimitación del tema para estudio se ven influenciados por factores externos como los formularios o estándares establecidos, lo que causa que muchas veces el tema seleccionado termine siendo muy lejano a la idea principal que se tuvo.
Durante el encuentro, el estudiantado de posgrado y licenciatura tuvo la oportunidad de reunirse con algunos de los académicos visitantes para conversar sobre los retos y posibilidades de sus proyectos de investigación.
Este encuentro sirvió para acercar experiencias entre las distintas universidades y conocer de primera mano el trabajo que se está realizando para consolidar el reconocimiento de la investigación artística dentro de la academia.
El Dr. Jorge Dubatti de la Universidad de Buenos Aires fue el encargado de ofrecer la conferencia inaugural en la que habló sobre la investigación en las artes y todas las posibilidades que esto representa.
Anécdota tras anécdota Dubatti centró su disertación en la importancia de reconocer dentro de las diversas líneas de pensamiento aquello que se denomina Ciencias del Arte y específicamente las Ciencias del Teatro, que es aquel conjunto de disciplinas científicas que producen sobre el teatro un discurso riguroso, fundamentado, crítico y validado por una comunidad de expertos.
“Las Ciencias del Arte se plantean ciertos problemas que solamente se los plantean las Ciencias del Arte”, recalcó Dubatti.
Aunque este concepto aún tiene detractores, especialmente dentro de aquellas disciplinas que trabajan bajo el marco del método científico, el investigador explicó que hay un consenso en que se está buscando un horizonte nuevo para la relación entre la praxis artística y la ciencia en la función universitaria.
De esta manera, el académico destacó tres áreas que componen la filosofía de la práctica teatral. Un pensamiento implícito que surge de las estructuras y las formas del teatro, mientras que el pensamiento explícito es aquella producción de conocimiento que se genera desde, para y sobre la praxis de esta disciplina, y lo que corresponde a las Ciencias del Arte.
Según explicó Dubatti, dentro de esta estructura se reconocen además cuatro figuras en la producción de conocimiento.
El artista-investigador que es aquella persona que hace arte y que durante este proceso desarrolla investigación; el investigador-artista que además de ser artista tiene formación sólida en investigación científica; el artista asociado a un investigador no artista; y el investigador participativo, que sin ser artista coloca su laboratorio en el campo teatral.
“Todo artista está investigando todo el tiempo ya sea en el hacer, en la reflexión sobre el hacer o en el registro de la experiencia”, resumió el profesor argentino.
Por esta razón comentó que desde la docencia universitaria se debe trabajar sobre la idea de que al producir arte se está produciendo pensamiento y desinhibir al artista-investigador para lo que propone algunas políticas universitarias como rescatar el pensamiento teatral producido de una filosofía de la praxis por los artistas y agentes productores del campo teatral; estimular la producción de ese pensamiento así como su edición y conservación; y poner esto elementos en multiplicación con las Ciencias del Arte.
“La Universidad en su dimensión innovadora debe producir estas tres dimensiones de una filosofía de la praxis artística tanto arte, pensamiento artístico y ciencias del arte, en nuestro campo específico, teatro, pensamiento teatral y ciencias del teatro, no como campos separados sino fecundamente integrados”, concluyó Dubatti.