Académicas y feministas de la región Latinoamericana se reunieron en la Universidad de Costa Rica (UCR) para debatir sobre los retos y escenarios que plantea la comunicación actualmente a las luchas de género.
La reflexión se dio a partir de talleres, ponencias y charlas que tuvieron lugar el 4 y 5 de junio en el marco del “II Encuentro: Feminismo, género y comunicación” organizado por el Centro de Investigación en Comunicación (CICOM) en coordinación con otras instancias universitarias.
La directora del CICOM, Yanet Martínez Toledo, señaló la intención de aprovechar el espacio para la generación de diálogo y discusión que inspire estrategias conjuntas de transformación en un contexto marcado por el retroceso en materia de derechos humanos pero en el que también, las mujeres han alzado su voz con demandas claras.
“Vernos como aliadas y aliados, proponemos que este sea un encuentro en el que la diversidad, el discurso polifónico marcado por nuestras experiencias de aprendizaje, acción y transformación y el respeto a los derechos humanos sea el marco desde el cual cuestionamos la cultura patriarcal” enfatizó la académica.
Por su parte, la Vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales, Luz Marina Vanegas, reconoció la importancia de la iniciativa en “momentos en que los medios de comunicación deben asumir una labor protagónica para romper con la reproducción de estereotipos y la naturalización de la desigualdad marcada por la diferencia de género”.
La Ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora, celebró el desarrollo del espacio y afirmó que la comunicación es medular para la transformación y el cambio social, convencida de que “la cultura machista y patriarcal se perpetúa, pero también se combate en la comunicación”.
“La cobertura periodística, la industria publicitaria, las redes sociales pueden contribuir de manera determinante, en la construcción de una cultura de igualdad, libre de discriminación y violencia contra las mujeres” enfatizó Mora.
La inauguración del Encuentro contó con la participación de cinco de las 19 integrantes del grupo “Palabras libres”, creado en el año 2013 por la poetisa Luissiana Naranjo y que ahora coordina un trabajo comunal universitario (TCU) a fin de fomentar la lectura y la escritura creativa entre las privadas de libertad del Centro de Atención Integral Vilma Curling.
Las miembros de este TCU declamaron algunos de los poemas que han escrito como resultado de esta experiencia, que según Kattia Salas Guevara les permite trascender pese a que se les ha limitado temporalmente la libertad de tránsito.
A la opinión de Salas se sumó Katherine Sánchez, quién afirma que además de ser un espacio de liberación personal, esta iniciativa universitaria les ofrece la oportunidad de “quitarse la etiqueta del pecado de ser privadas de libertad”.
“El arte no mide si se es privada de libertad, si se tiene alguna discapacidad o razón de género, simplemente el arte nos ayuda a liberarnos” enfatizó Sánchez.
Entre las temáticas abordadas en los diversos espacios del Encuentro destacó el debate sobre las representaciones de género que realizan las medios de comunicación en diversos países de Latinoamérica.
El fotógrafo Antonio Bunt de Iconos México compartió los resultados del análisis que realizó junto a la investigadora Adriana Barragán respecto al tratamiento visual presente en 282 portadas publicadas entre el 2007 y el 2008 por el Diario Metro en torno a casos de femicidio.
“Es aterrador ver algunas de estas portadas, sino es que todas” afirmó Bunt, quien describió como grotesco el tratamiento brindado a este fenómeno, cuya presencia mediática es cada vez más recurrente como resultado también, de un alarmante incremento de casos.
“Lamentablemente esta investigación sigue siendo vigente porque podemos seguir analizando las portadas y todos estos elementos, que lamentablemente se han vuelto parte de la cotidianidad en México” enfatizó Bunt.
El artista afirmó a partir de los resultados de esta investigación que el periodismo de nota roja se ha convertido en “un aparador ideológico del estado para crear miedo, confusión y angustia en la población”.
“Metro es un diario amarillista, no hay una cuestión estética en sus portadas, sino que es más bien como ruda, sin ningún tipo de búsqueda. Y me pregunto cómo buscamos estética en una imagen así” concluyó.
Las comunicadoras argentinas, Flavia Delmas y Marianela García, abordaron la construcción de la categoría de femicidio desarrollada por los medios de comunicación locales en los distritos de La Plata, Berisso y Ensenada, en la provincia de Buenos Aires.
Las investigadoras analizaron 371 noticias publicadas en 2017 en cuatro medios locales diferentes y determinaron que, aunque se pasó de hablar de “crímenes pasionales” a femicidios, los hechos siguen siendo posicionados como temas judiciales.
Afirman que la divulgación de los casos en esa sección particular implica lógicas periodísticas específicas, como es la consulta recurrente a las fuentes policiales y una priorización de las voces masculinas.
“Las organizaciones feministas de mujeres, son consultadas en menos del 10% del cuerpo de las noticias, es decir, no son una voz legítima para hablar de esos casos” denunciaron.
Por su parte, la investigadora costarricense Larissa Tristán cuestionó si la pluralidad de contenido en las redes sociales superó los discursos patriarcales respecto al control del cuerpo de las mujeres que han reproducido históricamente los medios tradicionales.
Tristán analizó el contenido divulgado por “influenciadores” en las plataformas de Instagram, Pinterest y Facebook y tras la revisión de 1264 publicaciones determinó preliminarmente que la representación de las mujeres se resume a cuatro significantes: cuerpo, belleza, salud y comida.
“Todo se sigue enfatizando en lo corporal, a pesar de que se supone que estamos en una era de reivindicación de la mujer en otras áreas...nos cuesta generar discursos que no estén basados en antinomias, que no sean dicotómicos” concluyó.
La organización del “II Encuentro: Feminismo, género y comunicación” contó con el apoyo de la Vicerrectoría de Investigación, la Vicerrectoría de Acción Social, la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, el Posgrado en Comunicación y el Instituto Nacional de la Mujeres (INAMU).