En el año 2017, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas. Esto con el fin de crear conciencia sobre la importancia de los polinizadores para la supervivencia de los ecosistemas y la seguridad alimentaria.
Las abejas, junto con otros animales como los murciélagos, las mariposas y las aves, participan del síndrome de polinización, el cual consiste en llevar el polen de una planta con flor a otra para facilitar su reproducción. Una vez que el polen viaja de flor en flor, esta se fecunda y produce los frutos y las semillas.
La polinización beneficia tanto a la planta como al animal que transporta el polen ya que en el proceso encuentran su principal fuente de alimento. En algunos casos, el animal consume el néctar, que es un líquido que contiene altas cantidades de azúcar y en otros se alimentan directamente del polen.
Las abejas proveen diversos beneficios al ser humano. Ellas polinizan plantas que proveen alimento rico en micronutrientes, como son: las frutas, hortalizas, semillas comestibles, frutos secos y aceites. Además, fabrican miel, que puede ser utilizada como antiséptico en heridas y como endulzante natural en comidas, aumentan la producción de alimentos y la seguridad alimentaria y son fuentes de estudio para la obtención de medicamentos.
Desde la Universidad de Costa Rica (UCR), se están investigando bacterias asociadas a abejas con potencial antibiótico. De la misma manera, los proyectos de acción social Concientización como una herramienta para la conservación de las abejas silvestres utilizando nidos artificiales en zonas urbanas (EC-448) y Divulgación sobre la diversidad, importancia y conservación de las abejas nativas de Costa Rica (ED-3322) trabajan con el objetivo de dar a conocer la importancia de estos pequeños animales para mantener la vida en nuestro planeta.
Existen diversos factores que ponen en riesgo la diversidad de abejas en el mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) menciona que el uso de agroquímicos (cuyo consumo en el país es el más elevado de América Latina), la urbanización descontrolada, la siembra de plantas exóticas en lugar de nativas y la sustitución de bosques por monocultivos, son algunas de las principales causas de extinción de esta especie.
Para contrarrestar estos problemas, la Universidad Nacional (UNA) y la UCR han instalado hoteles para abejas, los cuales contienen madera, tierra o barro para que los habiten distintas especies. Con la pérdida de hábitats debido a la urbanización, estos hoteles y nidos artificiales representan un espacio para que estas abejas puedan encontrar refugio.
Algunas de estas estructuras artificiales se han instalado tanto en la sede Rodrigo Facio, en el campus Omar Dengo de la UNA y en parques de Curridabat, San José, Canjel, Jicaral y Guanacaste.
Tomado todo esto en consideración, es importante que se lleven a cabo acciones para proteger a estas especie. Se recomienda sembrar plantas nativas, reducir el exceso de agroquímicos mediante técnicas alternativas menos dañinas como el combate biológico o los abonos orgánicos y promover el uso de sistemas agroforestales en donde se diversifiquen las plantas.
Solo por medio de esfuerzos colaborativos entre planificadores urbanos, organizaciones nacionales e internacionales y académicos que monitoreen, investiguen y evalúen a los polinizadores se podrán conservar las abejas y los ecosistemas.