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Iniciativas universitarias apoyan a personas refugiadas y migrantes

Miembros de la comunidad universitaria suman esfuerzos para favorecer respeto a derechos humanos y atención de necesidades básicas
15 may 2019
En el año 2016, Costa Rica experimentó una significativa oleada migratoria de personas africanas. Actualmente, el país recibe mayor cantidad de migraciones de Venezuela y Nicaragua, como resultado de los conflictos sociopolíticos que experimentan ambas naciones. (Imagen con fines ilustrativos) Laura Rodríguez Rodríguez

Iniciativas impulsadas por miembros de la Universidad de Costa Rica (UCR), desde su quehacer institucional o personal, apoyan el acceso de las personas refugiadas y migrantes en el país a servicios legales, acompañamiento académico e incluso, la atención de sus necesidades básicas.

Docentes y funcionarios compartieron sus experiencias en un conversatorio organizado el 8 de mayo por la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) en el marco del primer aniversario de la lucha del pueblo nicaragüense contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, la cual ha desencadenado una representativa oleada migratoria.  

Proyectos velan por acceso a educación

La psicóloga, Silvia Azofeifa es responsable del Trabajo Comunal Universitario (TUC) “Migrantes como sujetos políticos” desde el cual, ha sido testiga de las dificultades que enfrentan estas poblaciones en el ámbito académico, tanto los profesionales graduados como quienes tuvieron que  interrumpir sus estudios.

La escasez de recursos económicos dificulta que los migrantes puedan pagar los altos costos de  convalidación de sus estudios universitarios o retomar los estudios superiores, lo cual se agrava cuando el desplazamiento forzado impidió que viajaran con todos sus documentos y títulos.

La académica afirma que el TCU se ha encargado de brindar acampamiento y orientación respecto a las alternativas a las que puedan acceder las personas en esta condición, tales como solicitud de becas mediante la articulación con diversas instancias.

El abogado Milo Yang forma parte de la Clínica de Migración y Refugio, iniciativa que desde el pasado mes de enero, ofrece asesoría legal a las  personas migrantes y refugiadas que estén experimentando violación de sus derechos fundamentales, tales como el acceso a servicios de salud o educación.

Yang afirmó que existe gran desconocimiento en las instituciones gubernamentales respecto a este tema, lo cual se traduce en acciones que violentan la legislación nacional e internacional que protege a estas poblaciones, quienes en pocas veces defiende sus derechos por temor respecto a su condición.

Según el experto, esta iniciativa universitaria suma hasta ahora 104 casos atendidos de personas procedentes de diversos países de la región como Venezuela, Colombia, Nicaragua y Salvador. Entre las acciones desarrolladas de esta instancia se incluye la gestión de recursos de amparo.

Docentes e investigadores de la UCR compartieron las experiencias de apoyan, desde el ambito profesional y personal, para apoyar a personas refugiadas y migrantes en el país.  Laura Rodríguez Rodríguez

El investigador Carlos Sandoval compartió la experiencia de trabajo que desarrolla desde el año 2003 desde la iniciativa “Merienda y zapatos” la cual se ha propuesto a lo largo del tiempo favorecer la permanencia en el sistema educativo de niños y jóvenes migrantes y refugiados.

 La iniciativa recibe donaciones para la compra de útiles escolares y recibe el apoyo de estudiantes universitarios para brindar tutorías académicas que fortalecen el proceso de aprendizaje de los menores. Sandoval resaltó que 50 jóvenes participantes de la iniciativa concluirán este año sus estudios de secundaria.

Academia que promueve reflexión  

El docente Carlos Granados expuso las razones que motivaron la creación de la “Iniciativa Universitaria por Nicaragua”, la cual surgió el año anterior desde un grupo de trabajadores universitarios indignados por la agresión que viven cientos de estudiantes nicaragüenses como resultado de la actual crisis de su país.

El académico afirmó que los integrantes de la agrupación coinciden en la necesidad de tener universidades libres para consolidar sociedades prósperas y por esta razón, han intentado ofrecerle “universidad” a los jóvenes que han migrado a Costa Rica como resultado de la situación nicaragüense.

Según Granados, la iniciativa ha dado lugar a espacios de debate y reflexión con la participación de estudiantes migrantes, a quienes también, los integrantes del movimiento han ofrecido de manera independiente y voluntaria apoyo en alojamiento, alimentación y servicios básicos.

Finalmente, la docente Marisol Gutiérrez, evidenció los esfuerzos que desde el proyecto de Acción Social “Dictadura. Exilio y retorno en la literatura chilena: lecturas a 45 años del golpe militar” ha generado para crear espacios de reflexión intergeneracional respecto a las dictaduras latinoamericanas.

La académica afirmó que desde las aulas de la Escuela de Estudios Generales la iniciativa se ha valido del estudio de la literatura generada en los entornos de dictura para compartir memoria histórica y sensibilizar al estudiantado universitario respecto a estas coyunturas.

Mientras se desarrolló la actividad, un grupo de personas migrantes y refugiadas expuso en el Pretil de la Sede Rodrigo Facio los productos y servicios que han emprendido y que les permiten generar ingresos económicos para atender sus necesidades en el país.

Hace poco más de dos años, Eldaa Esmeralda Cuellar dejó su natal Salvador para venir a Costa Rica junto a su esposo. La elaboración de artículos con trapillo se convirtió en su fuente de ingresos.
Abigail Morán es salvadoreña y al llegar al país hace 3 años, retomó sus habilidades en costura para crear bolsos, delantales, bultos y cualquier tipo de prenda que los clientes le soliciten.
Maritza Elizabeth Argate y José Ortíz Argate, son salvadoreños y viven en el país hace 3 años. Utilizan las chapas de refresco para elaborar prensas de cabello y diademas.
Victoria González es venezolana y actualmente se  dedica a la elaboración de bufandas y collares de lana. Ella migró a Costa Rica hace 3 años junto a su esposo y sus tres hijos.
La salvadoreña Bernarda Paíz elabora zapatos tejidos que ofrece al mercado costarricense desde hace 3 años.

La venezolana Liz Valero trabaja para posicionar su marca de diseño Ahimsa, el proyecto que registró hace poco más de dos años, cuando llegó a Costa Rica junto a su pareja.

 

Andrea Méndez Montero
Andrea Méndez Montero
Periodista, Oficina de Divulgación e Información.
Destacada en: ciencias sociales
andrea.menvbmbdezmontero  @ucrmoqd.ac.cr

Comentarios:

1
  • Nazareth Reyes avelares 2024-08-28 12:02:11
    Soy refugiada y me gustaría estudiar inglés para poder tener un mejor futuro
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