La Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica (UCR) reconoce la necesidad de “abrir sus paredes” para acercarse a las comunidades del país y comprender la realidad de las poblaciones, un acercamiento que se hace desde la psicología comunitaria. La reflexión se dio en el marco del coloquio “Comunidades: Miradas críticas desde la academia" organizado por estudiantes de la Maestría Profesional en Psicología Comunitaria. El espacio reunió a profesionales y estudiantes de varias disciplinas que han trabajado o están trabajando en comunidades específicas.
La estudiante Zaida Valverde es una de las seis universitarias que coordinó las actividades con la colaboración de Catalina Ramírez, directora de la maestría. Valverde mencionó que transformar el conocimiento académico en acciones concretas fue una de las motivaciones que los llevó a organizar la actividad y que permitió valorar la apertura de la institución en este campo de conocimiento.
“Nos dimos cuenta que estaba faltando esta apertura de la academia hacia las comunidades y las personas, por eso decidimos ampliar nuestro marco referencial con otras disciplinas, otros profesionales y otras visiones” remarcó la psicóloga.
De acuerdo con Valverde el objetivo de la actividad fue "justamente abrir las paredes de la Universidad de Costa Rica y traer la comunidad a la universidad y la universidad a la comunidad”, ya que la naturaleza cambiante de las comunidades y las personas requiere de la cercanía de la academia.
El espacio dio lugar a siete mesas de diálogo y 28 ponencias todas ellas vinculadas al quehacer de la psicología comunitaria y la presencia de la academia en las comunidades costarricenses.
Uno de los 35 expositores que participaron en el coloquio fue el psicólogo Ignacio Dobles, quien mencionó que “trabajar en la psicología comunitaria es trabajar con las aspiraciones, sufrimientos y vivencias de las grandes mayorías”.
El catedrático resaltó la necesidad de “integrar los esfuerzos” de las diferentes áreas de conocimiento, ya que estos proyectos “tienden a disgregarse”, lo que ocasiona que pierdan efecto sobre estos grupos.
“Primero están las vivencias comunitarias y después está la manera en que las disciplinas lo piensan. Ante todo hay que poner las vivencias de las comunidades” remarcó Dobles.
El psicólogo finalmente mencionó la importancia de la interdisciplinariedad para abarcar estos grupos, ya que en las comunidades confluyen problemáticas que deben ser abordadas desde múltiples puntos de vista.
“Las comunidades no está divididas en disciplinas, ahí está todo junto y eso lo enriquece aún más. Hay que trabajar en conjunto con otras visiones porque eso enriquece el esfuerzo común” finalizó.