Desde el 11 de marzo al 05 de abril 2019 en el vestíbulo del primer piso de la Facultad de Letras está en exposición la muestra “Tres décadas de litografía” de Alberto Murillo. La cual es una retrospectiva del artista donde recoge sus principales obras desde 1988 hasta el 2018.
Para el Lic. Vicente Alpízar Jiménez de la Vicerrectoría de Acción Social: “los trabajos de Alberto Murillo nos recuerdan la soltura y la versatilidad del dibujo, permeándolo de una riqueza técnica aún mayor, al involucrar el carácter litográfico, riqueza que es poco conocida en el ámbito costarricense, por lo menos en cuanto a la estampa artística se refiere.”
La litografía es una técnica que requiere de una amplia inversión en equipos y materiales. Esto afecta en su desarrollo. La Universidad de Costa Rica es de los pocos lugares del país que ha logrado mantener un taller apto para el desarrollo de esta técnica.
Sin embargo, desde hace unos siete años Murillo ha estado desarrollando el área de la litografía sostenible para intentar abaratar costos y promover la técnica. Alberto plantea que la idea es intentar “adaptar la técnica a nuestro medio, algo así como tropicalizarla.”
El primer paso según Herrera fue que “identificamos cuáles son los elementos negativos”. Entre estos están: el ácido nítrico, el ácido sulfúrico en su forma pura, los solventes del petróleo, la goma arábiga y la resina de colofonia. En el caso del ácido nítrico, que es peligroso para la piel, se encontró que lo importante es el PH y no la sustancia como tal. Esto permite que se pueda reemplazar por el jugo de limón que tiene un grado de acidez similar.
Por su parte los solventes del petróleo se cambiaron por aceite mineral y aceite de limoneno, extraído de la cáscara de los cítricos, que son excelentes disolventes de tinta. Mientras que la goma arábiga puede ser sustituida por miel de abeja. Esto porque los ácidos orgánicos de la miel de abeja son muy eficientes en el proceso de fijar la imagen.
No obstante, el uso de la resina no se puede eliminar del todo ya que es la encargada de proteger a la grasa del ácido aplicado, lo cual define la calidad de la imagen y el contraste de los blancos y negros. Como medida de contención para su implementación se requiere el uso de mascarilla, ya que puede dañar los pulmones si se absorbe por la vía respiratoria.
El proceso de una litografía generalmente varía dependiendo del artista o de si se hace con el equipo especial, pero suele tener pasos en común. Es por esto que Alberto enumera cual es su metodología:
Primeramente, se realiza el dibujo sobre una piedra lo cual puede llevar entre uno o dos semanas. Tras esto, la grasa del dibujo actúa sobre la piedra y se hace un compuesto oleofílico que absorbe aceites rápidamente. La goma o miel se junta con las gotas de ácido nítrico o gotas de limón, donde actúan sobre los blancos de la piedra, o sea, el dibujo. La unión de estos líquidos fija una estructura llamada: goma adherida que recibe el agua que pronto será esparcida.
El proceso continúa después de que se humedece la piedra y se esparce el rodillo con tinta. Es ahí donde las zonas húmedas rechazan la tinta y zonas de dibujo recogen la tinta. Finalmente, se procede con la impresión, la cual si se cuenta con una prensa especial permite sacar entre 10 y 15 copias por hora. Cuando el proceso se hace de forma manual, algunos pasos varían su tiempo de realización.
Murillo con la ayuda de literatura especializada encontró la forma de imprimir a mano y sin prensa. Lo cual ha generado que el 90% de sus grabados desde el 2012 sean de esta forma y no tóxicos. Esto da ciertas ventajas como: poder trabajar con mármol comercial, que es más económico y permite actuar desde la comodidad del hogar sin un taller profesional como tal.
Sin embargo, hay retos al utilizar esta técnica “no es solo decir este material sirve, sino es cómo se puede usar este material y que el resultado sea seguro y que se pueda repetir”, explicó.
Inició con el maestro Luis Paulino Delgado como su mentor en el arte, Alberto Murillo ha desarrollado una amplia carrera desde la obtención de su Bachillerato en Artes Plásticas con énfasis en Grabado en la Universidad de Costa Rica. Además de su Maestría en Bellas Artes con énfasis en Grabado en la Universidad de Iowa, Estados Unidos. Ha desempeñado su labor como grabador, curador e investigador; aunque siempre enfocado en la litografía.
En síntesis, para el autor “la litografía es en esencia la técnica del dibujante.” Además de que “despierta el científico que vive en el artista” porque tienen que jugar con la química y las cualidades de los compuestos, con el fin de experimentar y obtener diferentes versiones y usos. Alberto considera que su marca personal está en la esencia de su grabado y en el juego que hace con las dicotomías tristeza-alegría y luz-oscuridad.
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