Marianela Cortés Muñoz, directora de Proinnova-UCR Karla Richmond

La Universidad de Costa Rica cuenta con un dinámico ecosistema interno de innovación donde interactúan, todos los días, más de 50.000 personas entre estudiantes, docentes-investigadores y administrativos. Es un entorno que cuenta con múltiples espacios educativos y de investigación como fincas y estaciones experimentales, museos, plantas piloto, laboratorios y reservas entre otros recursos. Cada día nuevas ideas germinan en los cursos, los proyectos, los espacios académicos y otras actividades; muchos actores universitarios trabajan también en comunidades del país.

La Universidad ha mantenido siempre una intensa colaboración con el sector social y productivo del país como parte de su fuerte compromiso con la sociedad y el desarrollo de Costa Rica. En el Estatuto Orgánico está claramente establecido ese compromiso; la visión de conectar ese ecosistema interno con la sociedad se ha traducido, a lo largo de los años, en la creación de una serie unidades de apoyo especializadas y programas. Esto ha marcado, sin duda, la evolución del ecosistema y ha permitido que el conocimiento gestado en la UCR impacte a la sociedad.

En 1988 se ideó el programa de innovación tecnológica (PITUCR) el cual dio pie a la creación de la Unidad de Transferencia Tecnológica (UTT) en 1990. En el 2005 se crea Proinnova-UCR, como una unidad técnica especializada de apoyo a la investigación, cuya misión es proteger, gestionar y transferir el conocimiento que se genera en la UCR que tiene el potencial de generar innovación en el sector socio-productivo.

Desde una universidad pública tenemos el deber de divulgar el conocimiento de la forma más amplia, sin embargo, en algunos casos la protección del mismo permite tomar decisiones estratégicas y poner ese conocimiento al servicio del desarrollo del país. A través del uso de ese conocimiento ministerios, empresas públicas, empresas privadas, asociaciones y ONG’s han venido generando un impacto positivo en múltiples aspectos de la vida nacional.

Adicionalmente los casos que gestionamos desde Proinnova-UCR demuestran también la capacidad de la Universidad de impactar más allá de nuestras fronteras generando, por ejemplo, nuevos negocios y resolviendo problemas de salud pública en otros países. Desde Proinnova-UCR se acompaña a los docentes-investigadores en esta forma de vinculación que implica el licenciamiento de la propiedad intelectual institucional. En los casos en que ese nuevo conocimiento tenga el potencial de generar una nueva empresa o entidad intensiva en conocimiento ésta puede incubarse en la Agencia Universitaria de Gestión de Emprendimiento (AUGE-UCR), que fue creada en el 2012, y es una comunidad emprendedora que incuba proyectos innovadores e impulsa organizaciones dinámicas para contribuir con un desarrollo inclusivo, busca elevar las posibilidades de éxito de emprendimientos por oportunidad, que sean creativos, dinámicos y sustentables; esto mediante una gestión práctica e innovadora, fundamentada en la colaboración, el acompañamiento y las alianzas. Recientemente desde la incubadora se concretó un acuerdo con el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) para operar fondos para emprendimiento.

Más recientemente, en el año 2017, se creó el Laboratorio Colaborativo de Innovación Pública (INNOVAAP-UCR), proyecto de la Escuela de Administración Pública apoyado desde la Vicerrectoría de Acción Social y desde la Vicerrectoría de Investigación y que tiene ya una amplia cartera de actividades. En el año 2018 se firmó un convenio entre la UCR y el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) para trabajar, a través del INNOVAAP-UCR, un tema clave para el país como lo es la simplificación de trámites. Otras experiencias desarrolladas incluyen el trabajo con municipalidades donde el ciudadano es protagonista a través de la co-creación y colaboración en la generación de nuevos procesos. Con ese enfoque el ciudadano es artífice de la innovación pública. En abril del 2018, se creó el Proto Lab UCR, un laboratorio de prototipado y un espacio de experimentación de la Universidad que es gestionado desde la FundaciónUCR. Este espacio maker viene a complementar ese ecosistema interno.

Finalmente, en enero 2019, nace Hélice-UCR, como una nueva etapa en la vinculación de la Universidad con el sector socio-productivo y que es apoyada por la República de Corea, país líder en innovación a nivel mundial, a través de su agencia de cooperación KOICA. La Universidad de esta manera ratifica su compromiso de seguir trabajando para el desarrollo del país y de la región a través de la mejora de la competitividad y el fortalecimiento del vínculo universidad-empresa y la promoción de los procesos de innovación social.

Este artículo fue previamente publicado en Blog Proinnova-UCR

LEA TAMBIÉN: Así se gesta la innovación y el emprendimiento en la UCR