Costa Rica está dentro de los cinco mejores sistemas de salud del mundo y este logro no es casualidad. La simulación clínica desempeña un papel crucial para que los profesionales garanticen, en todo momento, la seguridad de las personas.
En este campo, la Escuela de Enfermería de la Universidad de Costa Rica (UCR) destaca como pionera y líder en el país, con más de 100 años de existencia. Pero no solo eso, sino que también cuenta con el respaldo de la Universidad de Penn State, uno de los centros más prestigiosos de los Estados Unidos.
Esa reputación fue motivo suficiente para que 23 profesionales provenientes de Costa Rica y Brasil se capacitaran en el III Curso Internacional para Instructores en Simulación, que se realizó en Latinoamérica y por segunda vez en el territorio nacional.
El propósito del encuentro fue fortalecer las habilidades de enseñanza de los instructores quienes, posteriormente, se encargarán de instruir a los estudiantes del área de salud. De esta forma, los futuros enfermeros y enfermeras, mediante la guía de docentes altamente capacitados, pueden perfeccionar sus capacidades técnicas, así como las destrezas de comunicación y el juicio crítico, en modelos humanos antes de atender a una persona real.
Lo anterior disminuye considerablemente las probabilidades de eventos adversos durante el proceso de atención. Mediante un adecuado proceso de enseñanza a través de la simulación, los alumnos son capaces de experimentar y rectificar los pasos a seguir en diversidad de casos, incluso los más complejos, hasta alcanzar la excelencia.
“El curso de Penn State se brinda en diferentes partes del mundo. El año pasado se dio en Costa Rica y estamos muy felices de la forma en cómo la UCR adaptó los contenidos del curso. Aparte de las instalaciones que posee y su extraordinario personal; también cuenta con la acreditación de la Sociedad Americana de la Simulación en Salud, lo cual es un logro magnífico. La acreditación representa el gran trabajo que realizan sus docentes y convierte al Centro de Simulación en Salud de la Universidad de Costa Rica en uno de los pocos programas latinoamericanos que tienen ese reconocimiento”, destacó David Rogers, gerente del Centro de Simulación Clínica de Penn State.
El curso internacional es un compromiso de la UCR-Penn State que pretende fortalecer la estrategia metodológica de la simulación clínica en Costa Rica y más allá de las fronteras.
Saionara Nunes de Oliveira, profesional brasileña de la Universidad Federada de Santa Catalina y participante del curso, indicó que su deseo de venir a Costa Rica radicó en el enfoque que utiliza la Escuela de Enfermería para llevar a cabo los procesos de simulación clínica.
“Yo me quedé asombrada de la forma en cómo la UCR hace simulación. En Brasil se hace simulación, pero se preocupan por la parte estructural. En cambio, aquí se preocupan más por la formación pedagógica. Entonces eso me encanta. La diferencia que hace la simulación en la formación de profesionales de la salud es, justamente, por la metodología que es aplicada, y no solamente por los cursos que utilizan. No basta con tener recursos, si no se entiende primero la simulación como una herramienta que transforma el aprendizaje”, manifestó Nunes de Oliveira.
En esta ocasión, el cuerpo instructor encargado de impartir el curso estuvo compuesto por expertos de origen nacional y extranjero. Todos ellos cuentan con titulaciones reconocidas. En el equipo costarricense se destacan Hanna Sanabria Barahona, Priscilla Carmiol Rodríguez y Jerik Andrade Espinales.
Por su parte, en el grupo internacional estuvieron Héctor López de la Universidad del Sur de Florida, Estados Unidos; Carla Iris Prudencio Palomino, coordinadora de educación continua del Hospital de Pediatría SAMIC "Prof. Dr. Juan Pedro Garrahan"; Alejandro Sencion Dines, presidente de la Sociedad Uruguaya de enseñanza de Simulación Clínica y Seguridad del paciente y, finalmente, Karina González, directora técnica de la Escuela Nacional de Enfermería Uruguaya.
En el caso de Karina González, ella volvió a Costa Rica después de prepararse en el II Curso Internacional para Instructores en Simulación de PennState que se desarrolló en la UCR durante el 2018. Después de la formación, González manifestó que Uruguay ha logrado unificarse cada vez más en el ámbito de la simulación clínica y a mirar la enseñanza de otra manera, especialmente, desde el enfoque humano.
“Hace un año fui estudiante y ahora estoy como parte de su equipo. Es un gran gesto la invitación y lo que se quiere es adquirir todas las experiencias. En Uruguay estamos arrancando con la simulación y por eso concurrimos a Costa Rica el año pasado. El curso resultó interesante y nos gustó mucho. Ahora el plan es que a mitad de año se dé, por primera vez en Uruguay, este mismo curso que no se ha dado nunca”, indicó González.
Por su parte, Karla Prudencio, quien también funge como secretaria de la Federación Latinoamericana de Simulación Clínica, aseguró que el compartir con líderes académicos fortalece la alianza internacional. Asimismo, destacó que Costa Rica cuenta con instructores formados de alto valor académico y con una universidad pública que apuesta al crecimiento y a la mejora en salud de todo un país.
“Cuando uno estudia en salud, no debe perder el eje que se quiere ayudar a la recuperación. Pero el camino a eso es, primero, una gran formación académica que te lo da la universidad y la pasión por la profesión. Me voy maravillada y felicito el compromiso de una entidad pública, como la UCR, que apuesta a la mejora educativa. Esto repercute en el bienestar de todo un país", detalló Prudencio.
La Escuela de Enfermería de la UCR posee alianzas con la Universidad Estatal de Michigan y la Universidad Federada de Santa Catalina, Brasil. Próximamente, la unidad académica planea fortalecer sus vínculos con la Universidad del Sur de Florida, Estados Unidos.
Primum non nocere, proveniente del latín, significa no hacer daño. Este es uno de los principios bajo el cual se rige el cuidado de la enfermería y el uso de tecnología de punta es el mayor aliado para lograr dicho ideal.
De acuerdo con Jaime Caravaca Morera, coordinador del Centro de Simulación en Salud (Cesisa-UCR), las nuevas tecnologías son parte de las transformaciones actuales y, si se habla de simulación clínica, este recurso es vital.
A través de equipos de baja, media y alta fidelidad, el personal de salud es capaz de resolver conflictos de manera eficaz y con los más altos estándares de calidad, inclusive, en ambientes tensos que demandan la toma de decisiones rápidas y seguras para el paciente.
“Una educación que desde el grado ofrezca al estudiante condiciones que lo hagan pensar por medio del esfuerzo crítico, y de combinar competencias para resolver situaciones complejas, hace que tenga mejores probabilidades de ser un profesional más consciente y con una excelente actitud para materializar las condiciones transformadoras que son exigidas. Cuando el profesional toma una decisión que incorpora el pensamiento crítico, este se concretiza en una toma de decisiones racional que promueve la seguridad de la persona, la calidad de asistencia y el cuidado en enfermería”, enfatizó Caravaca.
En la fotografía está el equipo internacional y de la UCR. De izquierda a derecha están: Jaime Caravaca Morera, Karina González, Seidy Mora Quirós, David Rogers (monitor), Carla Iris Prudencio Palomino, Alejandro Sencion Dines, Hanna Sanabria Barahona, Priscilla Carmiol Rodríguez, Jerik Andrade Espinales y Héctor López.
Anel KenjekeevaLa metodología del curso se basó en un eje teórico-práctico. Hanna Sanabria Barahona, coordinadora académica del Cesisa-UCR, explicó que los estudiantes pusieron en práctica todo lo aprendido de las clases teóricas.
De igual forma, y según la recomendación obtenida de la primera vez que se impartió el curso en el 2018, se originaron cambios orientados a ampliar más el tiempo en ciertos temas. En esta ocasión se utilizó por primera vez un aula virtual, lo que dio a los participantes la opción de abarcar otros ejes de interés con mayor detalle.
Los escenarios de aprendizaje estuvieron supeditados a partir de los subgrupos formados previamente. En total, se pusieron en práctica más de cinco escenarios que abordaron situaciones desde el ámbito hospitalario, hasta espacios comunitarios de salud pública. Cada uno respondió a las necesidades internacionales por entes rectores de la materia, resultados de investigaciones y requerimientos propios de los participantes.
Otro de los elementos más significativos de esta jornada fue que también se contó con la presencia de universidades y centros de salud privados.
“Nuestro compromiso como universidad pública es divulgar y compartir los conocimientos con otras instituciones de enseñanza. Indudablemente, la UCR es pionera y líder en lo que respecta a simulación clínica. Por eso, hemos decidido incorporar a universidades e instituciones de salud privadas. La simulación es una metodología que se debe trabajar constantemente para mejorar la calidad de la enseñanza y el cuidado”, concluyó Seidy Mora Quirós, directora de la Escuela de Enfermería de la UCR.
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