La Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica (UCR) alertó hoy sobre la apropiación de las tierras indígenas por parte de personas no indígenas y de la persecución permanente que viven estos pueblos como resultado de su lucha por la recuperación del territorio.
La Unidad Académica se pronunció en un espacio de conferencia de prensa convocado como respuesta al homicidio del líder bribri Sergio Rojas Ortiz, abanderado del proceso de recuperación de tierras indígenas y asesinado el lunes anterior en la localidad de Salitre en la Zona Sur del país.
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El Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Manuel Martínez afirmó que la UCR trabaja desde hace más de 60 años en los diversos territorios indígenas del país y este vínculo le ha permitido ser testigo de la discriminación, persecución e injusticia que experimentan.
El académico afirmó que la muerte de Rojas duele profundamente y es el “resultado directo de décadas de desidia y abandono por parte del estado costarricense”, al que en su criterio, se debe exigir medidas inmediatas que den solución efectiva a esta problemática histórica.
El sociólogo Allen Cordero señaló la ilegalidad con la que personas no indígenas se apropian de los territorios, mediante el pago de “precios risibles” que aprovechan la situación de vulnerabilidad y miseria que en muchas ocasiones acompaña la vida de estas poblaciones.
“El territorio de Salitre, sus 14 mil hectáreas deben ser de los indígenas, así como el territorio Térraba y otros territorios perdidos por los pueblos indígenas que también deben ser recuperados” afirmó el docente e investigador.
Corderó señaló la ganadería y la plantación de piña entre los principales usos que las personas no indígenas dan a los territorios que adquieren ilegalmente en estas comunidades, prácticas que despojan a los pueblos indígenas de su base material y motivan cada día mayores resistencias.
“El estado se ha visto completamente sobrepasado para resolver los problemas y más bien ha tendido a profundizarlos (…)se profundiza el proceso de pérdida de territorio acompañado de una opresión social y cultural” enfatizó el sociólogo.
Por su parte, la antropóloga Denia Román, afirmó que hay una responsabilidad histórica del estado en esta temática y que el asesinato de Sergio Rojas Ortiz es la decantación de un conflicto de décadas marcado por el racismo y la violencia en sus múltiples formas.
Según Román, el estado costarricense no ha sido capaz de atender la situación con celeridad, prioridad política o mediante una estrategia integral, permanente y sostenida, sino que más bien, ha actuado de forma reactiva e insustancial ante hechos o picos de violencia.
“Ante una situación de profunda vulnerabilidad social, económica y cultural, las reacciones temporales y los protocolos se vuelven insuficientes. Estas acciones son recursos parciales y atenuantes que no resuelven el problema estructural y que fácilmente desvían la atención” alertó la investigadora.
El estudiante indígena bribri, Jorge Morales Elizondo participó de este espacio en representación de la comunidad de Salitre de donde es oriundo y afirmó que desde el año 2010, su pueblo soporta dinámicas violentas en la lucha por la recuperación de su territorio.
“La violencia se ha denunciado pero el estado ha invisibilizado la situación, se ha dado un marco de impunidad y con esto el mensaje que se da es que los pueblos indígenas seguimos sin tener importancia, seguimos desprotegidos” denunció el universitario.
Morales exigió justicia por el asesinato de Sergio Rojas y afirmó que dejarlo en la impunidad representaría una “puerta abierta” para que continúen dándose hechos violentos en las poblaciones indígenas, donde mujeres, hombres y niños luchan por recuperar su tierra o viven en territorios recuperados.
“Sabemos que el asesinato de Sergio Rojas significa el ajusticiamiento por las acciones que él y otros compañeros del territorio han realizado y también es un tipo de intimidación. Pero no sentimos temor, sino una responsabilidad aún mayor de la que ya teníamos, para cambiar esta realidad” concluyó el estudiante.