Se estima que alrededor de 400 familias de Costa Rica viven directamente de la venta de pupas de mariposas, muchas de las cuales tienen como destino final países como Estados Unidos, Alemania y Rusia.
La producción, exportación y exhibición de estos animales es una actividad que genera ingresos a una gran cantidad de microempresas costarricenses y, de acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), los gusanos para la cría de mariposas se sitúan entre los principales 15 productos de exportación del sector pecuario y pesca.
Este sector productivo dio sus primeros pasos en la década de los años 80 y se estima que el país ha percibido en promedio $1,8 millones anuales en los últimos cinco años por concepto de la venta al exterior de pupas de mariposas.
Según Procomer, en el 2018 se registraron seis exportadores de pupas (se consideran como empresas exportadoras a aquellas que venden más de $12 000 anuales).
En ese mismo año, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), del Ministerio del Ambiente, tramitó un total de 962 permisos de exportación de pupas de mariposas, siendo marzo el mes en el que más solicitudes hubo (204).
El dato anterior coincide con el mes de mayor venta de los productores, de acuerdo con información recabada durante el I Congreso Costarricense de Mariposarios y Afines, que tuvo lugar en la Universidad de Costa Rica (UCR) el 14 y 15 de febrero pasado, con el propósito de conocer el estado actual de los mariposarios.
Sergio Siles, gerente de operaciones de Suministros Entomológicos Costarricenses (Secsa), empresa líder en la exportación de mariposas, estimó que a lo largo del territorio nacional existen entre 150 y 200 productores.
Guácimo y Pocora (Limón), Poás (Alajuela), Montezuma (Puntarenas) y Tres Ríos (Cartago) son algunas de las zonas con climas distintos en donde se pueden encontrar criaderos de mariposas.
“Nosotros trabajamos con más de 100 productores independientes de todo el país y ellos son los que producen las pupas que exportamos. Esto nos ha permitido tener una gran variedad de especies y que a lo largo del tiempo las prácticas de producción se hayan ido refinando tanto, que la calidad es la mejor del mundo”, explicó Siles.
Según el empresario, actualmente Costa Rica es el principal país exportador de mariposas, aunque compite fuertemente con países como Filipinas, Malasia y Ecuador.
Los precios de las pupas en el mercado nacional varían según la especie y son fijados por las empresas exportadoras. El costo promedio de cada pupa o crisálida oscila entre los ¢800 y los ¢1000, afirmó Héctor Otárola Flores, productor del cantón de Guácimo, en el Caribe.
Otárola, quien tiene 23 años de trabajar con mariposas junto a siete hermanos, comentó que los precios que se percibían por la venta de pupas “eran en los años 80 mejores que los de ahora”. Además, señaló que las mariposas más cotizadas son las morpho azul.
El gerente de Operaciones de Secsa reafirmó que “los precios de venta se definen según las condiciones internacionales y el precio de compra según lo que ya se ha venido pagando con el tiempo; una pupa puede rondar desde los ¢1200, como la morpho azul, hasta pupas que cuestan ¢600”.
El país exporta alrededor de 50 000 pupas de mariposas por semana, de acuerdo con estimaciones del sector exportador. Actualmente, las instituciones del Estado relacionadas a la regulación de este producto no cuentan con cifras apegadas a la realidad que den un panorama general de este negocio.
La evolución de las exportaciones costarricenses de estos insectos ha sido fluctuante a través de los años, y en términos de toneladas exportadas, el año 2014 es el que ha presentado un peso mayor con 7 000 kilogramos.
En el 2015 se exportaron cinco toneladas, en los años 2016 y 2017 alrededor de cuatro toneladas y en el 2018 el número subió a seis toneladas, según datos del Procomer.
Entre los principales destinos de exportación de las pupas se encuentran Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Emiratos Árabes, Turquía y México, entre otros.
El principal importador de mariposas de Costa Rica continúa siendo Estados Unidos, con poco más de $845 000 el año anterior. Otros países, como Rusia, España y Holanda, comienzan a tomar partido como destinos de estos insectos.
Costa Rica cuenta con más de 12 000 especies de mariposas nocturnas y más de 1500 especies diurnas, según Ricardo Murillo Hiller, biólogo, investigador y encargado del Mariposario de la UCR.
De ese amplio abanico, la que más se comercializa es la morpho azul, que por su tamaño y sus colores seduce a los habitantes de todo el planeta. La mariposa búho y las diversas especies de Heraclides y Heliconius también forman parte de las más apetecidas en el mercado.
Para Murillo, Costa Rica tiene un gran potencial para la exportación de más especies, ya que actualmente se comercializan únicamente 60.
La producción de mariposas es una actividad en la que se trabaja con seres vivos, razón por la que los productores demandan mayor información y capacitación para así tecnificar aún más sus labores, tal y como lo hicieron saber en el Congreso.
“Esto no es como producir zapatos”, señaló Héctor Otárola. “Se trata de la producción de un ser vivo que depende de distintos factores, desde el clima hasta la disposición de plantas donde alimentarse y poner sus huevos”, añadió.
El sector de la producción y venta de mariposas es aún poco conocido: noexisten datos de quiénes lo componen o los beneficios que genera al turismo, por ejemplo, información que podría contribuir en el crecimiento y mejora de su quehacer.
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