Llegué a esta capacitación por medio de una amiga, me hizo una invitación cordial y vengo desde las primeras, que fueron sobre crianza de terneros, novillos, compostaje, silo, forraje y ahora que estamos en ovejas y cabras. Estoy muy encantada porque son cosas que he aprendido que jamás sabía en la vida que existían”, dijo Manuela Blandón Oporta, productora agropecuaria de Upala.
“De verdad estoy muy agradecida de que hayan puesto los ojos en Upala, porque francamente es un lugar muy abandonado por la capital y solo nos ven cuando hay procesos de elecciones nada más, mientras tanto seguimos alejados”, agregó.
Como ella, decenas de personas han formado parte del proyecto denominado Capacitaciones Virtuales a Productores Pecuarios de la zona de Upala (ED-3414), una iniciativa del Centro de Investigación en Nutrición Animal (CINA-UCR).
Esta propuesta formativa se propone mejorar los sistemas productivos, bajo la modalidad de videollamadas en tiempo real, brindando la oportunidad a las personas participantes de exponer sus dudas y avances en los temas tratados. Adicionalmente, una vez al mes personal del centro se desplaza hasta la zona con el fin de visitar fincas en la región para reforzar los conocimientos, compartir experiencias y saberes.
La idea de este proyecto surgió tras la devastación provocada por el huracán Otto, en noviembre de 2016. Además de la problemática social que originó, asoló fincas y granjas, causó la muerte de ganado y aves de corral e inundó las zonas agropecuarias. Todo esto incidió en la producción, por lo que entre las acciones posteriores al desastre fue la valoración de parte de la UCR para restablecer de manera pronta y sencilla los sistemas productivos de la región.
“La importancia de estos cursos es que habemos muchas personas que seguimos a lo rústico, a como nuestros abuelos y papás nos enseñaron, incluso con el cambio climático tenemos que adaptarnos. Si la UCR tiene toda la facilidad para hacernos saber y enseñarnos cómo salir adelante y llevar el sustento a nuestras familias, es importantísimo que la universidad llegue a estas zonas rurales, a quienes estamos más alejados porque en la ciudad es donde todo llega primero, afirmó Felix Vallejos Rosales.
Vallejos aseguró que las capacitaciones virtuales son de las más novedosas en las que ha aprendido sobre forrajes, siembra de pastos, pastoreo rotacional, vacunación y desparasitación.
Para Katherine Vega, otra de las participantes del curso, el apoyo brindado por la UCR mediante la virtualidad enlazó su comunidad y la universidad. Asimismo, enfatizó que este proyecto fue determinante en su emprendimiento agropecuario. “Es muy importante porque todavía falta mucho que aprender, ha sido muy bueno. Aunque algunas personas teníamos conocimiento sobre unas especies, de otras no; y en ocasiones cometíamos errores. Así una aprende cómo se debe hacer”.
“Yo tengo un terrenito donde vivo y tengo unas vaquitas, de ahí nació el interés de adquirir conocimiento. Lo del registro no tenía ni la más mínima idea y con estas capacitaciones se me abrieron los ojos al 100% porque hay que tener un orden al pie de la letra”, añadió Manuela Blandón.
Para llegar a las personas productoras de Upala se recurrió a una plataforma tecnológica de uso gratuito que permite las videoconferencias, que lo único que requiere es interconectividad en la zona. De esta forma se evitaron las altas erogaciones que significaría brindar las asesorías de manera presencial todas las semanas.
Actualmente, se imparten cinco módulos sobre producción de ganado de leche, de carne, aves y rumiantes menores, como cabras y ovejas.
Desde el 2016 se han otorgado unos 50 certificados, y se mantienen actualmente unas 30 personas dentro de esta modalidad formativa. El Cina-UCR está analizando replicar la experiencia en otras zonas, como Talamanca, pero se necesita mejorar la conexión a Internet en algunas zonas rurales.
“La importancia es poder llegar a gente que vive tan lejos que tienen sistemas de producción muy rústicos y que no tienen acceso a procesos de capacitación de alto nivel académico de una manera formal, y recibir charlas con temas actualizados y prácticos. Las personas ven a la universidad como un apoyo real, que comparte sus experiencias sin necesidad de generar mucho costo”, aseguró Ericka Salazar Acosta, ingeniera zootecnista del Cina-UCR.
Nosotros incursionamos en la producción caprina desde 2006. Ha sido muy difícil, pero aquí estamos tratando de sacar una microempresa de la que subsistimos como núcleo familiar. Aquí tenemos 50 cabras, con 21 en producción. El producto caprino está vinculado al desarrollo turístico, ya que los hoteles de cuatro o cinco estrellas son los principales consumidores de estos productos.
Me siento muy satisfecho con lo que he aprendido sobre el manejo y la alimentación de las cabras. Me he dado cuenta de que a pesar de tantos años de estar aquí con este proyecto hay muchísimas cosas que no sabía. Del equipo (el liderado por el Cina-UCR) he aprendido cuestiones que ni estando con las cabras había aprendido.
Esta es la primera vez que le saco provecho a la tecnología; y es muy valioso como lo hacen. De todas las personas que me han visitado de la universidad, este equipo, con la capacidad que tienen podrían hacer muchísimo por el sector caprino que es tan marginado. Estoy conociendo este trabajo valiosísimo que está haciendo la UCR. Una de las contribuciones que podría hacer la universidad es desarrollar la genética y tratar de pasarla a los productores e incrementar en el mercado el gusto por el producto.
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