Universidad de Costa Rica
Unos 126 estudiantes obtuvieron, el 29 de noviembre último, un certificado que los acredita como nuevos líderes en servicio o desarrollo humano, gracias a la formación gratuita recibida en el Programa de Liderazgo, de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El objetivo de esta capacitación es que en el proceso los participantes puedan conocerse con mayor propiedad y desarrollar diferentes habilidades, como la inteligencia emocional y la orientación hacia el servicio, las cuales son muy valoradas actualmente por las empresas.
“Esas enseñanzas me permitieron comprender la manera en que uno actúa en diferentes situaciones. Pude identificar mis fortalezas, para explotarlas al máximo, y mis debilidades, para trabajar en ellas”, dijo Luis Castro Román, estudiante de Administración Aduanera y Comercio Exterior, durante el acto de entrega de certificados.
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Según explicó, antes de entrar al Programa de Liderazgo, era una persona que solo se dedicaba a ir a clases y a estudiar. Incluso al principio, ya recibiendo la educación de este proyecto, no era muy aplicado, pero luego pudo cambiar su perspectiva.
Destacó que tanto a nivel nacional como internacional, las empresas requieren no solo una formación universitaria, sino que se han identificado carencias en la formación en temas de liderazgo, comunicación, desarrollo personal, manejo del estrés, trabajo de equipo, manejo de equipos y otras habilidades que son muy necesarias para lograr alcanzar el éxito personal y profesional.
“Para dicha de muchos, y así fue para mí, el Programa de Liderazgo de la Universidad de Costa Rica nos apoya en este crecimiento, nos ayuda a desarrollar estas habilidades tan necesarias para la vida. En mi caso, decidí ir un poco más allá, yo quería ser parte de ese grupo de personas que desinteresadamente servían a los demás, yo quería ser un estudiante que pudiera colaborar con los demás, explotar al máximo sus capacidades y decidí convertirme en facilitador”, manifestó Castro, al referirse a su papel de ayudar a los nuevos participantes del programa.
Para María del Carmen Rojas Alfaro, coordinadora del Programa de Liderazgo UCR, sensibilizar, motivar y formar a personas en aspectos de liderazgo, inteligencia emocional y desarrollo humano es una tarea ardua, compleja y muy retadora, y no ha sido la línea de trabajo de la educación formal en épocas anteriores.
“El liderazgo es hacerse mejor persona, de lo que ya se es, se forja día a día con la constancia y el compromiso permanente en nosotras y en nosotros mismos, así como con todo aquello que existe fuera de nosotros. Elevar los niveles de conciencia es una decisión personal y la UCR aporta esta oportunidad más allá de la formación profesional”, consideró Rojas.
Agregó que el liderazgo implica salir de la zona de confort, lo cual es necesario en todas las personas; además, requiere que se rompa con el pensamiento hegemónico, pues desde el liderazgo se necesita liderar la vida.
“Generar las transformaciones desde nuestro entorno demanda visión y cosmovisión, pensamiento divergente para crear acciones nuevas ante los desafíos, sensibilidad social y una mentalidad orientada hacia la sostenibilidad, fuertes valores, pasión, proactividad, actitud positiva, tremenda tarea”, destacó Rojas.
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En el Programa de Liderazgo, participan estudiantes de la Sede Rodrigo Facio, así como de otras sedes regionales y recintos. De hecho, en esta ocasión, personas de las sedes del Caribe, Pacífico, de la sede interuniversitaria de Alajuela y de los recintos de Turrialba y Golfito recibieron su certificado.
El proyecto nació hace 10 años en la Facultad de Farmacia, donde continúa actualmente, aunque pueden participar estudiantes de todas las carreras que se ofrecen en la UCR.
Por ello, Victoria Hall Ramírez, decana de dicha Facultad, les expresó a los estudiantes (quienes recibieron su certificado de conclusión del programa) que son personas muy afortunadas, pues antes este tipo de iniciativas no existían y había que aprender esas habilidades con los golpes de la vida.
“Yo creo que todos tenemos una fuerza increíble que hay que potenciar y que hay que desarrollar, a algunos les sale más fácil, a otros no. Cuando se dan estas oportunidades, estas formaciones, esa fuerza sale y una vez que sale no hay quien la pare”, comentó Hall.
En referencia a ese espíritu de servicio que deben tener todas las personas, recordó la frase de la madre Teresa de Calcuta que dice que “el que no vive para servir, no sirve para vivir”.
José Pablo León Abarca, estudiante de Ingeniería de Alimentos, quien se certificó en el área de Liderazgo de Desarrollo Humano, comentó que al principio el programa fue muy retador, pero después le significó mucho aprendizaje en temas como conocimiento, servicio y liderazgo, entre otros.
Opinó, asimismo, que esta formación le sirve en el campo laboral, porque le permite tener herramientas para establecer mejores relaciones humanas y para conocerse a sí mismo, tanto en el ambiente de trabajo como en el personal, lo cual consideró útil.
“Brinda herramientas para poder desarrollar aspectos de la vida personal que a veces uno no se pregunta o no trabaja. Y, al final, se puede encontrar respuestas y soluciones a esos aspectos, y generar un buen impacto en el ambiente en donde uno se desarrolle", comentó León.
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