De manera responsable y con el propósito de resguardar el correcto uso de los recursos públicos, la Universidad de Costa Rica, al 30 de setiembre de 2019, tiene ¢73 000 millones invertidos en bancos estatales. Esos bienes provienen de distintas fuentes y sus fines ya están definidos. Este monto ha generado a dicha fecha un total de ¢4 041 millones por concepto de intereses.
Según explicó el Dr. Carlos Araya Leandro, vicerrector de Administración, estos recursos no se producen por falta de ejecución o superávit, sino que la Institución responsablemente los invierte mientras llega el momento para utilizarlos, con el fin de que no queden ociosos.
“En todos los casos, los recursos que se encuentran invertidos ya tienen un destino definido, es decir, ya están comprometidos. La Universidad, al igual que otras instituciones públicas o privadas, recurre a esta posibilidad para guardar el dinero por períodos determinados, hasta que corresponda usarlo”, recalcó Araya.
Por ejemplo, existe un fondo de becas resultado de donaciones que ha recibido la UCR, para que se utilice como apoyo económico para estudiantes. Aquí se incluyen los ingresos de las becas Clyde Surgi, Victoria Salas, Guido Sibaja, Golcher-Barguil, entre otras.
Estos recursos se invierten y los intereses generados hacen que esas becas se mantengan a lo largo del tiempo. De lo contrario, estos fondos ya no existirían.
Además, dentro de estas inversiones, se incluye el fondo solidario estudiantil para el apoyo de estudiantes con situaciones calificadas de salud.
Otro rubro de inversión se denomina caja única (que significa el 93,7 % del total de lo que se coloca), es lo relacionado con el pago de aguinaldo. Cada mes, la UCR separa lo que corresponde a este pago y se guarda hasta que deba ser depositado, como se hace en todo el sector público. También comprende la reserva de derechos laborales de vínculo externo y los compromisos legales que están pendientes de pago, referentes a proyectos y adquisición de bienes.
Parte del dinero que se coloca en inversiones es aquel que se utiliza para infraestructura. En este caso, ya están los recursos disponibles, pero todavía no se pueden utilizar, pues los proyectos están en la etapa de elaboración de planos o no ha iniciado la construcción.
Los intereses que no están comprometidos se utilizan en la operación normal de la Universidad, según las diversas necesidades.
Según Henning Jensen, rector de la UCR, “como es evidente, estos dineros se encuentran mejor resguardados si se depositan en el sistema bancario nacional que si se colocan bajo un colchón. Eso se lo hemos explicado a los distintos medios de comunicación, pero lo publican como si se tratara de recursos ociosos”.
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