Guanacaste es una zona en la que sus habitantes dejan claro un fuerte deseo: levantarse y seguir adelante. Para lograrlo, consideran la educación superior como un eje fundamental que requiere fortalecerse y, ¿por qué no?, hasta especializarse.
Así lo manifestaron un total de ocho exponentes en la tercera sesión del Foro Institucional 2019 titulada “Universidad de Costa Rica (UCR), Sede de Guanacaste: aportes vinculados a la regionalización de la educación”.
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Durante el foro, los panelistas coincidieron en que la regionalización de la educación superior ha fortalecido con creces el desarrollo de la provincia. Entre los aportes más importantes destacan la disminución de la brecha bilingüe (inglés-español) y el analfabetismo, el fortalecimiento de la agricultura en zonas con importantes desafíos productivos e, incluso, el rescate de la cultura por medio del Ecomuseo de las Juntas de Abangares.
Si bien, los participantes catalogaron las contribuciones proporcionadas por la UCR como “de gran relevancia”, no dejaron de lado los grandes desafíos que los acompañan. Algunos son un modelo de regionalización que requiere actualizarse y la existencia de fuertes limitaciones presupuestarias en un contexto gubernamental de austeridad.
“La educación es un motor de desarrollo, un eje fundamental del progreso del país. Sin una buena educación, no habría avance socioeconómico, médico ni tecnológico capaz de llevarse a cabo. Un país educado, es un país libre y poderoso”, indicó el Lic. Juan Santiago Quirós Rodríguez, exdirector de la Sede de Guanacaste.
En la primera mesa de discusión, la Mag. Grettel Torres Granados, coordinadora de la carrera de Primaria con Concentración en Inglés, indició que la constante formación en ese segundo idioma permitió disminuir la brecha existente.
Lo anterior es crucial en medio de un sistema educativo costarricense que enfrenta claros desafíos. Solo dos terceras partes de los docentes de inglés dominan el idioma, mientras que un 11,4 % de los estudiantes que finalizan la secundaria logran un nivel adecuado, según el IV Informe del Estado de la Educación.
De ese último grupo, quienes alcanzan un nivel óptimo suelen ser jóvenes de medianos a altos ingresos y residentes de la Gran Área Metropolitana, no de las zonas rurales.
“El inglés es una lengua franca que sirve para la comunicación internacional. También sirve en el ámbito del mercado, en el comercio internacional y en el turismo. Es el idioma de la academia y de las ciencias, y la principal puerta de acceso a la tecnología de punta. Por lo tanto, mejorar la calidad de la enseñanza del inglés con metodologías actualizadas es fundamental a fin de cerrar las brechas”, dijo Torres.
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En este sentido, la Sede de la UCR en Guanacaste decidió ser parte de la iniciativa “Costa Rica Bilingüe”. Dicho esfuerzo se desarrolla mediante un convenio entre el Ministerio de Educación Pública (MEP) y el Consejo Nacional de Rectores (Conare) y tiene como objetivo capacitar a la población docente de inglés que labora en el sector público.
La Sede participa en Costa Rica Bilingüe bajo el proyecto ED-3266 "Talleres innovadores de la enseñanza del inglés para educadores de primaria y secundaria del MEP". Hasta el momento, se ha capacitado a 72 docentes de secundaria y 69 de primaria, pertenecientes a cinco circuitos regionales del MEP, en Liberia. También se impartieron talleres en Santa Cruz y Nicoya.
Otro campo de aporte es el agroalimentario. La Dra. Helga Blanco Metzler, docente universitaria y ganadora del Premio de Acción Social a la Regionalización 2018, manifestó que mala nutrición de los pobladores, de la mano con la escasez de tierra cultivable y la ausencia de alternativas de producción sostenibles, entre otros aspectos, son elementos que retan el progreso económico y social.
La Sede de Guanacaste de la UCR, atenta a esas necesidades, desplegó todo un proceso de capacitación a los agricultores con el fin de que aprendieran a hacer sus propios almácigos. Este conocimiento les dio las herramientas vitales para promover la diversidad de hortalizas en la zona y ayudar a enriquecer la nutrición de las personas.
“Hemos trabajado para desarrollar la producción agrícola de las fincas. No es solo que ellos compren las semillas, sino que las variedades que se vayan a sembrar se adapten a los suelos de los agricultores. De igual forma, los hemos capacitado para que ellos sepan cómo producir con insumos propios de su finca y reducir la cantidad de agroquímicos”, enfatizó la Dra. Blanco.
El Ecomuseo de las Juntas de Abangares es uno de los pocos lugares del país donde se respira la historia de la minería de Costa Rica. El aporte que brinda este espacio de rescate cultural es inigualable. Así lo hizo ver Margarita Segura Rodríguez, representante de la comunidad de Abangares.
“Hay una mayoría de gente de la comunidad que sí está interesada y segura de que es un proyecto que puede sacar adelante la situación económica que vive Abangares, la cual es muy difícil. Uno de los objetivos del Ecomuseo es revitalizar el legado patrimonial, histórico, arqueológico e industrial de Abangares, mediante la conservación de sus señas de identidad. Con la UCR, nosotros logramos mucho, por eso, le agradecemos las oportunidades que le da a una comunidad que quiere levantarse”, señaló Segura.
Por su parte, Cándido Baltodano Arguedas, un estudiante y entusiasta cantautor, enfatizó cómo la Sede ha intentado fortalecer el arte, el cual es un generador de cambio positivo en niños, niñas y jóvenes.
“Para potenciar un cambio se necesita un acercamiento y el arte lo hace posible. La Universidad de Costa Rica, Sede Guanacaste, ofrece muchos espacios para que los estudiantes y otros miembros puedan presentar sus obras artísticas en literatura y música. En mi caso, logré presentar mi primer libro y ahora está a punto de publicarse. La Universidad me dio la oportunidad de llevar una obra literaria que puede ser del disfrute de la comunidad en general. Entonces, ¿existe una relación entre la Universidad y el arte? Aquí, en Guanacaste, puedo decir que sí existe”, dijo Baltodano.
En la segunda mesa de reflexión, el Lic. Juan Santiago Quirós Rodríguez, exdirector de la Sede Guanacaste, recordó que la UCR fue la primera en optar por la figura de la regionalización. En ese momento, la Universidad consideró que el desarrollo de Costa Rica solo podría darse si se tomaba en cuenta la totalidad del país.
“En palabras del exrector don Carlos Monge ‘qué mejor fuente de riqueza pueden los gobernantes brindar a un país democrático que la educación. Pero, si el número de habitantes aumenta y no las oportunidades educativas, se corre el riesgo de ir pronto al abismo, de caer en el desorden. En una sola palabra, debilitar las bases en las que se asienta el régimen democrático’, dijo el Lic. Quirós.
Por otro lado, la Ing. Andrea Marín Fonseca, coordinadora de la carrera de Ingeniería de Alimentos de la Sede, relató cómo los aportes en esa área de especialización hoy otorgan a la comunidad tres proyectos de acción social y de investigación que buscan nuevas opciones de desarrollo tecnológico para la zona. No obstante, hizo hincapié en que aún hay una deuda pendiente.
“Trabajamos muy fuerte, pero nos falta mucho todavía. Nos falta vincularnos con las comunidades y entre instituciones. No nos debemos quedar solo en las aulas, debemos conocer el lugar donde estamos trabajando e investigar. Esos tres ejes construyen y enriquecen la formación de los estudiantes y generan desarrollo a las comunidades donde se trabaja”, destacó Marín.
En esta última mesa también participó Helga Faerron Aburto, beneficiaria del proyecto de adultos mayores. “Sabemos que a estas edades, pensionados o no, quedamos ociosos. La familia en muchos aspectos no sabe qué hacer con nosotros y se dan situaciones conflictivas, hasta de maltrato. Por lo tanto, estamos felices de estar aquí donde recibimos muchos beneficios para nuestra salud física y emocional. Nos sentimos amados y dignos, pero falta incentivar una mayor convocatoria”, resaltó Faerron.
Quienes cerraron el foro fueron las estudiantes de psicología Elena Peña Zúñiga y Melissa Castro Espinoza. Ellas realizaron una investigación denominada “Historias de ruta”, en la cual estudiaron los flujos migratorios, el contexto de xenofobia y el rol profesional de la psicología.