El Recinto de Paraíso de la UCR amplía su infraestructura para admitir a más estudiantes

Laura Rodríguez Rodríguez

El Recinto de Paraíso de la Universidad de Costa Rica (UCR) fortalecerá su infraestructura como parte de sus acciones permanentes para mejorar las condiciones que brinda a sus estudiantes y a la comunidad cartaginesa.

La obra, que iniciaría en setiembre próximo, amplía y remodela el actual pabellón principal de aulas, donde se ubicará un comedor, una sala de lactancia, aulas, una biblioteca, servicios sanitarios y espacios administrativos.

Se creará también un segundo nivel donde, además de aulas, se ubicarán espacios como un centro de impresión, el área de Trabajo Comunal Universitario (TCU) y el Programa de Educación Continua, laboratorios y servicios estudiantiles.

La directora del Recinto, la Dra. Rosibel Orozco Vargas, afirmó que este proyecto les brindará más posibilidades para continuar desarrollando las áreas sustantivas de la Institución: docencia, acción social e investigación.

Agregó que, además de mejorar las condiciones que disfrutan sus estudiantes actuales, estas modificaciones permitirán al Recinto admitir a más estudiantes y poder abrir otras carreras que sigan aportando al desarrollo del país.

Según la Oficina Ejecutora del Programa de Inversiones (OEPI), la obra, que consolidará 3024 m² de construcción, ronda una inversión de ¢1650 millones de colones y se financiará con recursos del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES).

El Recinto de Paraíso de la UCR forma actualmente a 500 profesionales en las carreras de Informática Empresarial, Castellano y Literatura, Enseñanza del Inglés, Turismo Ecológico, Dirección de Empresas y Enseñanza de la Matemática.

El 85 % del estudiantado cuenta con algún tipo de beca que los exonera de forma total o parcial del pago de sus estudios y les permite recibir atención profesional en las áreas de medicina, psicología, trabajo social, odontología y orientación.

Este espacio universitario le ofrece a la comunidad el Programa de Educación Continua, en el cual participaron durante el 2018 cerca de 200 personas de la comunidad, desde adolescentes hasta adultos mayores, quienes aprenden sobre áreas que van desde hidroponía hasta inglés.

El trabajo del Recinto incluye proyectos de acción social que involucran a poblaciones vulnerables, las cuales participan constantemente de diversas actividades y, por tanto, también se verán beneficiadas con dichas mejoras.