Se seleccionaron estos cantones ya que se encuentran entre las cuencas de los ríos Jesús María y Barranca, dos de los sitios con suelos y ambientes más degradados de todo el país. En esta región, se ha observado una pérdida de árboles nativos, principalmente por el avance de las zonas urbanas, la apertura de nuevas zonas agropecuarias, los incendios forestales y el reemplazo con variedades mejoradas.
El estudio realizado por la M. Sc. Patricia Quesada Rojas y la M. Sc. Marlen Quesada Gutiérrez en el año 2018 consistió en una caracterización morfológica, química y molecular de los árboles, hojas y frutas de aguacates criollos. Se caracterizaron 36 materiales de aguacate criollos: 18 de San Mateo, 7 de Orotina y 11 de Esparza. Para hacerlo, se usaron los descriptores internacionales para esta especie.
Entre los materiales analizados, las investigadoras encontraron algunos tipos de aguacate que son candidatos excelentes para el desarrollo futuro de variedades superiores, adaptadas a las condiciones climáticas de la zona de influencia. Ellas consideran que estos materiales seleccionados podrían convertirse en alternativas para la producción comercial de aguacates criollos de alta calidad.
Uno de los aportes más importantes de este proyecto, tanto para la zona meta como para el país, es el establecimiento de un banco de germoplasma de materiales élite de aguacate, ubicado en la Estación Experimental Fabio Baudrit Moreno. Este banco ya está a disposición de los agricultores y agricultoras que necesiten material vegetativo para establecer sus plantaciones, para el mejoramiento de variedades y para la selección de patrones adaptados a la zona.
Como parte del proyecto, en noviembre de 2018, se realizaron dos talleres, uno en Esparza y otro en San Mateo (con productores tanto de San Mateo como de Orotina), con la finalidad de contribuir a que los productores y productoras adquieran mayores conocimientos para la propagación de sus materiales criollos y para el manejo más tecnificado de sus plantaciones.
El proyecto también incluyó una encuesta etnobotánica que se aplicó a las personas dueñas de los árboles o plantaciones de aguacate criollo, en distintas comunidades de los cantones de Orotina, Esparza y San Mateo. En la encuesta se les consultó sobre el origen sus aguacates, la forma en que se propagaron y la edad de los árboles, así como información sobre otros usos tradicionales.
Entre los usos más comunes que reportan los pobladores de estas zonas está la infusión de los cogollos para la tos, las semillas hervidas en agua para controlar la diabetes, así como la mezcla de trozos de semillas con alcohol para reducir dolores en las articulaciones y el causado por golpes.Adicionalmente a la caracterización y la encuesta, se colectaron muestras para la realizar análisis moleculares. Esto ayudará a determinar la relación genética entre los materiales de todas las localidades de los tres cantones estudiados.
Durante la cosecha de aguacate del 2019, se realizarán también análisis de la composición química de los frutos seleccionados. Tales datos servirán para dar valor agregado a cada material, que podrá ser promovido de acuerdo con sus características alimenticias y nutricionales.
Los resultados de este proyecto se expondrán al público este viernes 31 de mayo, a las 2:00 p. m., en la Feria del Aguacate en San Jerónimo de Esparza. La actividad se celebra del 27 al 29 de mayo y del 3 al 5 junio, donde los asistentes podrán degustar los mejores aguacates criollos costarricenses.
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