Vecinos de comunidades de las llanuras de la vertiente atlántica han reportado la llegada de esta especie, que algunos creían extinta.
Este esfuerzo conservacionista de la UCR en torno a la sobrevivencia del pez sierra, se ha realizado en alianza con las comunidades, organizaciones como Misión Tiburón y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, y ya rinde frutos.
En la UCR existen dos proyectos inscritos, que contemplan acciones educativas, de investigación y acción social. Gracias a este conjunto de esfuerzos se divulgó la campaña “En busca del pez sierra".
Uno de las iniciativas universitarias se denomina “Integración de la sociedad costarricense en la conservación del pez sierra mediante la educación ambiental” (ED-3295), con fondos de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS). El otro se titula “En busca de peces casi extintos: Estado actual del pez sierra (pristis pristis)”, de la Vicerrectoría de Investigación (VINV).
En Costa Rica, la situación del pez sierra se considera crítica. Laura García Jiménez y Mario Espinoza Mendiola, investigadores del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) explicaron que hace unas cuatro décadas en el país existían dos de las cinco especies que existen en el mundo: la de dientes grandes y la de pequeños.
A la fecha, los registros recibidos se refieren a la primera variedad. “El de dientes pequeños estaba restringido al Caribe, pero desde hace 15 años no se volvió a ver y tememos su desaparición. En la actualidad, no existen datos que evidencien de la población de los peces sierra; pero los pobladores de estas regiones dicen que hace 40 años era muy común” explicó el Dr. Espinoza.
Los recientes avistamientos se circunscriben en los ríos de la Zona Norte, que se desembocan en el río San Juan; en el humedal Térraba-Sierpe, Zona Sur, y en las Barras del Colorado, en el Caribe, detalló Espinoza.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza declaró en riesgo crítico de extinción al pez sierra. Por lo tanto, los objetivos de este proyecto interinstitucional son identificar los sitios donde la especie sea vista, estudiar los factores que inciden en su prevalencia, así como establecer formas para el manejo y conservación ambiental que garanticen que vuelva a nadar por las aguas nacionales.
Uno de los logros de esta campaña es que este pez, así como tortugas marinas y delfines, ya son especies protegidas por la ley aprobada por la Asamblea Legislativa, gracias a un proyecto propuesto por estudiantes de la Escuela de Biología de la UCR. Desde entonces está prohibida la pesca, comercialización y prácticas pesqueras que atenten contra su sobrevivencia, amplió Espinoza.
Popularmente al pez sierra se encuentra en aguas poco profundas. Se le considera un tiburón, pero realmente es una raya cuya larga sierra le facilita la captura de presas, posee unos 40 dientes, cuya apariencia de un gran serrucho es considerado un trofeo de exhibición. En el pasado, era capturado para arrancársela. Llega a medir hasta 6.5 metros de desde la punta de la sierra hasta la cola.
Otras amenazas ambientales son la destrucción y la contaminación de los ambientes costeros, como manglares y humedales, así como la facilidad con la que se enredan en redes de pesca cuando los pescadores capturan especies más pequeñas.
La bióloga Laura García Jiménez destacó que uno de los factores del éxito de la campaña de divulgación y educación ambiental es la participación activa de los escolares. “Hemos tomado una escuela piloto, en Sierpe, en el cantón de Osa, donde hemos aplicado distintas estrategias, como el deporte unido a la conservación. Con materiales como libros de cuentos para los más pequeños, rompecabezas y actividades lúdicas. No solo se abarca la especie, sino a los entornos ambientales y otros seres vivos, y resaltamos su importancia para las comunidades”, detalló.
También, se han involucrado con especial interés empresarios y guías turísticos, pescadores y estudiantes universitarios. Las giras contemplaron las entrevistas a pobladores de las regiones, distribución de material informativo y una gran cantidad de talleres con estudiantes en escuelas. El propósito es que las personas sepan qué hacer si encuentran el pez sierra y cuáles son los datos que se requieren para el proyecto.
Uno de las fases más recientes de este proyecto es la próxima publicación de un libro con un cuento dirigido a población escolar. “Con el apoyo de la Oficina de Divulgación e Información de la UCR se logró un diseño gráfico y la parte editorial ya está lista. Estamos buscando fondos para su publicación y distribuirlo a gran escala (...) La idea que hemos tenido con los docentes es incorporarlo en los temarios relacionados con la semana del ambiente. Esta podría ser una herramienta para entrarle a este tema. Con los más pequeños puede servir para la lectoescritura”, aseguró García.
Al final de los talleres aplicados a escolares en la escuela de Sierpe, se realizó un acto de graduación que nombró a las niñas y niños como guardianes del pez sierra. Se les entregó un título que los acredita como tales y su respectivo gafete. “Esto los emociona bastante y tiene un efecto multiplicador con sus familiares que son pescadores; pensamos replicar esta experiencia en otros centros educativos”, acotó la bióloga.
Para los meses venideros, en convenio con Correos de Costa Rica se planea la circulación de un matasellos postal. En el enlace del sitio En busca del pez sierra se sube información sobre los avances del proyecto y otras actividades relacionadas con la conservación de la vida marina.
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