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Indira Pensado trae a la UCR las últimas tendencias del teatro mundial

Estudiantes de Artes Dramáticas perfeccionan la voz, una de sus herramientas más importantes
13 ago 2018Artes y Letras
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De niña, Indira Pensado visitaba de gratis los teatros de la UNAM, gracias al papá de un amigo. Años después volvió a esa universidad para graduarse en Literatura Dramática y Teatro.  Laura Rodríguez Rodríguez

“El entrenamiento vocal con el que se ha venido trabajando es para un teatro de los 60, los 70 o los 80”. Con esa frase el M. Sc. Juan Carlos Calderón, director de la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica (EAD-UCR), resume uno de los principales desafíos con los que se están topando quienes aspiran a formarse como actores, no solo en el país sino en toda América Latina.

Formas rígidas de proyectar la voz y técnicas estandarizadas se han encargado de reducir los registros de tonos de los actores y han terminado por volver estáticas y monótonas las artes escénicas.

Para cambiar esta realidad, y adaptar la formación a las nuevas tendencias, la EAD-UCR emprendió una modernización que empezó por la voz, una de las principales herramientas con la que cuentan los actores.

El músculo del alma

Para la actriz mexicana Indira Pensado, la voz es el músculo del alma y como tal no se trata solo de una función de garganta sino también del resto del cuerpo y sobre todo de la mente. “Los humanos nos hemos vuelto torpes, nos hemos desintegrado y pensamos que es solo hablar y ya. Lo más hermoso es buscar la reconexión sentir-pensar-decir”, explica.

En su faceta de profesora de la Escuela Nacional de Arte Teatral de México, Pensado visitó la Universidad de Costa Rica para compartir con estudiantes de Artes Dramáticas los conocimientos que desarrolla a lo largo de su carrera. En sus intenciones de mejorar las técnicas teatrales ha explorado la anatomía y hasta la neurociencia. El objetivo: que los actores logren proyectar su voz natural en vez de forzarla o fingirla.

“Yo me fui dando cuenta sobre la marcha de lo complejas que eran las artes escénicas y luego fui descubriendo estas vertientes sobre las cuales he desarrollado mi carrera”, recuerda.

A su formación de actriz le sumó la danza butoh (danza de la oscuridad) y horas de entrenamiento en las que sus mentores utilizaron técnicas tan disímiles como sembrar árboles o cargar piedras, una mezcla que la ha convertido en una referente regional.

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El talento de Indira Pensado se extiende a diversas áreas, como actriz fundó el grupo "Médula Teatro" y como docente imparte lecciones en la Escuela Nacional del Arte Teatral, Argos Casa Azul y el Centro de Estudios para el Uso de la Voz (Ceuvoz). Laura Rodríguez Rodríguez

Una voz realmente experta

Los métodos con los que se intenta perfeccionar la voz de los artistas dramáticos pueden contarse por decenas, pero entre ellos destaca el linklater, una creación de la artista del mismo nombre que busca entrenar la voz no como un ente independiente sino como parte del cuerpo.

Kristin Linklater logró academizar su propuesta y la ofrece como una especialidad profesional compleja: es impartida por ella misma, se ofrece solo en inglés y graduarse toma entre cuatro y diez años. Solo cuatro latinoamericanos se han certificado y Pensado es una de ellas.

Mezclando ese conocimiento con la técnica Roy Hart, la maestra Pensado ha construido talleres integrales que mezclan el calentamiento con la experimentación en la voz.

“No es un asunto de magia si no de buena técnica: yo veo rodillas, lenguas, mandíbulas y sobre eso me voy”, explica. Las dudas o la pena inicial de los participantes se convierten en poco tiempo en motivación para atreverse a practicar nuevos sistemas de hacer arte.

“La mirada cambia, se develan las emociones, hay verdadera sinceridad”, describe con orgullo.

Liberando el ser

El director de la EAD resume el trabajo de Indira Pensado como un primer paso para que las artes dramáticas entren al siglo XXI.

Pensado, por su parte, insiste en que explotar la voz es, en esencia, un tema de trabajo y más trabajo. “Antes había escuchado cosas así bien raras... Ya luego vi que no era tan fácil y que con esfuerzo el arte puede llegar a ser sorprendente”, detalla.

“Muchos directores hablan de las energías y de muchas otras cosas raras, pero desde estos lugares he entendido muchísimo más de cómo trabajar la voz. Liberar la voz es liberar el ser y  no solo emitir sonidos. Implica sentir, pensar y vincular el cuerpo”, concluye la artista.

 

Tomás Gómez Huertas
Periodista, Oficina de Divulgación e Información