La crisis política y social que enfrenta Nicaragua desde el pasado mes de abril ha tenido en la población juvenil una de sus principales víctimas. El cierre indefinido de las universidades interrumpió los estudios de miles de jóvenes, algunos de los cuales han salido del país en busca de oportunidades para continuar su formación profesional.
La M. Sc. Leonora de Lemos, directora de la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (Oaice), explica que desde mediados de mayo se incrementaron las preguntas y las solicitudes de ayuda provenientes del país vecino. “Las consultas venían con descripciones de hechos que no permiten ser indiferentes”, comenta.
Según los datos manejados por la Mgtr. Rita Jiménez, jefa de la Sección de Movilidad Estudiantil, al final del plazo extendido para la recepción de solicitudes de estudio, 55 estudiantes nicaragüenses presentaron sus atestados, de ellos, 45 fueron aceptados. Por condiciones propias de las personas interesadas, el grupo se ha reducido a 33 jóvenes, quienes el lunes 13 de agosto comenzarán lecciones como estudiantes visitantes de la UCR para el segundo semestre del 2018.
La categoría de “estudiante visitante” ha existido por varias décadas en la Universidad de Costa Rica y permite a las personas extranjeras que cursan estudios universitarios en su país de origen realizar intercambios en la institución. Gracias a esta figura, cientos de alumnos de la UCR también han podido realizar visitas académicas a centros universitarios en el exterior.
Durante su estancia en la UCR, los estudiantes visitantes cursan materias que convalidarán en sus planes de estudio al regresar a la institución de la cual proceden. Por reglamento, no son considerados estudiantes plenos de la UCR y no pueden graduarse en ella. Además, en todo momento deben mantener una condición migratoria regular.
La Directora de la Oaice es enfática en señalar que los estudiantes visitantes no gozan de ningún tipo de beca ni subsidio socioeconómico, por tanto, su presencia corre por cuenta propia y no impacta el presupuesto universitario. Esto permite abrir las puertas de la Institución para que más de cien estudiantes visitantes de diversas nacionalidades lleven cursos en la UCR, destacan en la lista jóvenes procedentes de México y Alemania.
Únicamente se exceptúan aquellos estudiantes que provienen de universidades con las cuales la UCR ha suscrito un convenio específico, en ese caso los alumnos pueden solicitar la exoneración del costo de la matrícula. En este momento, solo tres de los universitarios tendrán este beneficio. “Tenemos firmado un convenio con una única institución nicaragüense, la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, y de ahí solo recibimos a tres personas”, explica por su parte la Mgtr. Jiménez. Quienes provienen del resto de universidades deberán pagar el monto respectivo, aproximadamente tres veces más alto que el fijado para estudiantes costarricenses.
Los cupos habilitados para los alumnos visitantes son adicionales a los del estudiantado de la UCR, de manera que estos últimos no se ven afectados. Su apertura depende de la autorización que emita cada unidad académica y del cumplimiento de requisitos por parte de los interesados. Carreras como Medicina y Odontología no forman parte del proyecto.
El procedimiento para cursar estudios en la Universidad de Costa Rica es el mismo para todas las personas.
Tanto los costarricenses como las personas extranjeras que viven en el país y fuera de este tienen que realizar el examen de admisión, un paso que deben cumplir en igualdad de condiciones. Para el 2019, la convocatoria finalizó y se registran 115 inscripciones de estudiantes nicaragüenses.
De la población que resulte admitida, tendrán derecho a solicitar beca únicamente quienes estén bajo la categoría migratoria de refugio o residencia permanente, las peticiones serán analizadas según los parámetros con los que ya cuenta la institución.