La Escuela de Administración Pública recibió el galardón Bandera Azul Ecológica

La Escuela de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica recibió el pasado 29 de junio el galardón Bandera Azul Ecológica, en la categoría de Cambio Climático. El premio reconoce a las organizaciones que realizan su gestión con criterios de sostenibilidad socioambiental y que generan un efecto multiplicador en los diferentes sectores del país.

Esta unidad académica, además, es acreedora del Galardón Ambiental 2016, reconocimiento que ofrece la Universidad de Costa Rica a lo interno de la Institución para premiar a las unidades que atienden al compromiso con el medio ambiente y hacen más coherente la teoría y la práctica del quehacer universitario en ese tema.

En la fotografía se observa a la docente Lorena López González y al director de la Escuela de Administración Pública, Leonardo Castellón Rodríguez.  Laura Rodríguez Rodríguez

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Esta es la tercera ocasión que se entrega una Bandera Azul a una unidad de la UCR, pues en la lista de galardonados también figura la Escuela de Enfermería y la Oficina de Suministros.

El director de la Escuela de Administración Pública, Leonardo Castellón Rodríguez, aseguró que no hay vuelta atrás en los esfuerzos y que el único camino a seguir es avanzar en las escalas siguientes y sumar estrellas a su bandera.

Cómo se gana una Bandera Azul

El esfuerzo en la Escuela de Administración Pública es liderado por la docente Lorena López González, quien ha asumido las iniciativas ambientales y ha logrado incorporarlas en el trabajo integral de la Escuela.

“Es importante destacar que se trata de un trabajo que ha permeado la docencia, los proyectos de acción social y la gestión administrativa”, explicó el director Castellón Rodríguez.

En el área de la docencia, por medio de la merceología –ciencia de las mercancías–, la Escuela ha estudiando el valor de los residuos y su clasificación. En los proyectos de acción social, se suman de forma integral actividades de concientización en materia ambiental, con acciones concretas en comunidades varias y con organizaciones como Recope, el Hospital de Niños y sus damas voluntarias, escuelas y colegios, cooperativas y fundaciones como la Omar Dengo y Casa de los Niños.

Las buenas prácticas también influencian a los más cercanos, por eso, desde la Escuela de Administración Pública ya se atiende a la soda de la Facultad, se trabaja con la Asociación de Estudiantes y con otras áreas de la Universidad de Costa Rica.

Este esfuerzo se une a las gestiones que lidera dentro de la alma mater la Unidad de Gestión Ambiental (UGA-UCR), dependencia con la cual la Escuela trabaja de manera coordinada.

A nivel administrativo, en concreto el ahorro de agua, electricidad y papel, se logró una nota de 93 % de los requerimientos.

Sin embargo, se trata de un liderazgo y compromiso que realizan personas de la unidad académica por iniciativa propia, y no hay un refuerzo institucional; esto constituye una debilidad dentro del proceso. Asimismo, existen otras limitaciones como no poder dar carga académica a tales iniciativas ni obtener recursos para alimentación y materiales que apoyen las actividades.