Veintiocho personas sobrevivientes de cáncer, de la fundación Funcavida de San Ramón, participan en talleres de Arte Terapia que les ofrece la Etapa Básica de Artes Plásticas (EBAP) de la Sede de Occidente.
Según las participantes, los talleres han servido para concentrarse en otras actividades y dejar de lado algunas preocupaciones diarias. Consuelo Salas, vecina de San Ramón centro, destacó que la experiencia ha sido gratificante, ya que le ha permitido convivir con personas que han enfrentado procesos de enfermedad parecidos al suyo.
"Uno aquí se olvida de los problemas, comparte con compañeros y compañeras, y hacemos cosas nuevas que nos entretienen”, aseguró.
María Teresa Aguilar Berrocal también participa en los talleres, ella destaca que muchas de las personas que forman parte del grupo sufren de problemas de estrés y las actividades que desarrollan les ayudan a relajarse.
“Me siento muy feliz con lo que aprendo, me relajo, vivo el momento. Nos ha ayudado mucho con la salud, ya que por medio del arte, del pincel, nosotros dejamos escapar mucho el dolor, porque vivimos llenas de dolor, de estrés, de cansancio y de agotamiento”, expresó.
Según la Licda. Susana Villalobos, encargada de la EBAP, desde este proyecto se han abordado estrategias a través del arte para potenciar el auto cuidado y la disminución del estrés al enfrentar los procesos que conlleva esta enfermedad.
Destacó que, como profesionales del ámbito de las artes, lo que procuran es ofrecer conocimientos de alfabetización visual y generar espacios donde los participantes cuenten con el estímulo y la confianza para experimentar, investigar y sentirse bien mediante el arte.
Villalobos explicó que en los talleres se realizan ejercicios que involucran el componente sensorial para la creación artística, como ejercicios de percepción emocional para comprender el uso de símbolos en la representación de la auto imagen; de sensibilización musical, que involucran el movimiento del cuerpo para la creación de pinturas sobre diferentes melodías y ritmos musicales; ejercicios de acuarela sobre imágenes que representan condiciones de riesgo, y la creación de pinturas que simbolizan espacios de refugio mental al enfrentar situaciones de dolor emocional.
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También aseguró que uno de los ejercicios que han sido más representativos del trabajo con la fundación fue el del autorretrato, en el que se utilizó la obra de Frida Khalo para la reflexión de las diferentes formas de representación de metáforas, como el dolor y la belleza de la vida.
Para Villalobos, el proceso ha sido muy enriquecedor, ya que los participantes han aprendido a pensar más en procesos, en visualizar el error como una oportunidad, y han encontrado en el arte una herramienta comunicativa más.
Los talleres se ofrecen todos los jueves durante el primer semestre 2018. Para algunas actividades se ha contado con el apoyo de la psicóloga de la fundación, lo que, según Villalobos, ha enriquecido procesos de trabajo transdisciplinario.