Un animal humanizado y los cientícos a cargo desnudan a una sociedad que convierte a sus similares en objetos de análisis, burla y entretenimiento. A partir de ahí, Tríptico de Errancias narra el resto de su historia. 

- foto Michael Córdoba, cortesía del Teatro Universitario.

La sociedad moderna y sus exigencias han terminado por convertir a los seres humanos en objetos. Muchas personas, sin darse cuenta, terminan siendo víctimas de la situación y otras, un poco más alertas, sacan provecho.

Aunque la escena parezca cotidiana, no siempre se saca el tiempo para reflexionar sobre lo profundo de la situación. Para eso, el Teatro Universitario abre su cartelera a Tríptico de Errancias y Redil.

Durante el mes de junio, ambas obras le esperan para mostrar parte de las consecuencias de vivir en un mundo como el actual.

Víctimas y victimarios

Hay verdades tan evidentes o tan dolorosas que es mejor digerirlas mediante el arte. De esa idea nacen las dos obras que tomarán las tablas.

Tríptico de Errancias será la primera obra en ser exhibida. Del 1 al 10 de junio, el escenario recibirá a los científicos responsables de entrenar un mono para que aprendiera a hablar y a comportarse como humano. Lejos de ser una contribución a la ciencia, el experimento se vuelve show y deja en evidencia lo poderosa que puede ser la manipulación de una persona sobre otra.

Del 15 al 17 de junio, por su parte, es el turno de Redil. Ahí, Teresa expone las huellas de haber pasado sus mejores años bajo el escrutinio social y luchando por complacer expectativas ajenas.

En Redil, Teresa aprovecha su edad adulta para reflexionar el peso que la carga social de ser mujer le terminó representando. 

- foto Mariela Arce, cortesía del Teatro Universitario.

Trabajo de equipo

Redil y Tríptico de Errancias se presentan a manera de coproducción entre el Teatro Universitario y el Núcleo de Experimentación Teatral (NET).

Surgido en 1992, el NET ha venido a revolucionar el teatro costarricense tanto con sus propias creaciones como con adaptaciones de clásicos.

Las obras que muestra en esta temporada fueron escritas por Fernando Vinocour, quien, además, las dirige y actúa. El autor cataloga los textos como un proceso en el cual no solo él ha intervenido y que permite actualizar y corregir sobre la marcha.

“Esta es la segunda vez que se muestran las obras, pero son completamente otra cosa. Hemos podido tener el lujo de hacer los cambios necesarios, actualizarla”, explica.

Con las actuaciones de Bruno Camacho, Noelia Cruz, Dennis Quirós y el propio Vinocour, el grupo aprovecha estas dos obras para seguir buscando nuevas maneras de desarrollar las artes escénicas.