Convertir la mina de Crucitas en un parque de interés geológico y ambiental, que incentive la actividad turística en Cutris de San Carlos y sus alrededores, fue lo que propusieron algunas organizaciones ambientalistas y académicos como una alternativa al desarrollo social y económico de la Zona Norte del país.
En un foro realizado en la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) para analizar la situación actual de ese yacimiento minero y las perspectivas futuras, los dirigentes ecologistas advirtieron que la explotación ilegal de oro en la zona representa un peligro. Asimismo, alertaron ante la existencia de otras concesiones de yacimientos mineros en la región y su eventual explotación mediante la minería ilegal por parte de empresas mineras extranjeras.
“La presencia de los coligalleros en la zona es un lado del mismo problema y hay que resolverlo”, destacó el biólogo Jorge Lobo Segura, quien señaló que el impacto ambiental en Crucitas causado por los oreros ha sido muy serio.
No obstante, Lobo consideró que el daño a los ecosistemas naturales no son de la misma magnitud que lo que habría provocado el proyecto minero de la empresa Industrias Infinito, concesión que fue anulada en 2010.
La principal preocupación de los expertos ante la extracción minera ilegal por medio de artesanía en el último año es el peligro de contaminación con mercurio de las cuencas hidrográficas en la zona fronteriza con Nicaragua, especialmente en el río San Juan, lo que podría ocasionar un conflicto con Nicaragua por su impacto transfronterizo.
El geólogo Allan Astorga Gättgens explicó que el oro se encuentra diseminado en el subsuelo de forma microscópica y para su extracción se requiere el uso de cianuro o mercurio, sustancias químicas altamente tóxicas para la salud humana y ambiental.
El geoparque se desarrollaría con participación de las universidades públicas y sería un sitio de interés geológico, científico y cultural; abarcaría una extensión de 150 hectáreas del yacimiento de Crucitas y en los cerros de Botija y Fortuna. Para esto, se requeriría la compra de tierras que se encuentran en manos privadas.
El resto del área formaría parte de un plan de desarrollo que han venido trabajando el ex diputado Edgardo Araya y varias instituciones del Estado bajo el liderazgo del Instituto de Desarrolo Rural (Inder). Además, la idea es que participen las universidades públicas y se convierta en un centro de investigación y docencia.
“Es fundamental que ese yacimiento se convierta en un área protegida por muchas razonas: en primer lugar, por que haría más fácil la sanción a quien entre a hacer minería ilegal ahí y, en segundo, por la posibilidad de hacer una recuperación ambiental de la zona a fin de que se utilice como un sitio de interés científico y geoturístico”, expresó el geólogo.
El proyecto se inscribiría en la red mundial de geoparques que auspicia la Unesco. Esta red se caracteriza por su diversidad geológica y se ha creado con el objetivo de su conservación y para fomentar el desarrollo sostenible de las regiones donde se encuentra ubicada.
“Hay un fundamento científico sólido para explicar por qué el yacimiento de Crucitas debería convertirse en un geoparque a nivel nacional y mundial, como parte de la red de parques de la Unesco”, insistió Astorga.
Los expositores en el foro sobre Crucitas, realizado el 16 de mayo, se refirieron también a las características económicas, sociales y culturales de la Zona Norte de Costa Rica, y a las relaciones históricas con Nicaragua.
Al referirse a los lazos de cooperación y cercanía de los habitantes de la línea fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua, la investigadora del Centro de Investigación y Estudios Políticos (Ciep), Tania Rodríguez Echavarría, manifestó que para la población de la zona “la frontera no existe” y mostró cómo las personas se mueven entre uno y otro lado.
A juicio de la académica, las disputas fronterizas por recursos han sido “instrumentalizadas” por los gobiernos de turno con el fin de invisibilizar asuntos internos, así como por los medios de comunicación.
Además, los participantes dieron a conocer los esfuerzos realizados en los últimos años y el avance de varias iniciativas de producción para la zona, de desarrollo de infraestructura vial, acueductos y alternativas de empleo para la población.
Al respecto, el ministro del Ambiente, Carlos Manuel Rodríguez Echandi, explicó que existe una comisión interinstitucional que ha venido trabajando en la elaboración de un plan de desarrollo del distrito de Cutris y de los cantones fronterizos con Nicaragua, el cual será presentado en las próximas semanas al recién constituido Consejo de Gobierno, que acordó darle seguimiento a este tema.
Según expresó Rodríguez, “hay un documento de 80 páginas que contiene una serie de acciones de corto, mediano y largo plazo con acciones de los diferentes sectores que van a tener que participar”.
El funcionario destacó el liderazgo político del nuevo presidente de la república, Carlos Alvarado, para pasar a un nuevo modelo de desarrollo social y económico en el que el modelo minero y petrolero no tenga cabida. “No tengan la menor duda que si hay una persona que está muy clara en esta transición a un nuevo paradigma de desarrollo es nuestro presidente”, concluyó.