La Universidad de Costa Rica, a través del Centro de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE-UCR), presentó este 11 de mayo los resultados de sus estudios trimestrales: "Encuesta trimestral sobre opinión de empresarios" y "Desempeño y pronóstico de la economía costarricense".
En esta ocasión, el esfuerzo del IICE-UCR incluye un breve avance del estudio que se desarrolla sobre el impacto de la reforma fiscal. El documento completo sobre este tema será presentado en los próximos días.
Se estima un crecimiento del Producto Interno Bruto para el primer trimestre del 2018 que se coloque entre 3,1% y 3,6%, y un rango igual para el segundo trimestre del 2018. La razón de este comportamiento se explica por un lento crecimiento del consumo privado, caída en la Formación Bruta de Capital e incrementos esperados en la tasa de interés.
Por tanto, se espera un ritmo menor de crecimiento económico, con tasas de inflación dentro del rango meta. Se observa un lento crecimiento de la demanda interna, dando como resultado un mayor aporte del sector externo al crecimiento económico.
En esta ocasión destaca el esfuerzo del IICE por estimar el impacto del la reforma fiscal, que se analiza en la Asamblea Legislativa bajo el expediente 20.580.
Los primeros resultados sobre este tema se incluyen dentro del trabajo del investigador Rudolf Lucke Bolaños sobre el análisis del desempeño de la economía y pronósticos. Se puede concluir que pese a la regresividad del impuesto al valor agregado (IVA), este recae sobre los deciles de mayores ingresos.
El impacto distributivo del impuesto por decil de ingreso, la recaudación obtenida mediante el IVA y los ajustes en el impuesto de renta, serán tratados en un informe específico sobre la reforma fiscal que se presentara en los próximos días.
En la última Encuesta trimestral sobre opinión de empresarios para el II trimestre del 2018 se evidencia que el índice global de expectativas se debilita al primer trimestre del 2018. La medición, sin embargo, se hizo después de la primera ronda electoral, pero antes de la segunda, razón por la que los resultados no incorporan el ambiente tras la elección presidencial.
En términos generales, el optimismo de los empresarios se debilitó 2,3 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior, colocándose en 51,3 (por encima de los 50 puntos se considera terreno optimista), y corresponde al valor más bajo observado respecto al segundo trimestre de los últimos ocho años; también, este valor del índice general es el más bajo de todos los 33 trimestres desde que inició la serie hace 9 años.
Los índices de expectativas se debilitan en tres sectores; el cambio más notable, en comparación con el trimestre anterior, se dio principalmente en servicios, cuyo índice de expectativas empresariales disminuye 6,5 puntos; en construcción, que cae 4,3 puntos, y en comercio 1,3 puntos. Solo los sectores agropecuario y manufactura presentan un ligero fortalecimiento de casi medio punto porcentual.
En relación con el empleo, predomina la estabilidad en el nivel de contratación. En comparación con el trimestre anterior, se observa que el balance neto de empleo mejoró solo en dos sectores, que son manufactura y agropecuario, mientras que en construcción, comercio y servicios hubo un deterioro.
Con respecto a las utilidades que esperan generar, los empresarios mejoran sus expectativas con respecto al trimestre previo en manufactura y agropecuario. Mismo comportamiento se presenta si se hace la comparación con el nivel de expectativas de hace un año.
En relación con las ventas o producción, las expectativas resultaron más favorables en el comercio respecto del trimestre anterior. Asimismo, si se hace la comparación con el promedio anual, los sectores comercio y servicios muestran un fortalecimiento en su optimismo y el resto de sectores se debilitan (agropecuario, manufactura y construcción).
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