Aunque siempre han convivido con el ser humano, algunos animales, como las serpientes o los murciélagos, arrastran estereotipos y mitos que ponen en peligro su especie.
Según expertos, la Tierra vive la sexta extinción masiva de especies de animales y muchos científicos la consideran más grave aún que la ocurrida hace 65 millones de años, cuando desaparecieron los dinosaurios del planeta.
La principal causa de esta debacle es la destrucción del hábitat que las actividades humanas provocan a un ritmo vertiginoso, señaló Gustavo Gutiérrez Espeleta, profesor de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR).
También hay otros factores que aceleran la desaparición de las especies, tales como la urbanización y la pérdida de cobertura boscosa, el cambio climático, la cacería, la introducción de especies exóticas que desplazan a las nativas, la sobreexplotación de recursos naturales y la contaminación.
Según el biólogo, la pérdida de hábitat provoca que algunos animales se vean obligados a tener una mayor interacción con las poblaciones humanas en busca de alimento.
"Tenemos un círculo vicioso", advirtió el investigador. "Los animales tienen hambre porque ya no hay chanchos o saínos y para comer matan un potrito o un ternero, lo cual genera un impacto económico importante. Entonces los dueños de las fincas contratan a los cazadores para que maten al felino causante del problema", agregó.
Entre las especies que enfrentan estos problemas se encuentran algunas a las que el ser humano teme y considera peligrosas o poco agradables, sin importarle si las conoce o no y el papel que ellas cumplen para mantener el equilibrio natural.
Para Felipe Montoya, biólogo, antropólogo y profesor de la UCR, “para la gente es más fácil crear una categoría de que serpiente es igual a un animal venenoso que hay que eliminar, y no pensar en que son unas pocas las que son venenosas”.
Así, existen imaginarios y creencias, movidos por el desconocimiento, que se transfieren de generación en generación y que inciden negativamente en la conservación de algunos animales.
“En parte es por falta de conocimiento y de una interacción más curiosa y más interesada con estos seres, por lo que es más fácil crear categorías y estereotipos no basados en un conocimiento profundo”, explicó el antropólogo.
De acuerdo con Montoya, las producciones audiovisuales, los cuentos y la literatura, para poner algunos ejemplos, alimentan los imaginarios relacionados con el “asco” o “peligrosidad” que la población siente sobre algunas especies.
“Esto lo hacen a costa de otro tipo de entendimiento, que es ver realmente la diversidad, que los animales no son unidimensionales y que no necesariamente son peligrosos, son seres sociables que conviven y que tienen un papel importante en los ecosistemas”, explicó.
“Necesitamos una cultura de querer conocer mejor nuestro medio y los otros seres que nos acompañan, tanto humanos como no humanos; el deseo de entenderlos realmente y convivir con ellos debería ser lo que prime”, concluyó Montoya.
Para este especial del suplemento C+T se tomaron en cuenta seis de los animales más temidos por la población: el cocodrilo, la serpiente, el murciélago, el tiburón, el alacrán y la tarántula, con el objetivo de acercar más a estas especies al conocimiento costarricense y derribar algunos de los mitos con los que cargan.
Esta edición especial fue realizada por los periodistas Patricia Blanco, Max Martínez y Paula Umaña, además del diseñador Rafael Espinoza; quienes forman parte de equipo del suplemento C+T.
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