Universidad de Costa Rica
El Premio Citi al Microempresario, patrocinado por Fundación Citi y organizado en conjunto con la Universidad de Costa Rica, mediante la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (Auge-UCR) premió a siete microempresarios costarricenses, que se destacan por sus emprendimientos, por trabajar y mejorar sus condiciones de vida y las de sus comunidades, contribuyendo así a la economía del país.
En total se entregaron ocho premios durante la tarde de este 15 de marzo en el auditorio de la Ciudad de la Investigación, un acto que según el director de Auge-UCR, Luis A. Jiménez Silva, viene a activar la economía regional y a atender a una parte de la población en la cual pocos se enfocan, por ello agradeció los fondos aportados por Citi.
Por su parte, la Ministra de Cultura, Sylvie Durán Salvatierra, recalcó la importancia de propiciar emprendimientos en las regiones y con ello valorar la identidad local como elemento diferenciador. Señaló que la economía naranja –o economía creativa que permite que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales– representa el 76% de los ingresos de las personas en Costa Rica.
El Premio Propulsa se realizó bajo el pilar de Inclusión Financiera en más de 25 países de todo el mundo; este busca reconocer el importante papel que desempeñan los microempresarios en el crecimiento de la economía y promover las micro finanzas en el país como herramientas de desarrollo. Al mismo tiempo, busca resaltar las trayectorias más exitosas de los microempresarios con el fin de que sirvan como modelos a seguir, y destacar el importante papel que los propietarios de las microempresas y de negocios en general juegan en las economías locales.
En Costa Rica el proceso, liderado por Auge-UCR, inició en el pasado diciembre con 266 proyectos que se postularon para competir con sus propuestas innovadoras fuera del área central del país. De estos fueron seleccionados 70, quienes recibieron un taller enfocado en potenciar su modelo de negocio y formar una comunidad de emprendedores con la finalidad de formar redes de desarrollo económico regional. Posteriormente, los 70 proyectos fueron sometidos a otro proceso de selección en el cual 24 de ellos resultaron finalistas, los cuales completaron el proceso con una entrevista.
De estas ideas innovadoras, siete recibieron el premio y además se reconoció a una microfinanciera:
Los premios rondan entre los $5.000 y los $8.000 para el microemprendimiento más destacado del año.
“Para Citi es un orgullo patrocinar e impulsar un programa enfocado en fortalecer el área emprendedora de nuestro país, un reconocimiento que brinda capital semilla a diversos negocios en crecimiento, que significa una mejor economía, progreso y desarrollo para Costa Rica”, comentó Ed Sánchez, Director Ejecutivo, Citi Costa Rica.
El proceso fue desarrollado metodológicamente por Auge y se contó con la participación de Red Costarricense de Microfinancieras (Redcom) y la Fundación de la Universidad de Costa Rica para la Investigación (FundaciónUCR).
Durante la selección de ganadores, 8 voluntarios Citi formaron parte del jurado evaluador; estos brindaron sus conocimientos y experiencia a través de una sesión de evaluación.
“Para nosotros es medular impulsar del desarrollo económico regional, dado que no siempre existe la oportunidad de contar con fondos para impulsar proyectos fuera de la Gran Área Metropolitana. El contar con estos incentivos motiva a las personas emprendedoras a continuar con su negocio y las inspira a pensar en nuevas líneas de innovación en su región. Además, lo más importante del proceso era acercar a todos los proyectos a que colaboren entre sí y que compartan sus experiencias para avanzar a proyectos más grandes” comenta Luis Alonso Jiménez Silva, director de AUGE y parte del comité evaluador de los proyectos.
El programa ha demostrado ser un éxito, no sólo por el alto número de participantes, sino también porque se logró crear conciencia a nivel mundial acerca del importante papel que desempeñan las microempresas y emprendedores en sus economías locales, así como la importancia del microcrédito como herramienta para lograr el desarrollo.