Limitadas oportunidades de trabajo, estudio y promesas de paz incumplidas, entre otras razones, motivan a que los jóvenes centroamericanos de comunidades empobrecidas quieran migrar de sus países, en los cuales perciben una injusta repartición de la riqueza.
Estas son parte de las conclusiones de “Centroamérica Desgarrada”, la investigación que desarrolló el Dr. Carlos Sandoval García durante el año 2017, en el marco de su trabajo como Catedrático Humboldt de la Universidad de Costa Rica (UCR) y que fue dada a conocer este martes 13 de marzo.
Para la consolidación de este estudio exploratorio se dio lugar a la aplicación de 300 encuestas en una comunidad urbana empobrecida de cada país de Centroamérica, las cuales fueron aplicadas de forma domicilial mediante el apoyo de 100 personas locales.
Según el Dr. Sandoval, investigador y comunicador social, la iniciativa se propuso “recoger las demandas y expectativas de personas jóvenes residentes en colonias o barriadas empobrecidas en las capitales de Centroamérica”.
La investigación consideró la comunidad El Limón en Ciudad de Guatemala (Guatemala), Nueva Capital en Tegucigalpa (Honduras), Popotlán en San Salvador (El Salvador), Jorge Dimitrov en Managua (Nicaragua) y La Carpio en San José (Costa Rica).
“Las comunidades fueron elegidas a partir de lo que se denomina juicio experto, con la intención de incluir localidades que pudieran ser representativas de condiciones de vida de empobrecimiento urbano”, explicó el comunicador.
Según Sandoval, la investigación evidenció que pese a la firma de los Acuerdos de Esquipulas en la década de 1980, la paz duradera en la región nunca se consolidó y por el contrario, hoy día sigue siendo palpable el impacto de la violencia y la desigualdad en la región.
“Hay que invertir más en oportunidades, esa es la base de una política pública responsable. Si no le damos oportunidades a la gente pobre, la vamos a condenar a estar en la esquina y estando ahí el desenlace no es difícil de imaginar”, enfatizó el académico.
Existe un claro malestar de los jóvenes centroamericanos respecto a la distribución de la riqueza en sus países. El 62% de las personas consultadas en Guatemala considera esta situación muy injusta, lo mismo que el 51% en Honduras, el 64% en El Salvador, el 32% en Nicaragua y el 37% en Costa Rica.
La familia (87,8%), los amigos (49,8%) y la iglesia (30, 6%) son quienes ofrecen un mayor apoyo a esta población al proponerse una mejor vida. Mientras que los sindicatos (0,3%), los diputados (0,7%) y las oficinas de gobierno (1,3%) figuran en los últimos lugares como aliados en este objetivo.
Las instituciones que inspiran más confianza a los jóvenes consultados son los centros educativos (61%) y las universidades (59%), así como los medios de comunicación y las iglesias no católicas con el mismo porcentaje de credibilidad (49%). En contraposición señalan la política nacional (28%), la empresa privada (26%) y las alcaldías de sus municipicios (23%).
Como respuesta a este panorama, el 76% de los jóvenes salvadores consultados en la investigación manifestó su interés por irse a vivir a otro país; decisión a la que se suman 61% de los hondureños, 50% de los costarricenses, 49% de los guatemaltecos y 47% de los nicaraguenses.
Según el Dr.Sandoval, las estadísticas evidencian que la migración se ha convertido a lo largo de la historia en la gran alternativa de las sociedades centroamericanas ante las condiciones de vida de sus países, lo que a su criterio evidencia una situación angustiante más que preocupante.
“La migración ya no es una elección sino una obligación y cada vez es más difícil llegar al lugar donde se quiere, como resultado de la inseguridad y las políticas migratorias; esto nos da la sensación de que las personas quedan en una especie de limbo”, explicó el académico.
Esta iniciativa contó con el respaldo del Espacio de Estudios Avanzados (UCREA), el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC), Fundación UCR, la Vicerrectoría de Investigación y Rectoría.