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Programa de Residencias Estudiantiles: cuando la UCR es también el hogar
Más de 800 estudiantes forman parte del Programa de Residencias de la UCR. 
Por más de 40 años este programa ha sido pilar para garantizar la posibilidad de estudiar para quienes vienen desde muy lejos
22 feb 2018Vida UCR

César Díaz, proveniente de Pérez Zeledón y estudiante de Ciencias Políticas y Enseñanza del Castellano y la Literatura así como Ashley Castro Ruiz, estudiante de Enseñanza del Francés oriunda de Puntarenas son estudiantes residentes en la Sede Central Rodrigo Facio. Ambos concuerdan en que si no fuera por el beneficio de alojamiento que da la Universidad, posiblemente no estarían estudiando.

Actualmente hay más de 800 estudiantes residentes en todas las sedes y recintos de la Universidad, que al igual que César y Ashley, el dependen del beneficio de alojamiento para poder continuar con sus estudios.

“Describir al Programa de Residencias en una palabra: me lleva a decir que es una oportunidad, porque la verdad es que Residencias más que tres simples edificios, es nuestra casa fuera de nuestra casa. Es nuestro refugio, es nuestro espacio. La oportunidad para muchos de salir de su zona natal. Venir a enfrentar un nuevo reto como lo es nuestra carrera universitaria y a la vez estar rodeado de personas que están pasando por los mismos cambios es parte de una evolución constante en el diario vivr de Residencias. Uno nunca está solo. Uno sabe que aquí no debe enfrentar las cosas solo”, comentó Ashley Castro Ruiz.  

César Díaz recordó que Residencias no es sólo alojamiento, también posee una serie de procesos de formación personal que en un futuro significarán herramientas que pueden aportar mucho al desarrollo profesional.

“El programa nos forma a nosotros integralmente en comparación con personas que tal vez no estén en el programa y que también sean de zonas lejanas. Acá se promueven talleres de liderazgo, talleres para reducir la huella ecológica, nos preparan en acompañamiento con trabajo social, psicológico, que tal vez muchas personas que vienen de otros lugares del país no podrían recibir; se trata del cambio emocional que contempla vivir en San José y aquí a nosotros se nos da un seguimiento, se nos prepara para ese cambio con el fin de adaptarnos a un modelo social diferente”, destacó Díaz.  Según Sandra Masís, Directora del Programa de Residencias Estudiantiles, se estima que por el Programa han pasado más de 8 mil estudiantes.

César Díaz, Estudiante de Residencias Estudiantiles

César Díaz, estudiante de Ciencias Políticas y Enseñanza del Castellano y la Literatura de la UCR

Masís destaca que en Residencias, el estudiante recibe formación en una gran variedad de áreas, además del apoyo en alojamiento.

La Directora también destaca que el Programa es clave para el logro académico de los estudiantes, mediante todo lo que brinda, desde salas de cómputo hasta lavadoras, camas, escritorios y casilleros para las y los estudiantes. Además, Masís indica que la experiencia de los años le ha mostrado que los estudiantes salen fortalecidos para afrontar de mejor forma la entrada al mercado laboral.

También, en este Programa se da un proceso de atención y seguimiento de la población de primer ingreso, se busca fortalecer el desempeño académico, se brinda un servicio de prevención de riesgos y atención de emergencias, y hay un proceso de desarrollo de habilidades de liderazgo y buenas prácticas ambientales. También, hay apoyo personal y social en el proceso de convivencia y hay atención e intervención profesional en situaciones conflictivas, de salud, emocionales y psicológicas.

Gilberto León Avecilla tiene más de 10 años de laborar para el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), él formó parte del Programa de Residencias y explicó que gracias a la UCR pudo cumplir su sueño de ser profesional.  Cristian Araya Badilla

El Programa de Residencias Estudiantiles es un beneficio complementario según lo estipulado en el Reglamento de Adjudicación de Becas y otros Beneficios. Forma parte de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, instancia que emite los lineamientos generales, y es administrado por la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica (OBAS) en la Sede Rodrigo Facio y por la Coordinación de Vida Estudiantil en las Sedes Regionales.

Este beneficio, que ahora disfrutan Ashley y César, lo disfrutaron también en su paso por la universidad Gilberto León Avecilla, quien hoy es un profesional con 10 años de laborar para el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y Sonia Hernández González, quien hoy es Productora Audiovisual y Multimedia en el Ministerio de Educación Pública (MEP).

Ambos concordaron también en el hecho de que posiblemente no podrían estar donde están, sin el apoyo del Programa de Residencias Estudiantiles de la Universidad de Costa Rica (UCR).

“En mi caso, complacido de haber formado parte de este programa, ya que me permitió tener habilidades y destrezas que fuera del programa, no las habría tenido. Como el hecho de poder ser multifacético en algunas de las funciones, porque nos tocaba hacer de todo en los apartamentos donde vivíamos. Nos tocaba convivir con personas, culturas y tradiciones diferentes, lo que le da a uno esa apertura de mentalidad para poder compartir con diversas personas, y que ahora en el mundo laboral cuando se trata de compartir con compañeros de trabajo, esas herramientas que el programa nos dio, son útiles y funcionales”, destacó León Avecilla.  

León subrayó que cualquier persona que sea de zonas alejadas y en situaciones similares a las de él, puede completar su sueño de ser un profesional, formando parte y participando mediante el concurso de admisión de la universidad en el Programa de Residencias Estudiantiles.  

Por otro lado, Hernández subrayó que de su familia, no sólo ella pasó por el Programa de Residencias Estudiantiles, por lo que este espacio ayudó mucho a sus hermanos a profesionalizarse.

“El Programa fue un catalizador de cambio en mi vida. Me permitió estudiar lo que yo quería. Me permitió conocer gente que hasta la fecha sigue aportando e impactando cosas importantes en mi vida, además me dio muchas herramientas a nivel profesional porque te ayuda a convivir con la gente, te ayuda a ser tolerante, te ayuda a estar abierto a personas diferentes que hacen las cosas diferentes y eso está bien, te ayuda a lidiar con distintas personalidades y te ayuda a administrar los recursos que tenés. Más allá de lo académico también me dio otras herramientas, que posiblemente me habría costado mucho conseguir”.  

En el Programa de Residencias, la gran mayoría de estudiantes son provenientes de zonas alejadas de la Gran Área Metropolitana (GAM), en su mayoría de zonas rurales y provenientes de familias con muy reducidos recursos económicos, por lo que, como indica César Díaz, se convive con un gran “mosaico de personas”.  

Ashley Castro también destacó que al final del período de estancia en el Programa, un residente es una persona integral.

Sonia Hernández González es Productora Audiovisual y Multimedia en el Ministerio de Educación Pública (MEP), ella forma parte de los más de 8 mil estudiantes que han sido beneficiados por el Programa de Residencias de la UCR. Cristian Araya Badilla

“Cada persona que entra a Residencias viene con una historia, pero cuando sale, sale con una historia re-escrita, con una nueva historia. Esa historia queda para el resto de la vida. Residencias es una familia”, expresó.  

Un repaso por la historia

En 1970, se comenzó a escribir una historia que casi nadie conoce. La Universidad de Costa Rica (UCR) empezó a detectar una enorme dificultad de asistencia a clases y transporte en estudiantes que vivían lejos de los centros de estudio de la UCR: el problema estaba claro, se necesitaba infraestructura de alojamiento.

Lo que en su momento se llamaba Patronato de Becas (hoy, Oficina de Becas), investigó en otros países sobre los procesos de alojamiento de estudiantes. Es así, como según la historia registrada por la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica (OBAS), en 1976, la Sede de Occidente comienza a desarrollar las primeras experiencias de alojamiento de estudiantes.

Un año después de esas primeras experiencias, en la Sede Central Rodrigo Facio, mediante la Oficina de Bienestar Estudiantil, se alquiló una casa para 11 estudiantes provenientes de Limón, que cursaban sus carreras en San Pedro de Montes de Oca.

De esta manera, la primera forma de residencias estudiantiles consistía en una casa alquilada por la universidad donde los estudiantes con dificultades para el pago de alojamiento, podían vivir mientras cursaban su carrera universitaria.

Pero esta modalidad debió modificarse en 1983, no sólo por el alto costo de los alquileres, sino también por dificultades para encontrar lugares de alojamiento adecuados. Es así, como la Sede Rodrigo Facio compra un edificio de 28 apartamentos que pasa a llamarse “Residencias Estudiantiles”, un edificio que se llenó de estudiantes rápidamente, hasta tener alojados cerca de 160 residentes.

La Sede de Occidente construye sus residencias propias en 1986, inaugurando este edificio en 1991, el cual se convirtió en el primer inmueble construido por la Universidad para fines de alojamiento de estudiantes. Es así como la Sede del Atlántico hace lo mismo en el mismo año y el Recinto de Tacares también, en el año 1992.  

En Liberia el servicio de residencias llegó en 1995 y en el 2012 amplió su capacidad con una nueva construcción. En Limón se construyó la primera residencia en 1988 y en el 2010, también inauguró un nuevo edificio.

En Puntarenas este programa logra un edificio propio en el 2004. Y en el 2006, cuando se abrió el Recinto de Golfito, con la carrera de Informática Empresarial, de los 21 estudiantes admitidos, a 16 se les brindó beneficio de residencia.

El edificio de Residencias Estudiantiles ubicado a un costado de la Facultad de Educación en la Sede Central Rodrigo Facio, se remodeló en el 2013. Para el 2014, se inició el proceso de gestión para un nuevo edificio que se denominó Residencias Estudiantiles Universitarias (REU). 5 pisos de un edificio cargado de estudiantes de zonas alejadas que tiene un lugar seguro de alojamiento, que no sólo les permite llevar adelante sus estudios y sus tareas académicas, también les da descanso, recreación, comodidad y excelentes espacios de alimentación. Actualmente, el Programa se financia, primero, de una parte del presupuesto que proviene del monto por residencias de la población residente, el cual, se destina exclusivamente para el mantenimiento de edificios. Segundo, se recibe apoyo presupuestario de la Oficina de Becas (OBAS) mediante presupuesto ordinario y otras colaboraciones que llegan de otras instancias universitarias para el desarrollo de proyectos ambientales, de gestión, seguridad, entre otros.

 

Explicación del Programa Residencias Estudiantiles

La directora del Programa Residencias Estudiantiles, Sandra Masís.

Experiencias en el Programa de Residencias Estudiantiles

Ashley Castro Ruiz, estudiante de Enseñanza del Francés de la UCR oriunda de Puntarenas y estudiante residente en la Sede Rodrigo Facio.

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