¿Sabe cómo suena usted? El proyecto Musicar del verbo “musicar” le enseña cómo, porque según este enfoque todos musicamos aunque no tengamos conocimiento formal en la materia.
Se trata de una propuesta de enseñanza y aprendizaje de la música que hace el proceso más inclusivo y vivencial, pues se aleja de las partituras, para revelar que hacer música es una acción posible para todos.
Cuando se “musica” se revoluciona la clase de música, al pasar de la típica flauta dulce y la melodía de “Caña dulce pa moler”, a la grabación de un disco con decenas de piezas compuestas e interpretadas por cada uno de los estudiantes, estudios de grabación, video clips y conciertos.
La propuesta no deja espacio para los músicos frustrados, aquellos que dicen "siempre quise tocar guitarra pero..," o "siempre me gustó cantar pero..." .
El músico John Paul Da Bosco generó con este enfoque una experiencia explosiva como profesor de música en un colegio privado en San José, la cual ahora está replicando en China y a la vez, su maestro y creador del Observatrorio del Musicar de la Universidad de Costa Rica, el Doctor Guillermo Rosabal Coto llevó este enfoque a la Universidad de Toronto en Canadá. Dos acciones con las cuales se cumple con la meta de internacionalizar el proyecto en el 2018, justo a los 10 años de su creación.
El concepto fue creado por el crítico cultural neozelandés Cristopher Small quién propuso estudiar cuáles relaciones afirmamos, celebramos y exploramos a través de la música. Según su criterio, la música clásica afirma, celebra y explora el “establishment” de la industria musical, que se relaciona necesariamente con un hombre blanco, con grandes barones y las cortes de los últimos 400 años en Europa.
A partir de sus estudios doctorales el profesor Rosabal Coto rescata el concepto, y lo instaura en la UCR con la creación del Observatorio del Musicar en el 2008. Con el proyecto trata de responder una consulta propia y de muchos estudiantes de la carrera de música "¿Por qué aprender música tiene que doler?". El cuestionamiento problematiza el dolor físico de acoplar el instrumento al cuerpo, y el dolor de abandonar el gusto y el placer por la música popular para acoplarse a lo establecido.
“Si uno estudia música formal, ya no te puede gustar la música popular (porque te dicen que eso no es música), hay que convertirse en otra persona y hasta ajustar el cuerpo al instrumento” critica el profesor Rosabal, lo cual para él fue una motivación para formular una manera distinta de enseñar y aprender la materia.
El curso Fundamentos de la Enseñanza de la Música de la Universidad de Costa Rica es el espacio que ofrece el primer encuentro de los estudiantes de la carrera de Enseñanza de la Música con el verbo “musicar”, y ya cerca de mil de ellos pasaron por esta nueva forma de aprender música con un tratamiento crítico y con sustento teórico decolonial.
Su innovadora forma de acercarse a la enseñanza de la música, recibió desde el 2011 el apoyo de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación de la Universidad de Costa Rica (Proinnova-UCR), e incluso cruzó las puertas del Ministerio de Educación Pública (MEP) para instaurarse como parte del programa de música para estudiantes de escuelas y colegios en Costa Rica, el cual se mantuvo vigente hasta el término de la gestión del ministro de Educación Leonardo Garnier Rímolo.
Estudiante Fresly Umaña, Curso Fundamentos de la Enseñanza de la Música de la Universidad de Costa Rica.
El Observatorio del Musicar es parte de las innovaciones que tiene la Universidad de Costa Rica en el campo de las artes, junto con otras propuestas Musicar engrosa la carpeta de proyectos con alto potencial disrruptivo que lleva la gestora de innovación de la UCR, Cynthia Céspedes Alfaro. Ella asesora cuatro proyectos innovadores en la Escuela de Artes Musicales y en total en la Facultad de Artes se gestionan 10.
"Musicar es relevante porque generar aprendizaje musical a través de la experiencia y su plataforma permite compartir material entre quienes musican, los investgadores y el público en general" comenta la gestora de Proinnova -UCR.
La propuesta de Musicar invita a hacer introspección a través del cuerpo que canta, que se mueve, se trabaja a través de la historia de vida y esa narrativa invita a reconocer quiénes somos y cómo las instituciones sociales coordinan el cómo musicamos, y trata de evolucionar a una nueva etnografía poscolonial o decolonial. Lo que necesariamente debe sonar distinto.
La propuesta de hacer música decolonial es la contrapuesta de la visión colonial, entendida esta como el proceso civilizatorio que establece el modelo hegemonizante. Se trata de una propuesta que le da voz al sur.
Así, el Observatorio Musicar y el enfoque que promueve tiene una postura decolonial que ahora suena en China y Canadá.
Tras 10 años didácticos y pedagógicos, ahora el proceso del Observatorio se dedicará a sistematizar teóricamente la experiencia y el proceso de internacionalización permiitirá continuar con la investigación, que sigue explorando la etnografía como método para que al hacer música las personas sean conscientes de los condicionamientos sociales que están aflorando en el proceso, que a su vez es terapéutico, pues habla mucho de uno mismo, se explora el ser. Los talleres "vitrinas" que organiza el Observatorio ponen la experiencia de musicar a la disponibilidad de cualquier interesado en vivir la experiencia, el público participa componiendo y luego también interpretando, en una sola sesión se pasa de escribir unas líneas a escuchar una canción musicalizada e interpretada en el escenario.
Musicar viajó en octubre pasado hasta China de la mano de John Paul Da Bosco, quien replicará su experiencia de enseñar música con el enfoque de Musicar en un colegio privado en dónde permanecerá al menos por dos años.
Allí, intentará reproducir la experiencia que tuvo a nivel nacional, en dónde logró insertar dentro del proceso de formación de estudiantes de secundaria un proceso creativo musical que incluyó un estudio de grabación, instrumentos, bandas, canciones y conciertos.
También el profesor Rosabal fue nombrado como Académico Visitante por el Programa de Estudios Latinoamericanos (LAS) de la Universidad de Toronto (UofT), lo que le permitió presentar el enfoque, realizar entrevistas etnográficas, impartir docencia a nivel de grado y posgrado en educación y música y atraer a nuevos docentes y estudiantes interesados en proyectos conjuntos con el Observatorio del Musicar.
Con estas dos experiencias se logra un primer paso en la internacionalización del Observatorio cuyo trabajo puede ser consultado a través de su sitio web.
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