Desde hace año y medio, 14 estudiantes del Recinto de Paraíso de la Universidad de Costa Rica (UCR) trabajan junto a las comunidades de Cartago en la creación de proyectos que intentan aprovechar el potencial turístico de la provincia de forma sostenible.
Los jóvenes cursan la carrera de Turismo Ecológico y como parte de su proceso de formación se dieron a la tarea de visitar comunidades aledañas a fin de detectar necesidades a las que es posible dar atención desde su campo de estudio.
Según la docente Marisol Mayorga, la iniciativa permite que los jóvenes pongan en práctica el conocimiento que han adquirido en las aulas y que a partir de propuestas de ecoturismo colaboren con el desarrollo de las comunidades.
“Los estudiantes trabajan con las comunidades para ayudarles a detectar un futuro más sostenible desde la perspectiva económica, pero también ambiental”, señaló la docente.
Los seis proyectos turísticos diseñados por los jóvenes fueron presentados en el Recinto de Paraíso el pasado 9 de noviembre durante el espacio “Simbiosis Cultural: VIII Encuentro de Ecoproyectos de la carrera de Turismo Ecológico”.
Los estudiantes Mariana Marín, Jairo Cedeño y Javier Barrantes se acercaron al cantón de Paraíso, donde detectaron la ausencia de espacios para la promoción del arte local, lo cual les motivó a proponer una feria creativa cultural.
La actividad se realizaría una vez al año y albergaría de forma exclusiva a los artesanos de los cinco distritos del cantón. El espacio permitiría que los asistentes aprecien el trabajo artístico de la comunidad, mientras consumen gastronomía local.
“El cantón de Paraíso fue declarado de interés turístico en 1993 y aún así no hay muchas iniciativas para atraer gente. Queremos que la gente conozca lo que hay aquí, porque tenemos mucha riqueza” señaló la joven, quien afirmó que la iniciativa ya cuenta con una valoración positiva de la Municipalidad.
Los estudiantes Yulicsa Zamora, Hilary Villalobos y Antony Solano se involucraron con el cantón de Turrialba, donde a pesar de que existen varios hoteles que reciben visitantes constantemente, la comunidad no ha dado a conocer los atractivos de la zona.
“Queremos mostrar los atractivos que tiene San Cruz de Turrialba, pues actualmente es vista como zona de paso o de producción de lácteos, queremos mostrar que tiene un equilibrio cultural y natural”, afirmó Solano.
Los jóvenes proponen la creación de una ruta turística que permitiría a los turistas disfrutar de espacios como el tour del queso en la Finca La Florita o realizar observación de aves en la Granja Turística Miravalles, mientras que las familias de la localidad se benefician con la generación de ingresos económicos.
Según los estudiantes Anthony Padilla y Diego Ramírez, entre las problemáticas que experimenta el cantón de Paraíso se incluye la cacería de aves, situación que amenaza la existencia de las especies y limita el acercamiento de las nuevas generaciones a la fauna de la localidad.
Ante este panorama, los jóvenes idearon la creación de una guía biocultural que rescata el conocimiento de los adultos mayores sobre las aves y lo convierte en un producto didáctico atractivo y de fácil consumo, incluso para los niños.
La guía incluye las 21 especies más comunes de la localidad entre las que figuran aves como el Siete Colores, el Pecho Amarillo y el Chayotero. La información se complementa con ilustraciones y cuentos cortos.
“Con esta guía queremos llevar un mensaje de conservación y que al mismo tiempo, fomente la educación ambiental. Cuando se le da a pueblo la posibilidad de identificarse con una problemática, va a salvaguardar el recurso en peligro” afirmó Ramírez.
Las estudiantes Jaqueline Herrera y Daniela Bejarano también reconocieron la necesidad de impulsar la educación ambiental pero en su caso, en la comunidad de Ujarrás, localidad amenazada por la cacería, la desforestación y la contaminación del agua y el suelo.
Las universitarias crearon una guía lúdico educativa que a partir de diversas actividades intentaría concientizar sobre las problemáticas de la localidad a los estudiantes de cuarto, quinto y sexto año de la Escuela Clemente Avendaño Sáenz.
“Queremos que los niños aprendan a valorar lo que tienen alrededor y creemos que así se preocuparían por cuidarlo pero además, podrían aprovecharlo por medio del turismo sostenible” afirmó Herrera.
Una perspectiva similar es la que quieren promover Sharon Hernández y Carolina Quirós, quienes se acercaron a la popular finca Tres Equis ubicada en el cantón de Turrialba para plantear un modelo de interpretación ambiental.
Según Hernández, tras varios años de explotación ganadera, la finca fue recuperada y ahora puede aprovecharse como atractivo turístico y espacio de educación ambiental mediante la creación de un sendero que presente la historia del lugar y promueva la conservación.
“Queremos que la comunidad vea esta propuesta como ejemplo para desarrollar otros proyectos. Hay muchas familias que tienen finquitas pequeñas pero tal vez no saben cómo empezar a aprovecharlas.” afirmó la universitaria.
Pero el aporte de esta iniciativa del Recinto de Paraíso ha beneficiado incluso a otras comunidades, pues los estudiantes John Lewis y Adriana Orozco salieron de Cartago y trabajaron una ruta de turismo rural comunitario para el cantón de Alajuelita, en San José.
Los jóvenes diseñaron un recorrido que permitiría a los turistas que visiten la localidad conocer al menos seis lugares con atractivo cultural, histórico o natural, dentro de los que se incluyen el Parque Central, una fábrica de queso artesanal y la popular Cruz de Alajuelita.
“El cantón ha recibido un estigma que no se merece. El turismo rural comunitario visibiliza la riqueza del lugar. Queremos darle una cara diferente y que al pensar en Alajuelita la gente recuerde el sabor del chinchiví o las belleza de sus miradores” enfatizó el universitario.
La iniciativa ya fue presentada a la Municipalidad de Alajuelita y al igual que el resto de los proyectos, evidencia los valiosos resultados que es posible conseguir cuando el conocimiento académico es puesto al servicio de la sociedad.