El Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN) celebró sus primeras Jornadas de Investigación, en un espacio que convocó a investigadores, estudiantes, docentes y público en general.
Las jornadas tuvieron lugar del 22 al 26 de octubre y permitieron a los investigadores de este centro compartir los resultados de su trabajo y dar cuenta de la forma en que el CIAN genera conocimiento.
El subdirector de la unidad, el Dr. Mauricio Murillo, resaltó la relevancia que tiene la actividad para difundir la investigación antropológica que se lleva a cabo en el país. También, acotó que el evento es una oportunidad de acercamiento entre la sociedad costarricense y la academia.
“Estas jornadas permiten dar a conocer a la población las investigaciones antropológicas –y sus resultados–, que se realizan dentro de la Universidad. Además, concentran un conjunto de esfuerzos que se realizan en Costa Rica y en Centroamérica para generar aportes al pensamiento antropológico mundial”, comentó Murillo.
Para la directora del CIAN, la Dra. María del Carmen Araya, este es un merecido espacio de diálogo para la disciplina, pues la UCR es de las pocas instituciones que gradúa profesionales en esta área en la región.
“Hay una importancia en cuanto a la perspectiva antropológica y arqueológica de temas fundamentales, y si no son los arqueólogos de la UCR los que hablan de esos temas, no hay otra posibilidad de que se hablen del todo”, aseveró Araya.
Entre las ponencias presentadas, el director de la Escuela de Antropología, el Dr. Mario Zúñiga, expuso un avance de la investigación titulada Memorias de las guerras en Centroamérica, un análisis basado en testimonios e historias de vida sobre las guerras civiles en la región, entre 1970 y 1990.
La propuesta pretende rescatar las apreciaciones subjetivas, experiencias o narraciones biográficas de personas participantes en los conflictos bélicos, como insumo esencial para entender las guerras civiles desde una perspectiva más social.
“En general se puede decir que la narración biográfica es una valiosa fuente de información. Ahora bien su recolección y análisis presenta retos que tienen que ver con la forma de lidiar con la subjetividad de las personas y la manera en la que enfrentamos el ejercicio del recuerdo, que es el elemento clave de este tipo de análisis y que, al mismo tiempo, plantea un tipo de material misterioso en lo social y contradictorio en lo político ”, afirmó Zúñiga.
El Dr. Onésimo Rodríguez compartió con los presentes su acercamiento etnográfico a las dinámicas dentro de las barras del equipo de fútbol Deportivo Saprissa, como resultado del trabajo Estructura y liderazgo en una barra organizada de fútbol en Costa Rica: La Ultra Morada.
El docente acompañó a la barra futbolera a distintas actividades, desde ver partidos dentro y fuera del país hasta eventos íntimos familiares de los miembros, como tés de canastilla. El fin era observar las tensiones ocultas detrás de la aparente unidad que intenta proyectar la agrupación al resto de la sociedad.
Rodríguez explicó que las barras son vistas por los medios y las autoridades como disruptores de “la condición pacífica de la civilidad costarricense”, lo cual ha provocado que sean excluidos de ciertos espacios y, al mismo tiempo, que sus integrantes aparenten cierta afabilidad colectiva.
“La Ultra muestra una región frontal de unidad y sin conflictos, porque esta postura les sirve para seguir reproduciendo su condición de barra, una subjetividad diferente al aficionado común”, señaló.
Las investigadoras, la Dra. María del Carmen Araya y Jimena Víquez, también aprovecharon el espacio para discutir los hallazgos del estudio Procesos urbanos en la Gran Área Metropolitana de San José, Costa Rica.
Ese trabajo identifica transformaciones urbanas en la capital costarricense, tales como la gentrificación, la estigmatización barrial, el racismo de clase, la condominación, la política y cultura de deuda, y la priorización del desarrollo industrial.
“Opera una astucia de la razón colonialista… siempre hay un proyecto superior más noble que justifica la expulsión, apropiación y arrinconamiento de ciertos sectores”, comentó Araya.
Desde una perspectiva similar, la estudiante Valeria Montoya compartió un avance de su investigación Batiendo barro: mujeres migrantes construyendo organización popular comunitaria, en la cual describe el estado residencial de la comunidad de Los Pinos en Alajuelita y el rol de las mujeres en los esfuerzos comunitarios.
Según Montoya, esta zona ha sido históricamente amenazada por transformaciones como el desalojamiento y la torrificación. Sin embargo, a partir del 2016, se frena el peligro de desalojo y comienza una lucha de la población por tener acceso a una vivienda digna y por el mejoramiento de los servicios que se le proveen a la comunidad.
A lo largo estos años, han sido las mujeres quienes organizan y lideran los comités comunitarios para hacerle frente a estas amenazas y quienes han logrado mejoras en servicios como el de recolección de basura y de agua en la zona.
“Son ellas las que se encuentran sosteniendo todo el proceso administrativo, son ellas las que están en las asambleas, las que van a manifestaciones. Por eso es que esta investigación busca estudiar el papel de ellas en la organización comunitaria, pero también el papel comunitario sosteniendo la vida cotidianamente”, concluyó Montoya.
Las Jornadas de Investigación contaron con la presencia de expositores internacionales como el Dr. Hugo de Burgos, de la Universidad de Columbia Británica, y Manuel Delgado Ruiz, de la Universidad de Barcelona.
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