Con el fin de promover un abordaje integral de la salud mental y de aportar soluciones a la problemática del suicidio joven que vive el cantón de Talamanca, estudiantes y profesores de la Universidad de Costa Rica (UCR) trabajan en esta zona indígena mano a mano con la comunidad en una estrategia preventiva.
Por medio del Trabajo Comunal Universitario (TCU), Salud mental comunitaria: prevención del suicidio en personas jóvenes del cantón de Talamanca, la UCR aporta su conocimiento y experiencia para reducir los altos índices de suicidio que afecta a esa población.
En 2014, este cantón limonense estableció una declaratoria de emergencia, ya que para ese año enfrentó un total de 11 suicidios y 47 intenciones suicidas.
Por esta razón, en 2015 la UCR estableció el primer acercamiento con la comunidad, por medio de los investigadores de la Escuela de Psicología, Helga Arroyo Araya y Damián Herrera González, quienes desarrollaron el estudio “Análisis psicosocial y desarrollo de acciones comunitarias para el abordaje y prevención del suicidio (consumado e intentos) en personas jóvenes indígenas bribris”.
Arroyo determinó que los procesos históricos de violencia colonizadora sistemática, la llegada de la institucionalidad y su imposición de la visión occidental, la exclusión, la desigualdad, la pobreza, la globalización y el debilitamiento de la identidad cultural son algunos de los principales factores desencadenantes de la conducta suicida entre jóvenes en Talamanca.
En sus primeras aproximaciones, los investigadores observaron que “hay un nuevo fenómeno que forma parte de la globalización, que tiene que ver con la entrada masiva de información sobre prácticas occidentales, las cuales no se acoplan (a la realidad de Talamanca). Entonces tenemos a los jóvenes recibiendo esta información a través del recurso tecnológico, que los hace sentirse marginados”, afirmó Arroyo.
La psicóloga mencionó que la juventud se enfrenta además a la visión adultocéntrica sobre la pérdida de la cultura indígena, como si la responsabilidad de este fenómeno fuera de la población joven. “Esta tensión los deja en un lugar que nosotros llamamos como ‘el no lugar’, un espacio donde se sienten desconectados de su cultura, de su conocimiento, de lo que los hace ser”, señaló.
Por otro lado, los adolescentes sienten que no están siendo escuchados, lo cual significa que existe una desconexión con el vínculo familiar y social. “Esto tiene que ver con todas las lógicas capitalistas y neoliberales, que plantean que lo que no está adentro se rechaza, y es entonces cuando la muerte se constituye como la vía de poder existir”, explicó la especialista.
El estudio de Arroyo y Herrera propone que la estrategia de prevención del suicidio en Talamanca debe enfocarse en dos aspectos fundamentales: el fortalecimiento del vínculo social y la creación de espacios que permitan el intercambio cultural.
“Encontramos que las dos vías de resistencia están en el vínculo, este es el factor de protección por excelencia, porque como les digo a los chicos en Talamanca, la tristeza se vive mejor cuando uno la vive acompañado; y también en el fortalecimiento de lo cultural y la recuperación de los saberes ancestrales, porque solo puedo saber hacia dónde voy si sé de dónde vengo”, señaló Arroyo.
Por medio del TCU, en las comunidades de Shiroles y Sixaola se han abierto espacios de interacción social entre jóvenes y personas adultas mayores, por medio de actividades culturales y artísticas, se brindan charlas sobre la prevención del suicidio en colegios y se articulan acciones con el programa Casitas de escucha, una iniciativa del Hospital Nacional Psiquiátrico y de la organización Fundamentes.
Valeria Meléndez Tula, estudiante de la carrera de Derecho y participante del TCU, comentó que la experiencia le ha dejado mucho aprendizaje. “Hemos tenido la oportunidad de conocer un contexto que muchos costarricenses desconocen, que es la vivencia del cantón de Talamanca. Intentamos crear un producto desde la identidad comunitaria bribri y desde la recuperación del saber comunitario, que les dé a los chicos y chicas herramientas para que puedan afrontar el suicidio”, expresó.
Gracias al trabajo colectivo entre la “Comisión cantonal para el abordaje del riesgo suicida de Talamanca”, la UCR, la municipalidad, las organizaciones comunitarias y no gubernamentales, las instituciones y la sociedad civil, los índices de suicidio en dicho cantón de la provincia de Limón se han reducido. De 11 suicidios y 47 intentos en el 2014, se pasó a cinco suicidios y 16 intentos en el 2017.
En el futuro, una de las metas del TCU es crear una brigada comunal que integre a líderes en la labor de prevención del riesgo suicida, así como trabajar sobre este tema en otras comunidades del cantón.
Si usted es estudiante o docente y desea apoyar la labor de este Trabajo Comunal Universitario puede comunicarse con los docentes encargados al teléfono 2511-6227.
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