Carrera de Psicología promueve un abordaje integral de la salud mental

La UCR gradúa a profesionales en psicología capaces de insertarse en el mundo laboral, en las diversas áreas de la disciplina, donde siempre estará presente la salud mental (foto archivo ODI).

La salud mental constituye uno de los elementos centrales en la formación de los estudiantes de Psicología; así lo manifiesta Teresita Ramellini Centella, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica (UCR).

El plan de estudios, que consta de cuatro años para obtener el título de bachillerato y de cinco años para el de licenciatura, trata la salud mental de forma permanente, a partir de diversos conceptos y paradigmas.

La académica afirmó que a diferencia de otras áreas del conocimiento que trabajan enfocadas en solo algunos aspectos del ser humano, la Psicología requiere un abordaje integral del individuo, en el que se incluye esta área.

“Aunque las denominaciones de los cursos no hablen directamente de salud mental, lo abordan de forma permanente y diversa, pues es un tema esencial en las personas y nosotros trabajamos con el ser humano”, afirmó Ramellini.

Concentrar el estudio de la salud mental a un solo curso específico dentro del proceso académico, limitaría su tratamiento desde los diversos contextos, poblaciones y circunstancias que convoca.

De la teoría a la práctica

Tras consolidar el conocimiento teórico de la disciplina, los estudiantes dan inicio a espacios de investigación y práctica que reconocen la complejidad que conlleva garantizar en la población el estado de bienestar con el que se asocia a la salud mental.

Según la especialista, lejos de limitarse a acercamientos genéticos o neurobiológicos, la psicología considera los aspectos sociales que permean a las personas y cuestionan temas como la llamada normalidad o el modelo de sociedad a los que nos proponemos adaptarnos.

La malla curricular incluye cursos de psicología clínica, relacionada a los espacios de terapia individual de los pacientes, pero también atiende la temática desde la perspectiva psicosocial, que considera las variaciones del entorno.

La formación académica en Psicología de la UCR apela a pensar en la salud mental con un enfoque social. En la fotografía, miembros de la Brigada de Atención Psicosocial de la UCR brindan atención preventiva a comunidades afectadas por fenómenos naturales (foto: archivo ODI).

 

“La Psicología ha estado muy vinculada a la psicología individual clínica, pero esta malla curricular apela de forma permanente a pensar en la salud mental desde lo colectivo, pensar cómo se maneja la salud mental desde lo social”, enfatizó Ramellini.

Este enfoque académico reconoce también que en cada etapa del desarrollo humano, desde la infancia hasta la adultez mayor, existen factores diversos que amenazan o favorecen la salud mental y señala que entender estos aspectos resulta esencial para el manejo integral del tema.

Mediante el estudio de patologías y diagnósticos se instruye a las nuevas generaciones de psicólogos y psicólogas sobre la clasificación internacional de enfermedades mentales, la forma adecuada de detectarlas y, sobre todo, de atenderlas, para generar alivio o cura en las personas.

Nuevos escenarios

El proceso de formación que plantea la carrera de Psicología de la UCR cuenta con cursos obligatorios que son esenciales para la disciplina, pero durante la última etapa de formación los estudiantes pueden especializarse de acuerdo con sus intereses.

La directora de la Escuela catalogó la carrera como multiparadigmática, pues incorpora diferentes perspectivas para el estudio de la psicología, y polivalente, porque forma profesionales capaces de insertarse en el mundo laboral en las diversas áreas de la disciplina, donde -aseguró- siempre estará presente la salud mental.

“En todos los procesos humanos media la salud mental de las personas. Ya sea desde la psicología clínica, educativa, comunitaria, criminológica o por ejemplo la laboral, nadie puede negar que está presente en los procesos de reclutamiento y selección”, explicó.

La psicóloga reconoció que este tema enfrenta a la profesión a un reto constante, pues cada día surgen nuevos fenómenos y coyunturas que afectan la salud mental y demandan profesionales capaces de responder a nuevas demandas de atención.

“Ante la situación de crisis de refugiados, por ejemplo, necesitamos entender el efecto que la persecución generó en su salud mental y para esto, al igual que el resto de situaciones, debemos diseñar respuestas, programas, propuestas terapéuticas, que sean sensatas y sensibles a los problemas”, concluyó la académica.