“El potencial genético, la sanidad y el vigor de la semilla nos va a definir si un cultivo o una actividad agronómica es productiva o no, si va a ser rentable o no, si un agricultor va a salir adelante o no va a salir adelante, todo eso empieza desde la semilla y por eso hay un valor agronómico que debe estar reflejado en una Política Nacional de Semilla”, Dr. Luis Felipe Araúz, ministro de Agricultura y Ganadería.
La política define los lineamientos en ocho ejes estratégicos que van desde el desarrollo de variedades vegetales, producción de semillas y aseguramiento de la calidad, extensión agrícola, mercadeo de semillas, desarrollo de empresas semilleristas, importación y exportación, seguridad en semillas, generación y fortalecimiento de capacidades, y plataforma legal.
Esta política, declarada de interés público mediante el acuerdo ejecutivo N.º 003-2017-MAG, es un instrumento que permite al gobierno dirigir las leyes y los reglamentos actuales y futuros en esta materia; de igual forma, establece roles y relaciones más claras entre los diferentes actores del sector semillerista nacional.
El Ministro de Agricultura y Ganadería, Dr. Luis Felipe Aráuz Cavallini, explicó que con su ejecución se propone impulsar el sector semillerista con una visión articulada que asegure la provisión y acceso de semilla de alta calidad para consumo interno y exportación, así como propiciar un sistema que regule y fomente la producción y comercio de semillas, con estándares internacionales y variedades vegetales que contribuyan a incrementar la sanidad, productividad y competitividad agropecuaria.
La construcción de la política inició en el 2015 por una iniciativa del Cigras-UCR, de la Oficina Nacional de Semillas y del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a través de Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa), contando con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El proceso arrancó con el Seminario "El valor estratégico de las semillas en la agricultura" realizado en la UCR con la participación de 35 personas vinculadas al sector. Por parte del Cigras-UCR participaron la Dra. Adriana Murillo y la M.Sc. Carolina Porras Martínez.
La política fue presentada oficialmente el 4 de abril en la sede del IICA con participantes de todo el sector semillerista nacional. Allí Manuel Otero, director general del IICA, calificó el lanzamiento de la política como un hecho pionero y un acto que demuestra la madurez de Costa Rica, ya que existen muy pocos países que han definido una política nacional de semillas como esta.
Por su parte, Walter Quirós, director ejecutivo de la Oficina Nacional de Semillas, considera que la política ayudará al país a definir hacia dónde quiere ir en materia de comercio, en materia de mejoramiento genético, en la participación y el rol del sector público y privado, entre otros aspectos relevantes para el sector agropecuario que enfrenta los embates del cambio climático y la necesidad de aumentar la producción de alimentos.
En el marco de esta política, la Universidad cumplirá un rol importante en el eje estratégico de generación y fortalecimiento de capacidades, tanto en la formación de sus estudiantes de Agronomía como en la capacitación y actualización de profesionales en ejercicio, extensionistas, empresas dedicadas a la comercialización de semillas en el país y los propios agricultores.
En el eje de desarrollo de variedades vegetales, la UCR continuará contribuyendo a través de instancias como el Cigras-UCR y la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit Moreno (EEAFBM) que, junto con el Instituto Nacional de Transferencia de Tecnología Agropecuaria (INTA), ha realizado valiosos aportes a la investigación y desarrollo de variedades vegetales mejoradas en cultivos básicos como el frijol, el maíz, la papaya, el tomate, entre otros.
El Mag. Luis Barboza, director del Cigras-UCR, resaltó la importancia de hacer nexos entre la academia, entes públicos y entes privados del sector productivo que permitan incrementar el nivel tecnológico y lograr un valor agregado para el país “yo creo todo este tipo de políticas vienen a hacer esa unión que debe fomentarse y ojalá que la política se desarrolle, y desde la Universidad de Costa Rica seamos activos en participar en varios de esos ejes estratégicos”.
Barboza además señaló el potencial que existe para Costa Rica en la industria semillera, que genera una gran cantidad de empleos en países como Holanda, ya que implica toda una cadena de procesos que requiere tecnología e innovación desde el mejoramiento, la producción de semilla en cantidad, el aseguramiento de la calidad y la comercialización.
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