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La receta contra la pobreza y la desigualdad está escrita

Aumentar la matrícula en educación secundaria y fortalecer la calidad de los establecimientos educativos y del profesorado en la zonas más vulnerables a la pobreza son parte de las recomendaciones de política pública
24 ago 2017Economía
Rafael Arias Ramírez y Leonardo Sánchez  Hernández son dos de los invesigadores y compiladores de la publicación "Educación, pobreza y desigualdad en Costa Rica". 

 

El libro que contiene la receta para reducir la pobreza y la desigualdad en Costa Rica acaba de salir del horno del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica y fue compilado por los investigadores Leonardo Sánchez Hernández y Rafael Arias Ramírez.

Se trata del título “Educación, pobreza y desigualdad en Costa Rica” y el mismo será presentado el próximo jueves 31 de agosto a las 9:30 a. m. en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas. Se trata de una guía muy clara y precisa para la elaboración de política pública en materia educativa.

La principal conclusión es que la educación universitaria y secundaria incide en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Aunque intuitivamente se podía tener alguna certeza de que así era, la investigación demuestra con detalle esa relación positiva entre las variables.

El resultado es el mismo al evaluar la incidencia de la educación en la pobreza, medida esta por la vía de las necesidades básicas insatisfechas o por línea de ingresos. En ambos casos más educación siempre es sinónimo de menos pobreza.

"Todos sabemos que la pobreza y la desigualdad están definidas por muchas variables pero queríamos saber el efecto neto de la educación sobre ellas y la novedad de esta investigación es que utilizando modelos econométricos logramos definirlo" explica el economista e investigador Leonardo Sánchez Hernández.

Los resultados muestran también que el acceso a la educación secundaria y universitaria permite disminuir la desigualdad en los distintos cantones del país. De igual forma, aquellos municipios donde existe un mayor porcentaje de alfabetismo presentan sistemáticamente una menor desigualdad.

Indica el estudio que solo hecho de concluir estudios reduce la pobreza medida por necesidades básicas insatisfechas (a saber: albergue, salud, educación y consumo). Terminar la educación primaria disminuye las carencias de educación en un 10% o más, tanto en cantones rurales como urbanos. El impacto es más notorio se evidencia al concluir la educación secundaria, ya que en promedio es posible disminuir las carencias educativas en un 33% y en 25 cantones este valor supera el 40%. El impacto es aún mayor si se alcanzan estudios universitarios pues el impacto alcanza hasta el 50%.

Más aun uno de los impactos mayores de la educación se da sobre las necesidades insatisfechas de consumo. Contar con primaria completa podría disminuir en promedio cerca del 22% dichas carencias. De hecho, en 58 de los 81 municipios del país el impacto se ubica entre el 20% y el 30%. Es decir, que entre más alto nivel educativo se alcance se disminuyen las carencias de los individuos y sus familias.

Analizado por línea de ingresos los resultados muestran que los individuos que logran concluir la educación secundaria reducen la probabilidad de encontrarse en pobreza en aproximadamente 5,7 puntos porcentuales.

Recomendaciones de política

El combate a la pobreza uno de los retos más importantes del país y pese a que la lucha contra este flagelo ha significado fuertes inversiones, en las últimas décadas la incidencia de la pobreza permanece básicamente estancada afectando a un 20% de la población.

Para incidir en la reducción de esa cifra los autores recomiendan alcanzar la universalidad de la educación secundaria y, a la vez, lograr alta cobertura en esta; teniendo presente que, ante el cambio demográfico, se da un aumento relativo del peso poblacional de los adolescentes, aspecto que exigiría incrementar los esfuerzos para lograr que con el aumento de esta población también aumente la tasa de matrícula.

Las características de los profesores son importantes y determinantes para el logro educativo de sus estudiantes. Docentes con mayor experiencia, mayor nivel académico, mejor condición laboral y formados en universidades públicas tienden a disminuir los porcentajes de repitencia y deserción. Más específicamente a medida que se incrementa la edad del docente o este tiene mayor grado académico, será menor la posibilidad de desertar. En específico, un año más de edad promedio de los docentes, disminuye en un 5% la probabilidad de tener un punto porcentual más de deserción.

En conclusión mejorar el rendimiento de los colegios no pasa solo por políticas asistenciales de ayuda económica a los estudiantes, es de vital relevancia la necesidad de supervisar la calidad docente, la publicación señala que la política de incentivos al profesorado debería estar relacionada con el rendimiento de sus estudiantes.

También advierte que la calidad de las instalaciones o infraestructura de las escuelas y colegios es determinante para el éxito educativo, pues esta compensa las características de origen de los estudiantes. Es decir si el entorno del hogar no es favorable, el centro educativo lo puede compensar.

La zona rural y la pobre es más vulnerable

Otro de los hallazgos es que conforme los colegios académicos se alejan del centro urbano más cercano, se incrementan las probabilidades de deserción. En específico, por cada kilómetro que se aleje el colegio, existe 2,6 veces más probabilidad de aumentar en un punto porcentual la deserción.

Sin embargo, contrario a lo que plantea la teoría, los resultados muestran que a mayor presencia de profesores interinos, –los cuales trabajan en las zonas más alejadas–, es menor la probabilidad de presentar deserción. En específico, un incremento en un 1% de los profesores interinos dentro de un colegio, incrementa 1,7 veces las probabilidades de disminuir la deserción en la misma magnitud.

Además, hay un 31% más de probabilidades de aumentar en un punto porcentual su repitencia si los colegios están ubicados en zonas de pobreza. Lo mismo sucede al analizar el factor desigualdad, el cual aumenta cuando la zona o municipio tiene mayor población considerada rural. Es decir, entre más urbano sea el cantón, la desigualdad tiende a ser menor.

Los resultados también evidencias que las municipalidades deben jugar un rol en las estrategias de reducción de la desigualdad. El componente institucional medido a través del índice de gestión municipal indica una relación negativa con la desigualdad. Esto significa que aquellos cantones donde la gestión de las municipalidades es más eficiente y eficaz podría contribuir a disminuir la desigualdad.

El conjunto de resultados ofrece una ruta esclarecedora para quienes deben tomar decisiones de política pública en materia educativa, a ellos la Universidad de Costa Rica, a través del IICE y de sus profesionales vinculados les extiende una invitación a conocer a profundidad la publicación. 

Para ser parte

Actividad: La presentación de la publicación: Educación, pobreza y desigualdad en Costa Rica 

¿Cuándo?: 31 de agosto, 2017 

Hora: 9:30 a. m. 

¿Dónde?: Auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas, UCR. 

 

Sobre la publicación: Educación, pobreza y desigualdad en Costa Rica

Capítulos 
Educación y pobreza 
  1. Impacto de la educación sobre la pobreza en las regiones de planificación y cantones de Costa Rica. 
  2. Evaluación del impacto de la educación sonbre la pobreza en Costa Rica. Análisis para educación secundaria y post-secundaria. 
  3. Efecto de las características del docente, el cetro educativo y el entorno en el cual se localizan los colegios sobre la deserción y repitencia. 
Educación y desigualdad 
  1. Desigualdad de los ingresos en los cantones de Costa Rica: un análisis espacial de sus posibles determinantes.
  2. Desigualdad de los ingresos en Costa Rica a la luz de las Encuestas de Ingresos y Gastos de los Hogares 2004 y 2013
  3. Análisis de las diferencias entre colegios públicos  privados a partir de las pruebas PISA de matemática.
  4. Retos a la educación, cohortes y ciclo económico en Costa Rica.  
Sobre los autores
Rafael Arias Ramírez, economista, especialisya en políticas públicas, desarrollo económico y economía regional; Leonardo Sánchez Hernández, economista profesor e investigador del programa de investigación en Desarrollo Urbano Sostenible de la UCR; Greogorio Giménez Esteban, Doctor en economía y profesor de la Universidad de Zaragoza; Carmen Sánchez Retana, economista y estudiante del postgrado en Finanzas, Banca y Seguros de la Universidad de Málaga; Andrés Fernández Aráuz, economista e investgador en temas de economía social y economía de la educación; Geovanny Castro Aristizábal, economista y profesor de la Universidad Javeriana; Jorge  Fernández Labordeta, economista; Natalia Ospina Plaza, economista; Diego Rojas Alvarado, economista del Banco Mundial; Luis Zamora González, ingeniero, profesor e investigador en el Programa de Investigación en Desarrollo urbano Sostenible de la UCR; Marcos Castillo Bastos: Economista e invetigador  en el Programa de Investigación en Desarrollo Urbano Sostenible de la UCR.

 
Gabriela Mayorga López
Gabriela Mayorga López
Editora digital y periodista, Oficina de Divulgación e Información
gabriela.morwwayorgalopez  @ucrhglv.ac.cr

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