El cambio climático, la agroecología y el transporte sostenible fueron algunos de los temas tratados durante el I Simposio sobre Cambio Climático y Biodiversidad 2017, que se realizó en la Universidad de Costa Rica (UCR).
Durante la primera jornada, se contó con la participación de Andrea Vincent Rossi, investigadora de la Escuela de Biología de la UCR, quien explicó la importancia de las reservas de carbono en los ecosistemas terrestres. El carbono es un elemento fundamental para el ciclo de la fotosíntesis y es necesario para contrarrestar las emisiones de CO2 que influye en el deterioro atmosférico.
Según mencionó Vincent, hay reservas de carbono muy importantes en los bosques y bajo tierra. El suelo posee entre dos a tres veces la cantidad de carbono que contiene la atmósfera, explicó.
“Hay una correlación entre biodiversidad y carbono y hay que ponerle atención a las reservas de carbono en los trópicos”, afirmó la experta, quien explicó que las regiones tropicales son las que poseen mayores concentraciones de carbono.
Por otra parte, Miguel Altieri, especialista de la Universidad de Berkeley, California, Estados Unidos, expuso sobre agroecología y el diseño de sistemas agrícolas resilientes; es decir, que pueden adaptarse al cambio climático.
Altieri explicó algunos modelos de agricultura que se adaptan al cambio climático en países como Perú, China y Ecuador, que resisten a las inundaciones, o el caso de Islas Canarias, en España, donde elaboraron un prototipo agrícola que sobrevive durante situaciones de sequía mediante una barrera para capturar humedad.
Mencionó que actualmente sólo hay tres productos que representan más del 50 % de la comida del ser humano: el maíz, el trigo y el arroz. Estos granos son producidos en monocultivos. El experto en agroecología reveló, a partir de los resultados de sus investigaciones, que los policultivos se pueden recuperar con más facilidad a pérdidas provocadas por huracanes, que los monocultivos.
Además, la resiliencia social, que se refiere a la manera en la que una comunidad se puede adaptar ante una situación de riesgo, es clave para la adaptabilidad al cambio climático.
Verena Arauz, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), concluyó la sesión con un resumen de su propuesta sobre movilidad urbana sostenible.
Al respecto, dijo que es necesario reducir la cantidad de viajes en vehículos y planificar la distribución de la ciudad (descentralidad), para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Arauz enfatizó en la importancia de aplicar en el transporte público tecnologías más amigables con el ambiente. Asimismo, un sistema de transporte público interconectivo, con una misma tarifa o una misma tarjeta, beneficiaría la organización del transporte.
Su proyecto consiste en un sistema integrado de transporte público metropolitano, que se caracteriza por ser bajo en emisiones. Se prevé que se reduciría el ruido, los accidentes viales y la congestión, y se mejoraría la calidad del aire.
El simposio, declarado de interés institucional y de interés público, fue organizado por la Escuela de Biología de la UCR y se realizó del 9 al 11 de agosto en el auditorio de la Ciudad de la Investigación de la UCR, en San Pedro de Montes de Oca. Contó con la participación de expertos de América Latina, Estados Unidos y Europa en temas sobre cambio climático y biodiversidad.