En el marco de la Conferencia de la Red de Directores de Tecnología e Información de América Latina fueron presentados los avances del proyecto conocido en Costa Rica como RANA –Red Académica Nacional Avanzada- que interconectará a las universidades públicas y sus sedes.
Este proyecto tiene como meta final conectar las redes universitarias de los seis países de Centroamérica, una vez que las redes interuniversitarias de cada uno de ellos estén listas.
Con este proyecto las universidades no tendrían que depender de un proveedor externo de Internet, ya que las fibras ópticas serían de administración propia. En el caso de la Universidad de Costa Rica (UVR) el punto de salida de Internet sería la Sede Central Rodrigo Facio.
El director del Centro de Informática (CI) de la UCR, M.Sc. Alonso Castro Mattei, explicó que la conexión actual con las demás sedes “no nos permite hacer cosas grandes de computación ya que la conexión para transmisión de datos que se puede hacer en la Sede es apenas para trámites administrativos, de telefonía, o sea lo básico”.
Entre las mejoras que esta nueva conexión trae, Castro Mattei comentó que “eso nos permitiría entonces por ejemplo tener investigadores y docentes haciendo videoconferencias en alta definición, podríamos tener telemedicina, camas en los quirófanos y que los estudiantes de cualquier área de salud vean operaciones por video en tiempo real, (…) podríamos transmitir secuenciación de ADN para bioinformática, es decir, una serie de nuevas aplicaciones que al día de hoy no podemos hacer sobre la red normal”.
La red a la que se estarían conectando es la llamada RedClara en Latinoamérica, que es lo mismo que Internet 2 de Estados Unidos, cuyo objetivo es la transferencia de información a alta velocidad para objetivos académicos y de investigación.
El proyecto en Costa Rica tiene dos fases: la primera ya tiene la financiación necesaria y se dirige a “conectar todas las sedes principales de las universidades que conforman CONARE (Consejo Nacional de Rectores), es decir UCR, TEC, UNA, UNED y UTN”, según aclaró Castro Mattei.
Mientras que la segunda fase, aún en negociaciones para la financiación, sería conectar los demás recintos de las universidades con las sedes centrales, esta conexión sería redundante ya que los conectaría entre ellos también para que si alguna conexión fallara con las sedes centrales aún hubiese acceso a la red por medio de otro recinto.
El financiamiento de la primera fase se obtiene gracias a la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional y de Desarrollo (Amexcid) que aportó $2 millones, mientras que la segunda fase se encuentra en fase de negociación con la Unión Europea y Fonatel (Fondo Nacional de Telecomunicaciones).
En Costa Rica se espera iniciar con la instalación y configuración de la primera fase durante el presente año 2017, para que esté funcionando la red a partir de inicios del 2018.
Con este proyecto las principales universidades públicas de América Central van a poder realizar investigaciones con acceso a bases de datos especializadas y podrán crear proyectos académicos y educativos en conjunto.
Según el presidente de RedClara, Carlos Casasús, “cuando tienes una buena conectividad que es barata tienes bibliotecas, acceso a instrumentos y tienes la posibilidad de colaborar con otros países (…) A través de esta red se podrá usar la capacidad de súper computo de Europa o Brasil.”
El proyecto fue presentado para financiación de todos los países ante la Amexcid, que según acotó Casasús se encuentra entusiasmada con la iniciativa, pues se considera que “apoyar el desarrollo regional a través de una mejor conectividad para las universidades eventualmente hará un proyecto de una sociedad más justa y una sociedad que tiene mejor desarrollo”.
Proyectos como este se dan debido a la cooperación entre los países y entidades como RedClara, que promueve eventos tales como TICAL 2017 para el aprendizaje común, la colaboración entre entidades e instituciones y el desarrollo general de la tecnología en Latinoamérica.