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Laurie Laufer: 'Si eras homosexual o transgénero daba miedo ir al psicoanalista'

La investigadora francesa comenta sobre su trabajo deconstruyendo los tabús sexuales en las investigaciones psicológicas
23 jun 2017Sociedad
La Dr. Laufer se desempeñó como Directora del Consejo Científico en la Universidad de Francia.
La Dr. Laufer se desempeñó como Directora del Consejo Científico en la Universidad de Francia.  Laura Rodríguez Rodríguez

¡Libertad, igualdad, fraternidad!; la revolución francesa es la representación del papel del pueblo en la lucha por la democracia. Sin embargo, por mucho tiempo los derechos universales del hombre fueron efectivamente, solo para el hombre.

De dicha realidad es testiga Laurie Laufer, quien se desarrolló como académica en estudios de género, psicoanálisis y políticas sexuales en el repunte de la última década del conservadurismo francés. 

La Dra. Laufer se embarcó hacia Costa Rica para negociar con la Escuela de Psicología una doble titulación con Francia e impartir un seminario sobre género y psicoanálisis, sobre el cual profundizamos en esta entrevista. 

Usted es autora del libro “¿Qué es el género?”, un concepto base muy importante en los estudios feministas, ¿Cómo engloba la definición sobre el género en la sociedad contemporánea?

El libro es una obra colectiva: integra la literatura, el cine, la sociología, la historia de las ciencias políticas, el psicoanálisis, la psicología, la psicología del trabajo, etc. Es un libro que tiene una perspectiva para estudiar el género desde los diferentes académicos y como usan el concepto para deconstruir estereotipos, prejuicios que naturalizan las relaciones sociales del sexo. El producto es una respuesta al contexto actual de Francia alrededor del concepto de género.

Los manifestantes de oposición decían que todos los que trabajaban con género, querían que las mujeres se transformaran en hombres, que todos fueran homosexuales, que sus hijos adoptivos iban a volverse locos, una radicalización. Una propaganda muy fuerte, muy conservadora de los estudios de género. La respuesta que propongo es que el género es un método para analizar la jerarquización, la discriminación, las prácticas discursivas y las construcciones sociales. 

Usted tiene una amplia obra desde el psicoanálisis, como feminista: ¿Qué abordaje le da a esta rama de la psicología considerada aún muy patriarcal y cómo lo combina con autores más modernos y/o feministas como Butler y Foucault?

Cuando hablamos de reproducción y sexualidad se complica bastante la situación, el psicoanálisis es una ciencia de la sexualidad. En los años 50s se introdujo la cuestión de la transexualidad en el terreno del psicoanálisis, empezó un contacto con el concepto de género. Sin embargo se detuvo ahí, porque hubo un movimiento de patologización y medicalización del psicoanálisis. Durante todo este tiempo el trabajo de las ciencias sociales desde el género continuó desarrollándose y ese distanciamiento del psicoanálisis de las preguntas sobre sexualidad provocó con el tiempo un rechazo de muchos grupos intelectuales. 

En la actualidad, a comparación de las ciencias sociales, los psicoanalistas apenas empiezan a estudiar sus impresiones y pareceres en los estudios de género. En el campo del psicoanálisis pocos investigadores se cuestionan las prácticas discursivas, la emergencia de conceptos y nociones como la diferencia de los sexos, por eso yo me considero una minoría dentro de la academia. Yo fui la primera en trabajar esa relación de género y psicoanálisis, fuera de la universidad hay otras personas que han trabajado estos temas desde los estudios de género, pero son minoritarios también desde el terreno del psicoanálisis. Por eso es que esa relación entre género y psicoanálisis se mantiene tan subversivo. 

Usted se autodefinió como una minoría académica desde esta posición, ¿Cuál es la reacción en el momento en que se expone su propuesta?

En Francia hay una diferencia política a la de Estados Unidos, tiene una tradición en la que los derechos del hombre son universales, un republicanismo universalista. Por otra parte en Estados Unidos se reconoce la particularidad de las comunidades y por eso nos encontramos con estudios específicos de lesbianas, gay, personas con discapacidad, entre otros. Cada comunidad produce su conjunto de estudios, en Francia del todo no sucede así. Por esto fue fácil al inicio darle un lugar a esta posición. Me reprocharon que yo tenía una aproximación estadounidense, que es un insulto. Me reprochaban que sociologizaba el psicoanálisis, que es otro insulto y me reprochaban diciendo que tenía un discurso militante.

¿Esta posición del psicoanálisis de qué forma afecta las aplicaciones clínicas?   

Algo importante es que hay que saber que los estudios analíticos excluían a la población de lesbianas, gays, bisexuales y trángenero (LGBT), si eras homosexual o transgénero daba miedo ir al psicoanalista. El discurso psicoanalítico se creía que era de normalización del comportamiento y las conductas sexuales. Ahora más bien hay un cambio, hay más apertura y estas personas van a las conferencias y de las clínicas psicoanalistas sin sentirse estigmatizados o excluidos. Se han trabajado los prejuicios y hay una apertura de los psicoanalistas a partir de esto, pero todavía falta porque aún quedan psicoanalistas que creen que son patologías. 

Lucía Molina Rodríguez
Periodista, Oficina de Divulgación e Información
lucia.moliwypznarodriguez  @gmailudcq.com