Esa fue una de las interrogantes que se trató de contestar durante el conversatorio Arte y Discapacidad visual que organizó el Centro de Asesoría y Servicios a Estudiantes con Discapacidad (Cased) y la Escuela de Artes Plásticas, en el marco del Día Nacional de las Personas con Discapacidad.
Alexa Torres, estudiante de Filología española contó su experiencia desde la perspectiva como persona con baja visión y su acercamiento al arte.
“Yo creo que lo que se necesita para poder acceder al arte de manera autónoma e inclusiva es una buena actitud por parte de las personas quienes se encargan de las exposiciones y también ciertos ajustes razonables”, comentó Torres.
Como ajustes razonables mencionó la posibilidad de tocar las obras, ya sea con la mano descubierta o con guantes de tela, según la necesidad de conservación de las distintas piezas.
Además señaló que se debe considerar la iluminación de las salas y el contraste entre obras y paredes para tener una mejor experiencia. Y contar con contextualizaciones y explicaciones de todo lo que se está exponiendo.
“Para lograr una verdadera inclusión en el arte hay garantizar que yo pueda ir en cualquier momento y acceder al contenido, acceder a todas la obras artísticas, sin que tenga que avisar que voy a llegar o sin que tengan que planear una visita solo para eso”, especificó.
Para ella los museos y las instituciones públicas que cuentan con colecciones de arte tienen que garantizar el acceso a todas las personas en cualquier momento.
En el conversatorio también participó la Mag. Marta Gross, especialista en el tema de discapacidad visual, quien centró su intervención en lo que se puede hacer en el entorno para favorecer el acceso al arte.
“En el acompañamiento a ese acceso de una obra de arte, la persona con discapacidad no debería estar sola. Estamos en la obligación de hacer que nuestra sociedad sea más accesible, tenemos que empoderarnos y realmente ver cómo hacemos y abrir espacios, esta población tiene derecho a disfrutar del arte”, destacó Gross.
La especialista explicó que el alto contraste de color entre objetos, la iluminación, los materiales, así como las descripciones detalladas, ayudan a que la persona con discapacidad visual pueda percibir la obra y formarse su propia concepción de la pieza.
El trabajo de los facilitadores debe concentrarse en dar toda la información posible de la obra y el autor, su historia, el contexto en el que se realizó, entre otros datos.
Por su parte, el Mag. Eric Hidalgo, director de la Escuela de Artes Plásticas, manifestó que si se pueden crear condiciones desde las diferentes instancias o entidades que están a cargo de la promoción cultural y artística para cerrar esa brecha y acercar a la persona con discapacidad a la experiencia artística. Lo que se requiere principalmente es creatividad y mucha disposición, al igual que políticas institucionales que le den sustento.
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